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miércoles, 30 de noviembre de 2011

Empatía

     Según el diccionario de la Real Academia Española (RAE), empatía es la "identificación mental y afectiva de un sujeto con el estado de ánimo de otro".

     Descubrimientos recientes en el estudio del cerebro y del desarrollo infantil han puesto de manifiesto que la empatía es una importante característica del ser humano. Experimentos realizados en el campo de las ciencias biológicas y cognitivas están poniendo de manifiesto que somos una especie esencialmente empática. La empatía forma parte de nuestra biología.

     Sin embargo, durante casi mil setecientos años, en Occidente, se nos ha hecho creer que los seres humanos somos pecadores en un mundo lleno de maldad. Nuestra memoria colectiva se mide por crisis y calamidades, por injusticias sangrantes y episodios de crueldad con otros seres humanos, con los restantes seres vivos y con la Tierra que habitamos.

     Es posible que, sin darse cuenta, a ello hayan contribuido nuestros cronistas oficiales -los historiadores-. En general, los historiadores escriben sobre guerras y grandes malvados, sobre injusticias económicas y sociales. Muy raramente nos hablan de la otra cara de la experiencia humana, aquella en la que no figuran las "grandes" hombres.  Nuestros cronistas oficiales han desestimado de plano la empatía.

     Los neandertales fueron una especie contemporánea a la nuestra hasta que desaparecieron hace unos 30.000 años. Parece que los neandertales tenían las mismas capacidades culturales que nosotros, compartían el uso del fuego y enterraban a ls muertos. ¿Qué es lo que pudo provocar la extinción de la especie de los nendertales y no la nuestra?  En general, los científicos afirman que pudo haberse debido a un mayor comportamiento empático de nuestra especie: entre nosotros la inicial empatía entre los miembros de un mismo clan se amplió alcanzando a miembros de clanes distintos y todos juntos pudieron hacer frente a los acontecimientos con los que tuvieron que enfrentarse.

     La conciencia empática se ha ido desarrollando lentamente durante los, aproximadamente, 170.000 años de la historia humana. En ocasiones, ha florecido para desvanecerse después durante largos períodos de tiempo. Su evolución ha sido irregular, pero su  trayectoria es clara.

     La conciencia creciente de que somos una especie esencialmente empática tiene consecuencias transcendentales para la sociedad. Científicos, filósofos, psicólogos y, hasta economistas indican que, en estos momentos, solo podremos sobrevivir  si ampliamos nuestra empatía hasta incluir a todos los seres humanos, si todos nos consideramos "ciudadanos del mundo".

     Porque nuestro actual sistema económico y social practica la "ley de la selva" y el "sálvese el que pueda", anulando todo sentimiento empático entre distintos grupos humanos -ricos y pobres en un mismo país y entre distintos países-, se califica no sólo de injusto, sino también de "inhumano", es decir, no coherente con las características de la naturaleza humana.

3 comentarios:

Lorenzo Garrido dijo...

Sinceramente, no creo que seamos más empáticos ahora que antes. Y pienso que el Neandertal se extinguió porque el homo sapiens lo eliminó.

Juliana Luisa dijo...

Muchas gracias por tu comentario, pero hay muchos estudiosos que no coinciden con tu opinión.

Lorenzo Garrido dijo...

Yo me baso en la realidad, en lo que uno comprueba y constanta cada día que pasa. Los estudios teóricos se quedan en eso, en la teoría.