Indica el sociólogo Enrique Gil Calvo que "en el campo de la sociología política, hay consenso en torno a la idea de que el modelo español de participación cívica es de tipo bipolar. Somos una de las democracias europeas con niveles más bajos de movilización convencional (medida por los índices de asociación, afiliación, pago de cuotas, aportación de trabajo voluntario, asistencia regular a reuniones, etc.) mientras que en cambio exhibimos los índices más elevados de movilización no convencional: manifestaciones callejeras, protestas populares, boicot al consumo...".
Aceptada la existencia de estos dos tipos de participación ciudadana, debo señalar que cuando, en estos últimos días, insistía en la necesidad de movilizarse me refería a la movilización que el profesor Gil Calvo califica de convencional: asociación, realización de trabajo voluntario, asistencia regular a reuniones, etc., actividades todas ellas que llevan implícito un intento de buscar soluciones mediante el conocimiento y pensamiento crítico y creativo. Lo que se ha calificado de necesario cambio de paradigma no es posible mediante -en la nomenclatura empleada por Gil Calvo- movilizaciones no convencionales.
¿Para qué sirven, entonces, las movilizaciones no convencionales? En algunas ocasiones las movilizaciones no convencionales son necesarias porque "es la mejor y aún la única forma de sacudir a la vez tanto la pereza intelectual de los medios informativos como la propensión al escepticismo del escarmentado público español". Pero nada más.
Estamos en una crisis provocada por los mercados financieros, pero que, según muchos estudiosos, ha sacado a la luz dos importantes crisis, más o menos en estado de hibernación: una crisis ecológica y una crisis moral. Tres crisis consecuencia de un sistema obsesionado, entre otras cosas, por la no regulación y la competitividad.
¿Solución? Se acepta que la mejor solución, por ahora algo utópica, es "la de convertir la actual crisis de los mercados en una verdadera crisis del sistema, eventualmente capaz de dar a luz un nuevo modelo de sociedad. Una sociedad sostenible y ya no basada en el depredador capitalismo neoliberal, que de ciclo a ciclo y de burbuja en burbuja está conduciendo al planeta a un inminente colapso como el de la isla de Pascua ahora masivamente amplificado a escala global". Esa solución solo es posible mediante una fuerte movilización convencional que conduzca a un cambio de mentalidad.
3 comentarios:
Podría estar de acuerdo, en lineas generales, con Gil Calvo pero, quizá, internet ha venido a modificar algo este escenario. Es cierto que en España no hay tradición en lo que se refiere al asociacionismo. Ocurre con las Asociaciones de vecinos, comerciantes y un sin fin de etcéteras donde la participación es mínima y resulta hasta deprimente la desidia y desinterés de la gente.
Pero parece, al menos parece, que internet esta provocando un cambio en las actitudes de muchas personas. Las redes sociales y los blogs, parecen insisto, dar buena fe de ello. Ahí está el 15M como principal ejemplo.
Es obvio que, si este tipo de asociacionismo fuera más prolífico, la capacidad de presión en todos los niveles sería muy efectiva y sería un complemento ideal para las movilizaciones populares, por eso, desde estas tribunas creo que estamos haciendo una labor más que importante para lograr lo que, hasta ahora ha sido extremadamente dificil, y que es la concienciación de la enorme variedad de problemas existentes.
Un saludo.
Aunque muchos no lo sepan, un pequdña oarte de lis españoles comienzan a moverse en una dirección activa y de cambio de sistema. El camino para elli es el trueque, la moneda social y el cooperativismo. Como ya mencioné en alhún post...estamos volviendo "o de antes" a recuperar valores y cistumbres fuera del capitalusmo veroz y autodestructor que lleva a las personas a convertirse en humanoides consustas compulsivis e infelices.
Saludos!
J. Felipe:
Creo que Internet puede jugar un muy buen papel. Pero los problemas nacionales y, sobre todo, mundiales son tantos, tan graves y tan urgentes que ... Desearíamos que todo fuera más rápido, que pronto se llegue a esa masa crítica que a todos nos parece imprescindible.
Un saludo
Mar Nofler:
Estoy de acuerdo que que los jóvenes españoles están empezando a moverse. Pero, como he dicho a J. Felipe quiero que todo vaya más rápido. Quizá no sea posible.
Gracias por tu optimismo; es contagioso.
Un abrazo
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