El contenido de este blog se ha cedido al dominio público: puede ser copiado, parcial o totalmente, sin previo permiso de la autora.


lunes, 9 de marzo de 2020

Economía del Bien Común


La Economía de Bien Común  se define como un sistema económico  alternativo  que propone construir en base a los valores humanos universales que fomentan el Bien Común. “Situamos nuestro foco de acción en la cooperación y no en la competición, en el bien común y no en el afán de lucro”.
El promotor de la Economía del Bien Común es el austriaco Christian Felberg, licenciado en Filología Románica, y, en la actualidad, profesor de Economía. Felberg   parte del supuesto de que muchas Constituciones y normas legales recogen el principio según el cual la actividad económica debe servir al bien común. Por ejemplo, en el Artículo 151 de la Constitución de Baviera se dice:  “Toda actividad económica sirve al bien común”.  
Para Christian Felberg, cualquier sistema económico que pretenda conseguir el bien común se debe apoyar en la “dignidad humana, la solidaridad, la sostenibilidad ecológica, la justicia social, la participación democrática y la transparencia”.   De acuerdo con estos valores, la economía del bien común  propone un límite a la propiedad privada, a la herencia y al tamaño de las empresas.
Según sus creadores, la Economía del Bien Común no es el mejor de los modelos económicos, sino solo un paso hacia un futuro más sostenible, justo y democrático. Se trata de un proceso participativo, de desarrollo abierto, que  busca crear colaboraciones y sinergias, así como servir de plataforma para integrar otras iniciativas y modelos alternativos que tengan una visión similar. Para ello apuesta por la creación de redes locales de empresas, organizaciones, municipios y ciudadanos, que lleven a la práctica los valores indicados.
El proyecto empezó a gestarse el 31 de octubre de 2008. En 2010, Felberg, junto con un grupo de empresarios, empezó a desarrollar el modelo práctico, que ha ido puliéndose  poco a poco gracias a la participación de un círculo de empresarios cada vez mayor. 
En Viena, en julio de 2011, se constituyó la Asociación Internacional para el Fomento de la Economía del Bien Común. En nuestro país, se ha creado la Asociación Federal Española para el Fomento de la Economía del Bien Común. También existen Asociaciones Regionales que tienen su propio procedimiento de alta y gestión de socios.
Lo más importante de esta alternativa al capitalismo es su Balance del Bien Común. Tres bancos han hecho ese Balance del Bien Común, incluso tres escuelas superiores y la Universidad de Barcelona.  La Universidad de Barcelona ha presentado a la UNESCO una cátedra en Bien Común. La escuela técnica superior de Burgerland planea la elaboración de un máster en Economía del Bien Común. Casi cuatrocientas empresas han realizado el Balance del Bien Común. El mayor éxito político hasta ahora ha sido que la Comisión Económica y Social Europea ha apoyado por una mayoria del 86% el informe de diez páginas sobre la Economía del Bien Común, Por lo tanto, la Comisión de la Unión Europea tiene intención de incorporar la Economía del Bien Común en el derecho europeo.
¿Qué es eso del Balance del Bien Común?  La Economía del Bien Común se apoya en una serie de indicadores  que se recogen en lo que llaman “Matriz del Bien Común 5.0” (dignidad humana, solidaridad y justicia, sostenibilidad ambiental, transparencia y participación democrática) que se utilizan para conocer en qué medida las empresas  colaboran al bien común. Cuanto más social, ecológica, democrática, solidaria, … sea la actividad de la empresa, mejores serán los resultados del  balance del bien común.  Las empresas que, en este balance, consigan mejores resultados tendrán más ventajas, por ejemplo, en forma de créditos más baratos o privilegios en compras o concursos  públicos.   Los productos  fabricados tendrán una etiqueta con los resultados de ese balance.
La filósofa Victoria Camps, estudiosa de los derechos humanos y de la bioética, afirmó en una entrevista publicada en El País el 10  de agosto de 2014:
·                         ”Hay alternativas [al sistema capitalista] que habría que considerar. A mí la que más me     convence hasta ahora es la llamada economía del bien común que promueve Christian Felberg. Es una forma moderada de corregir los  despropósitos del capitalismo e ir a un capitalismo de más  cooperación que ponga por delante el bien común. No todos los beneficios de las empresas tienen que en el interés corporativo, sino que hay que pensar en el bien de todos y establecer por ley”.
Desde mi punto de vista la Economía del Bien Común, en muchos aspectos coincide con el “capitalismo constructivo” que indicaba Umail Haque.

No hay comentarios: