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martes, 12 de enero de 2016
La pobreza en el mundo
En las últimas entradas a este blog, he estado hablando de países pobres y programas de desarrollo, pero el tema de la pobreza es mucho más complejo. A mediados de los años ochenta empezaron a aparecer en los países más prósperos unas zonas de pobreza que los programas de austeridad no han hecho sino profundizar. La extrema pobreza y el hambre, flagelos que azotan la mayor parte de los países en desarrollo, atacan también a amplios sectores de población de los países desarrollados. En conclusión, ahora solo existe un mundo en vías de desarrollo.
Es comprensible que, en épocas de crisis o austeridad, los países ricos olviden la situación de los países que Paul Collier coloca en el "club de la miseria". Sin embargo, cuando se vive en un mundo que los adelantos técnicos han convertido en una aldea, es un gran error no analizar el subdesarrollo y la pobreza en los países del Sur, al mismo tiempo que se intenta solucionar el problema de la desigualdad económica existente en los países del Norte.
En el caso de las bolsas de pobreza, existentes en los países ricos, nuestras élites suelen indicar que se arreglarán con el aumento del crecimiento económico, aunque la experiencia ha enseñado que eso es una gran mentira.
Una de las razones por las que no considero acertado el enfoque de Paul Collier para solucionar el problema del "club de la miseria" es su insistencia, precisamente, en el crecimiento económico de dichos países. Dice este ex director del Banco Mundial en El club de la miseria, páginas 308 y 319: "Durante los últimos treinta años, el club de la miseria ha desperdiciado la oportunidad de participar de un crecimiento global de proporciones inauditas. Este fracaso del proceso de crecimiento es el problema más acuciante que debemos solucionar". "La ayuda financiera no se debe destinar únicamente a las prioridades sociales de más efecto mediático; hay que usarla para contribuir a que los países se incorporen a los mercados de exportación". Unos renglones más tarde añade: "tienen que aceptar el hecho de que estos países están atascados y que les va a ser difícil competir con China y la India". A este respecto, conviene recordar, por una parte, los dos componentes del crecimiento económico, exportación y consumo interno, este último impensable en un país muy pobre; y, por otra, que para exportar con éxito es necesario ofrecer precios más bajos que los de cualquier competidor.
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2 comentarios:
Mientras haya ricos, habrá pobres. Acaba con los ricos y se acabarán los pobres. Lógica cartesiana.
Se trata de injusticia manifiesta, que se puede superar. No se pretende alcanzar un mundo totalmente justo, sino de eliminar graves injusticias.
Un saludo
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