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lunes, 11 de diciembre de 2017

Empatía



En los centros de enseñanza que conozco se han empezado a dar conferencias y charlas sobre acoso escolar y/o violencia machista, conscientes de la importancia que, en la actualidad, tienen esos temas. Por la misma razón, como indica Ana Merino (El País,   4 de diciembre de 2017), “¿y si hacemos que la empatía sea una asignatura en los institutos de enseñanzas secundarias?” 
Según el Diccionario de la Lengua Española (DEL), “empatía” es sentimiento de identificación con algo o con alguien, o capacidad de identificarse con algo o con alguien.  El objetivo de esa nueva asignatura sería, en palabras de Ana Merino, “ayudar a nuestros adolescentes a desarrollar la emocionabilidad de la empatía”.
Esta asignatura obligatoria tendrá una parte teórica y una práctica. Ana Merino se detiene en la parte práctica. “La primera lección duraría tres semanas y les tocaría vivir en la calle con indigentes. […] Buscar en las miradas de esos  rostros arrugados algún vestigio de la luz de su primera juventud”. A esa primera lección práctica se añadirían otras como visitas a comedores sociales, centros de acogida de mujeres maltratadas, centro de acogida de emigrantes, indagar  la vida que llevan los niños de las familias pobres, etc. Aquí se pueden añadir las conferencias y charlas sobre acoso escolar y violencia machista.
En las lecciones teóricas se les explicará que los descubrimientos recientes en el ámbito de las neurociencias y el desarrollo infantil  nos obligan a cuestionar la creencia, tan arraigada, según   la cual los seres humanos son agresivos, materialistas, utilitaristas y egoístas por naturaleza. Jeremy Rifkin, uno de los pensadores sociales más célebres de nuestra época, en su libro La civilización empática (2010, Paidós Ibérica, Barcelona), indica  que "los descrubrimientos más recientes  en el ámbito de las neurociencias y en el del desarrollo infantil nos  indican que somos una especie fundamentalmente empática y que ello tiene unas implicaciones profundas y de largo alcance para la sociedad".
El problema reside en la capacidad de nuestro sistema económico-social para evitar la expresión de nuestras neuronas espejo.  Nuestro sistema económico social se apoya en la creencia de que el ser humano es como una máquina de calcular los beneficios o perjuicios que le reporta cada acción (teoría de la elección racional). Sin duda, hace falta un replanteamiento radical de nuestro modelo económico y social. “Radical” porque, junto a la necesidad de tener en cuenta la empatía del ser humano, hay que tener en cuenta las características del planeta que habitamos.
Jeremy Rifkin señala (2010:14) que nos hallamos en la cima de una transición importantísima hacia el inicio de una nueva era caracterizada por la empatía y una conciencia de la biosfera.  “La edad de la razón está siendo eclipsada por la edad de la empatía”. Y añade: “Quizá la cuestión más importante a la que se enfrenta la Humanidad es si podremos lograr la empatía global a tiempo para salvar la Tierra y evitar el derrumbe de la civilización”.
 No cabe duda de la necesidad de incluir esta asignatura en los programas de enseñanza obligatorios. 

NOTA. Debo indicar que he publicado la segunda edición de mi libro Imaginar y crear el futuro. Consideraba obligatorio, por una parte, corregir algunos aspectos de la primera edición y, por otra, incluir nuevos acontecimientos que consideraba imprescindibles analizar para imaginar y crear un futuro mejor. Esta segunda edición ha sido editada por Bubok Publishing S.L.

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