Pascal, ya en el siglo XVII, en su obra Pensamientos, escribió: “El nacimiento no es una ventaja de la
persona sino del azar” Y es el azar el
que determina que un recién nacido pertenezca al sexo femenino o al sexo
masculino. Las consecuencias de esta circunstancia azarosa, ajena a la propia
voluntad, puede acarrear, sin embargo, importantes consecuencias. Durante mucho
tiempo, y aún ahora, nacer hombre o mujer, no es algo banal, sino una circunstancia
que funciona como instrumento para
perpetuar profundas y sustanciales desigualdades en la vida de las personas,
otorgando ilimitadas oportunidades para unos y escasas opciones para otros,
despojando así de todo sentido el concepto de igualdad entre seres humanos.
¿Es esto justo? Obviamente, el sentido de justicia se
resiente cuando intervienen circunstancias fortuitas de nacimiento sobre las que
no se tiene ningún control, porque no son elegibles. No es justo, no es razonable
esgrimir el género como argumento para discriminar a nadie ni para determinar
lo que cada cual se merece.
Hay que concebir la justicia como un modo de minimizar o al
menos, mantener bajo control las diferencias entre las personas, derivadas de
factores que escapan a su control. Se trata de afrontar de la manera más
equitativa posible los efectos desestabilizadores de la denominada “lotería
natural”.
¿Cómo llevar a cabo ese control? La historia humana ha demostrado que los derechos,
lejos de ser concedidos graciosamente, se conquistan con protestas y
movilización, es decir, no son fruto de una regla interna de la evolución
humana, sino el resultado de muchas luchas colectivas. Así, a lo largo de la
historia, la especie humana, siempre debido a protestas protagonizadas por
algunos de sus miembros más sensibles y atentos, se ha hecho cada vez más
humana.
Creo firmemente que esta igualdad conducirá no solo a un mundo más
humano, sino más rico desde el punto de vista social, debido a las distintas
características y cualidades complementarias
de hombres y mujeres.
No hay comentarios:
Publicar un comentario