Mía Millán tiene siete años y es una de las 500 personas nacidas en España con epidermólisis bullosa, una rara enfermedad genética -también conocida como piel de mariposa - que al menor golpe ocasiona dolorosas llagas que permanecen abiertas durante años. La ciencia ha traído buenas noticias para estos pacientes con una terapia génica, aprobada en febrero por la Agencia Europea de Medicamento (EMA), que cicatriza el 70% de las heridas en tres meses. Pero niños como Mía también pueden beneficiarse de avances alcanzados desde otra esquina de la investigación médica. El losartán, un medicamento usado desde hace décadas para lo hipertensión. ha mostrado en los estudios realizados buenos resultados para sanar sus lesiones.
Son dos innovaciones con un origen dispar pero un mismo objetivo: ayudas a las personas con epidermólisis bullosa mientras no se descubre una cura definitiva. La primera pasa por el desarrollo de nuevos fármacos, un proceso que requiere más de una década de investigaciones e ingentes cantidades de dinero. La segunda es un ejemplo del llamado reposicionamiento, el uso de nuevas patologías de medicamentos aprobados hace tiempo para tratar en su origen otras enfermedades.
Esta vía permite ahorras tiempo y dinero porque son fármacos bien conocidos, con muchas investigaciones publicadas y la patente expirada. Pero, pese a sus indudables ventajas, el reposicionamiento de fármacos como el losartá noes tan sencillo como usar la pastilla de la tensión que toman muchos para tratar a niños con piel de mariposa, admite Tobías Zahn, ditector de Crowd Pharma, una pequeña compañía surgida de la Universidad de Friburgo (Alemania) (Fuente: El País, 12 de mayo de 2025)
Un paso más para alcanza el Objetivo 3 de la Agenda 2030: "garantizar una vida sana y promover el bienestar e todas las edades".
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