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miércoles, 11 de septiembre de 2019

Política migratora


Los seres humanos han migrado desde los orígenes mismos de la humanidad, partiendo de un lugar de África hasta poblar todos los rincones del planeta.  Las grandes migraciones humanas siempre han estado relacionadas con acontecimientos  como el hambre, las guerras, persecuciones políticas, etnias y religiones, cambios y catástrofes climáticas, etc. Y es un fenómeno que ha estado presente en todas las épocas de la historia y en todas las partes del planeta. Más recientemente, ha aparecido la migración por causas turísticas.
Como dijo el senegalés Felwine Sarr, escritor, músico y docente en la Universidad Gaston Berger de Saint- Louis (Senegal),  la búsqueda de un nuevo hábitat es un derecho. Ello a pesar de lo que digan los defensores del neoliberalismo y la globalización, contrarios a la llegada de seres humanos en busca de una vida mejor.
El hecho es que la llegada a Europa de gran número de refugiados e inmigrantes está creando graves problemas.  Para resolver esos problemas la UE ha contratado a  terceros países se hagan cargo de la gestión de las migrantes que buscan de llegar a Europa de manera irregular.
La forma cómo Europa está gestionando el fenómeno de la inmigración ha conducido a que abogados internacionales hayan pedido a La Haya que investigue a ja Unión Europea por crímenes contra la humanidad.
A lo largo de 242 páginas dirigidas a la Fiscalía de la Corte Penal Internacional con sede en La Haya denuncian que la UE y los representantes de los Estados miembros “no cometieron personalmente los delitos. Los abogados calculan que entre enero de 2014 y julio de 2017, al menos 14.500 migrantes se ahogaron en el Mediterráneo. Entre 2016 y 2018 más de 40.000 personas fueron interceptadas y transferidas  a la fuerza a centros de detención y de tortura de Libia. La responsabilidad moral y política por lo que ocurre en los campos de reclusión libios parece evidente. Hay datos que confirman que allí tienen lugar inaceptables abusos.
Un informe preparado en 2006 por el Comité de Política Económica de la Unión Europea y por la Comisión Europea dice que, que como los ciudadanos de la Unión Europea tienen menos hijos y viven más tiempo, la población en edad laboral disminuiría el 16% entre 2004 y 2050. Lo que significa que la Unión Europea tendría solo dos personas en edad laboral por cada  persona mayor en lugar de las cuatro de ahora.  El estudio indica que el mayor gasto previsto pone en duda el sostenimiento de las pensiones.  La inmigración ayudaría a resolver este problema.
Pero no es eso lo más importante. Lo que es más importante, es que en un sistema que considera la ética como una interferencia, la inmigración está poniendo de manifiesto  que el ser humano es empático y solidario. El proyecto Hello Spain, que describí hace unos días, es sólo un ejemplo.
Guillermo Altares en “Europa necesita un plan” (El País, 17 de julio de 2019) ha escrito: “La llegada masiva de refugiados desde Siria en 2015 inflamó el discurso ultraderechista y sirvió de pretexto a los dirigentes más ultramontanos de la UE para profundizar en su asalto contra el Estado de derecho. Pero también provocó una impresionante oleada de solidaridad   en Alemania. Se presentó tanta gente en los ayuntamientos, en los centro sociales, se organizaron tantos puestos improvisados para dar comida y agua a los que huían de la guerra, que las autoridades se vieron desbordadas para gestionar un movimiento que describe mucho mejor que es Europa que todas las soflamas de Matteo Salvini y Viktor Orbán, Una de ellas fue lade Ursula von der Leyen, a la que el Parlamento Europeo confirmó ayer como próxima presidenta de la Comisión.
La propia Von der Leyen lo contó en el discurso ante la Cámara, en el que trazó un programa europeísta que disipó muchas de las dudas que su candidatura había planteado. Explicó que tuvo suerte de acoger en su familia a un refugiado sirio de 19 años, aterrorizadoy traumatizado por la guerra, que no hablaba alemán. Cuatro años después, ayuda en su comunidad de día y estudia de noche, habla alemán, árabe e inglés y, dijo la política conservadora, es una inspiración para todos”.
El periodista Jesús A. Canas, dedica, en un artículo publicado en El País (8 de septiembre de 2019) a hablar acerca de “medio centenar de familias gaditanas que se han organizado para acoger a los extutelados migrantes que se quedan en la calle al cumplir los 18”. Todas las familias pertenecen  la asociación Vejer sin Fronteras. Algo similar, dice Canas, ocurre en El Puerto, donde 10 familias ya se han integrado bajo el paraguas de Red de Acogida de El Puerto.
Para terminar considero oportuno comentar uno de los textos publicados en el blog de El País, “Migrados”. Se refiere a la despoblación que sufre el mundo rural de la provincia de Salamanca; fue escrita y publicada por Álvaro Fuente (Salamanca) el 27 de agosto de 2019, lleva por título “Una oportunidad multicultural para el campo de Salamanca” y describe cómo con su trabajo agrícola, un ghanés,  un maliense y un marroquí son algunos de los migrantes que contribuyen a mitigar la despoblación y a frenar la desertización en Castilla y León. He elegido esta colaboración porque el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suarez-Quiñones expuso en las Cortes de Castilla y León los principales ejes de actuación de su departamento para estos cuatro años y señaló la importancia de la lucha contra la despoblación.

2 comentarios:

Camino a Gaia dijo...

Lo que promueve la extrema derecha es la desmovilización y el enfrentamiento de la sociedad civil para evitar que esta sociedad busque responsables del desaguisado en quienes detentan las responsabilidades del poder económico y financiero.

Juliana Luisa dijo...

No lo había pensados así, pero puede que tengas razón. Yo habia pensado que la deecha y ultraderecha respondian o acataban la doctrina del neoliberalimo y la globalización.

Un saludo