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viernes, 24 de agosto de 2012

Desobediencia civil

     En la prensa se ha podido leer que más de 1.000 médicos se han declarado ya objetores a la ley que restringe la asistencia sanitaria a los emigrantes en situación irregular, porque contradice su código deontológico. Sin recurrir al código deontológico uno de esos médicos (perteneciente al sexo femenino), quizás recordando el artículo 3 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, ha dicho: "la salud es un derecho por el hecho de haber nacido. Que haya una parte de la población que no pueda acceder a ella, es indecente. Éticamente no podemos dejar de atender a nadie que lo necesite. Esta es la base de nuestra objeción".

      Se trata de un acto de desobediencia civil que, como tal, busca influir en los gobernantes y en la opinión pública. Según el diccionario de la RAE, la desobediencia civil es "la resistencia pacífica a las exigencias o mandato del poder establecido". El término desobediencia civil fue popularizado por el estadounidense Henry David Thoreau en su famoso ensayo Desobediencia civil (1849), en el que describe los principios básicos de la desobediencia civil que él mismo practicó.

     El objetivo de la desobediencia civil nunca es particular. Quienes incurren en desobediencia civil siempre lo hacen por motivos morales: consideran que las normas que rechazan son normas que repugnan su conciencia como ser humano. Se podría decir que la desobediencia civil es una expresión de responsabilidad personal por la injusticia.

     Como desobedientes ilustres, además de Henry David Thoreau en Estados Unidos -Thoreau se negó a colaborar con un Estado que mantenía el régimen de esclavitud y emprendía guerras injustificadas, en aquel caso contra México-, se pueden citar a Mahayma Gandhi en su campaña de resistencia contra la ocupación británica de la India -es famosa su frase: "Cuando la ley es injusta, lo correcto es desobedecer"-; Nelson Mandela en Sudáfrica en contra del apartheid; y Martin Luther King, líder del Movimiento por los Derechos Civiles, quien predicaba la transgresión pública de las leyes racistas impuestas en Estados Unidos contra los afroamericanos.

     En una sociedad democrática, para que un acto de desobediencia civil tenga éxito, es necesario que cuente con una mayoría, por esa razón Médicos del Mundo ha manifestado su solidaridad  a través de su campaña Derecho a curar y por eso se ha creado la web www.yosisanidaduniversal.net   donde se informa cómo se puede objetar.

     POSTDATA. Uno de nuestros dirigentes políticos criticó la actitud del personal sanitario diciendo: "No es cuestión de Humanidad o no, es una cuestión de presupuestos".  Hay que contestar que está confundido, pues los presupuestos se pueden hacer de otra forma, o bien negándose a que sea la sociedad la que pague los "errores"  del sector financiero o bien, en último caso, no haciendo caer todo el peso de la deuda sobre la parte más débil de la sociedad. En definitiva, "no es cuestión de presupuestos, es cuestión de Humanidad"

7 comentarios:

Lorenzo Garrido dijo...

Magnífico artículo, no le quitaría ni una coma.

Juliana Luisa dijo...

Muy amable. Pero no olvides visitar la web que indico e invitar a otros que la visiten.

Un saludo

Óscar Gartei dijo...

Con la frase de "no es cuestión de humanidad, es una cuestión de presupuestos", los dirigentes se quitan la máscara sin temor a represalias. Dejan bien claro que aquí lo que importa es el dinero, y si la gente se muere es indiferente. Creo que además de una buena desobediencia civil, encima habría que apearlos de sus poltronas a patadas; son terroristas financieros (no se me ocurre otro apelativo).

Juliana Luisa dijo...

Te digo, como a Lorenzo, que no dejes de visitar la web que envío, os apuntéis e intentéis crear o participar en un "grupo de acompañamiento". Es muy importante.

Muchas gracias por estar ahí. Un saludo

Lorenzo Garrido dijo...

Me parece muy bien la página y la causa es noble y justa. Pero ahí un detalle que no soporto, es el uso de la arroba en las palabras, vicia el mensaje, para mí pierde todo su valor cualquier escrito que use la arroba. Es más fuerte que yo, la arroba es una soberana estupidez y no puedo con ella.

Diego Escribano dijo...

Apoyo y simpatizo con los profesionales sanitarios que defienden valores necesarios. Gracias por el texto.
Un abrazo,
Diego

Juliana Luisa dijo...

Lo siento Lorenzo, pero no sé a qué recieres al decir que no soportas el uso de la arroba en los textos.
Un saludo