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miércoles, 14 de agosto de 2019

Globalización y emigración


En el plano económico, el proceso de globalización se refiere a los movimientos de capitales, de bienes y servicios.   Si tantas son las ventajas de la libertad de movimientos, lo coherente sería que esa libertad se aplicara de igual forma a las personas que a las mercancías y  los capitales. Sabemos que no es así. No existen fronteras para los capitales ni para las empresas pero sí para las personas que no tengan suficiente poder adquisitivo, para las personas que vayan acompañadas, protegidas con suficiente dinero.
Muy interesante es el caso de los “visados de oro”.  “El llamado visado de oro o golden visa fue creado para traer extranjeros de fuera de la Unión Europea que, o bien compraran viviendas de alto nivel (un precio mínimo de 500.000 euros sin contar os impuestos o bien destinaran dos millones de euros a adquirir deuda pública o se hicieran con un millón de euros en acciones, así como para aquellos que impulsaran proyectos  empresariales”. (El País, 4 de marzo de 215, “El Gobierno  suaviza los requisitos de los visados concedidos a inversores”)
El conocido humorista gráfico, EL ROTO, escribió en una viñeta de El País de 9 de julio de 2016: “¡Si traen dinero, son inversores, acogedlos! ¡Si no lo traen, son invasores, expulsadlos!”  Quienes llegan en un barco de una ONG  como Open Arms, no llevan dinero, no son inversores, son personas que huyen de las bombas o de la miseria, “no dejarlos desembarcar”.  Sin embargo, son muy bien recibidos quienes llegan en un crucero, aunque, “según las informaciones que salen de lo diarios estos días, los cruceros contaminan muchísimo por la emisión de los gases SOX (óxidos de azufre). No se puede  cambiar salud por contaminación-riqueza”. (El País, Cartas a la Directora, 6 de agosto de 2019).
 Economistas sin Fronteras habla de una “globalización descompensada”. (30 de noviembre de 2016). A la globalización capitalista no le interesa la contaminación, sino el dinero.
Nacida en la segunda mitad del siglo XX, la actual globalización ha supuesto la “imposición” en todo el mundo de un determinado modelo económico: la cultura del libre mercado se ha convertido en la única cultura. El escritor Manuel  Vázquez Montalbán sostiene que la globalización “no es una abstracción, sino una manera de llamar a la fase actual de dominación del sistema capitalista” (Citado por Luis de Sebastián, nacido en1934 y fallecido en 2009, fue  entre otras cosas, catedrático de Economía en el ESADE de la Universidad Ramón Llull de Barcelona, en su libro Razones para la esperanza en un futuro imperfecto, 2003-33, Barcelona, Icaria editorial/Intermón Oxfam).
Antes de imponerse la actual globalización, a lo largo de la historia todos los humanos fuimos alguna vez emigrantes.  En estos momentos, impregnados de la cultura que ha impuesto la globalización, la mayor parte de los políticos  intentan convencernos de que debemos evitar la entrada de inmigrantes, a pesar de que existen múltiples estudios que demuestran  que el aporte neto de los inmigrantes  es positivo, tanto desde el punto de vista económico como social.
Un estudio de La Caixa de 2011 –cuando el porcentaje de habitantes nacidos en el extranjero había superado el 10%- reveló que los inmigrantes aportan a la economía más de lo que reciben. “Los inmigrantes reciben menos del Estado de lo que aportan a la Hacienda pública” sentencian los autores del estudio, elaborado por Francisco  Javier Moreno, del Instituto de Políticas Públicas de CSIC, y por María Bruquetas, profesora de Ciencias Políticas de la Universidad de Amsterdam. (https://www.eldiario.es/desalambre/Espana-inmigracion-ventajas_0_783222076.html)
Puede resultar paradójico que en un país de emigrantes, como es España, haya calado un discurso que muestra a las migraciones, no como un fenómeno normal, sino como un problema que hay que regular, mantener o controlar, a menudo mediante métodos que violan los derechos humanos más básicos.

viernes, 9 de agosto de 2019

Armas sin control


En 1987 los presidentes Reagan y Gorbachov  firmaron el tratado conocido por las siglas INF (Intermediate Range Nuclear Forces), que supuso el final de la Guerra Fría, que nunca olvidaremos quienes vivimos esos años. El sábado último (3 de agosto de 2019) terminó la vigencia  del que se considera una de los mejores acuerdos internacionales del siglo XX.
Después de ese tratado se preé la desaparición de otros.  “Sin tratados limitativos, sin multilateralismo, sin controles mutuos y sin medidas de confianza, la seguridad de las superpotencias se fía de nuevo el crecimiento de los presupuestos de defensa, en la búsqueda de armas milagrosas y, finalmente, en la amenazadora escalada armamentística”. (“Armas sin control”, El País, 5 de agosto de 2019).
Y así estamos ahora. Armas sin control. Descontrolada fabricación, compra y venta de armas. El crecimiento económico de un país se mide por el Producto Interior Bruto (PIB). El PIB aumenta con la fabricación de armas. Para algunos dirigentes políticos, tan importante como el PIB es el concepto de “seguridad nacional”, aunque, en realidad, a lo que conducen las  armas es a la guerra con una multitud de “daños  colaterales”.  Son daños colaterales  la muerte de personas, entre ellas, niños y niñas inocentes.
Además, la fabricación de armas supone un gasto innecesario de recursos naturales  y de dinero que podría utilizarse para satisfacer las necesidades de sus ciudadanos; ello sin contar con la creación de problemas  de contaminación o contribución al cambio climático.
En la presentación  de un nuevo submarino nuclear, el presidente francés, Emmanuel Macron, dijo: “Lo que se construye aquí es la independencia de Francia, nuestra soberanía, es nuestra libertad de acción, nuestra propia condición de gran potencia mundial”.  (“Francia refuerza su flota con un nuevo submarino nuclear”, El País, 13 de julio de 2019)
La ceremonia de presentación de ese nuevo submarino nuclear  “no fue más que la celebración del fin de la construcción del primero de los seis submarinos previstos en el programa Barracuda, que comenzó con tres años de retraso y de alto coste: en total, las seis unidades previstas costarán 9.100 millones de euros”.  ¿De dónde sacará el gobierno francés ese dinero? ¿No hay en Francia ninguna persona que carezca de lo que es imprescindible para llevar una vida digna?  ¿Son los submarinos nucleares  más importantes que las personas?
   En la misma página del periódico en el que se daba esa noticia figuraba otra que se titulaba “Cientos de sin papeles ocupan el Panteón de París”. En ella se indicaba que varios centenares de inmigrantes , es decir, seres humanos,  “fueron desalojados ayer (12 de julio) por la policía del Panteón de París, monumento que habían ocupado para reclamar su regularización, alojamiento  y un encuentro con el primer ministro, Édouard Philippe, para discutir sobre la política migratoria de Francia”. La acción coincidió con el anuncio, efectuado desde la otra orilla del Sena por la alcaldesa Anne Hidalgo, de que París condecorará a Caroline Rackete, capitana del barco Sea Eatch 3, convertida en símbolo de la lucha contra la política antinmigración del ministro del Interior italiano, Matteo Salvini.
“La decisión de ocupar la tumba de los grandes héroes de Francia se tomó para denunciar la existencia  de viviendas vacías en la capital francesa. Los manifestantes también protestan contra la retención de los migrantes en los centros que califican –igual que han hecho en las pasadas semanas numerosas asociaciones- de prisiones para los extranjeros”.
¿Recuerdan ustedes lo que decía el senegalés Felwine Sarr acerca de que la hospitalidad es un derecho?  (“África”, 19 de junio de 2019)

miércoles, 7 de agosto de 2019

Política migratoria


El 3 de octubre de 2013, 368 personas –niños, mujeres y hombres- perdieron la vida en un naufragio en la costa de Lampedusa, Italia. 
La plataforma Tu Mueves Europa quiere que Europa conmemore ese trágico aniversario cada año, para mostrar nuestra solidaridad con los inmigrantes. Se pide que ese día sea el Día Europeo de la Memoria y la Acogida. Esta plataforma quiere mostrar a nuestros representantes políticos que los ciudadanos europeos se solidarizan con los inmigrantes y no quiere más muertes en el Mediterráneo.
La tragedia en el Mediterráneo continúa. Un grupo de abogados internacionales denuncia la política migratoria de la Unión Europea por crímenes contra la Humanidad.(El País, 3 de junio de 2019).
En palabras de Céline Bardet, jurista internacional especialista en crímenes de guerra, “los migrantes siguen intentando huir en pateras y otras embarcaciones precarias, primero de sus países, y después de las atrocidades de los campos libios en los que les torturan, los matan de hambre y a menudo los violan”. La Unión Europea ha declarado oficialmente  que considera “la crisis migratoria prácticamente terminada”.  “Se felicita por haber traspasado el problema, en gran parte, a Estados como Turquía y Libia y haber entrenado a golpe de millones de euros a los guardacostas libios, lo que hace posible que la mayor parte de los migrantes que antes emprendían el viaje ahora ya no puedan hacerlo, pero, sobre todo, que los que lo emprenden sean interceptados y devueltos a Libia”.  
Escribe Céline Bardet que “sin embargo, la defensa de los derechos fundamentales por los que tanta gente lucha en el mundo  es lo único que salvará a la UE. (El País, “La fractura de Europa”, 2 de agosto de 2019).
 El 3 de octubre será un día para reflexionar sobre estas muertes; un día para revindicar políticas de acuerdo con nuestros valores  europeos; un día para recordar el pasado, para corregir el presente y para visualizar un futuro europeo de solidaridad y respeto para todas las vidas humanas.
En el documento preparado por la plataforma Tu Mueves Europa, se menciona a la organización Snapshote from Borders, un proyecto de 3 años cofinanciado por la Unión Europea dentro de la línea presupuestaria “EuropeAid DEAR”, integrado por 35 socios que son Autoridades locales fronterizas y organizaciones de la sociedad civil. El objetivo de Snapshote from Borders es mejorar la comprensión crítica de las decisiones políticas a nivel europeo, nacional y local, y de la opinión publica acerca de las interdependencias globales que determinan los flujos migratorios hacia las fronteras europeas, con la perspectiva de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en especial los objetivos 1 (fin de la pobreza), 5 (igualdad de género), 10 (reducción de las desigualdades), 11 (ciudades y comunidades sostenibles) y 16 (paz, justicia e instituciones sólidas). http://www.snapshotsfromtheborders.eu/spain-project/
En parecida línea trabaja Ashoka, entidad que organiza encuentros que atraen a empresarios sociales de todo el mundo para colaborar en temas que van desde el tráfico de personas a la resolución de conflictos. El proyecto “Hello Spain . La innovación social para la migración en España”  pretende aplicar en España el proyecto Hello Europa, una iniciativa creada en 2016 en respuesta a esta necesidad. El modelo, entonces creado, se ha probado con éxito en Alemania, Austria y Holanda.
¿No escucha Bruselas a una ciudadanía que se organiza y decide dejar de respetar la ley cuando se vuelve inmoral e injusta? El último ejemplo lo constituye el apoyo masivo a la capitana de Sea-Watch 3. ¿Qué decir de una sociedad cuando llega a ese punto? Diga lo que diga la UE, es evidente que no pueden aplicarse políticas migratorias restrictivas más que violando los derechos humanos. 
La jurista internacional, Célina Bardet, escribe que, entre otras cosas, “es necesario que la UE recupere su peso político respecto a los países en los que financia programas,  que imponga unas normas de respeto a los derechos humanos como condición para esa financiación. Y hay que abordar la situación en Libia”.  Según ella, “los inmigrantes pueden reforzar a la población activa, estimular  las inversiones e impulsar el crecimiento. Por eso, lo que debemos cambiar es el enfoque y el relato, para que quede claro que el flujo migratorio no es el drama que se vive hoy sino que puede   ser una solución para nosotros, los europeos”.

domingo, 4 de agosto de 2019

Reuniones estivales de Google


Acabo de leer en el periódico (El País, 2 de agosto de 2019) que Google ha invitado  a “cientos de personas a Sicilia para hablar del planeta”. Hacer un balance del actual estado de nuestro planeta no es tarea sencilla, pero, en estos momentos, sumamente importante. La Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha abordado este tema en una colección de 11 obras editadas por El País. Y el 25 de septiembre de 2015, los 193 Estados miembros de Naciones Unidas aprobaron la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible que incluye 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).  ¿Qué se propone Google con la citada reunión estival ¿Aportar su granito de arena? ¿A qué especialistas ha invitado para hablar del planeta?
Es el séptimo año que la empresa tecnológica de California ha montado,  según el periódico, “una mezcla entre una reunión y un exclusivo campamento de verano”: una reunión por las mañanas para debatir acerca de los temas más candentes del momento y, por las tardes, “navegar plácidamente por el Mediterráneo”.
No sé nada de las personas, especialistas, que participaron en las seis anteriores reuniones.  En la reunión de este año, Sergey Brin y Larry Page “fundadores de Google” han escogido personalmente “la exclusiva lista de invitados y ponentes y la temática. Este año se centra en el estado del planeta, la privacidad en Internet, los derechos humanos y la política. Todo aderezado con cenas y recitales. La de la primera noche estuvo servida por Ritu Dalmia, uno de los chefs indios más importantes de Italia y que tiene un afamado restaurante en Milán”. El ágape tuvo lugar al atardecer, con largas mesas “vestidas con flores, velas, mantelerías y copas de cristal”.
¿Quiénes fueron este año los invitados? Forbes estima que fueron 300, entre los que estaban “DiCaprio, Orlando Bloom y Katy Perry, los cantantes Harry Styles y Joe Jonas, los actores Pryanka Chopra y Tom Cruise, el empresario Lapo Elkann, la diseñadora Stella McCartney,  el chef Massimo Bottu o el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg”.  Algunos de ellos incluso llegaron a pronunciar algún discurso, por ejemplo,” el príncipe Enrique de Inglaterra charló, descalzo, acerca del medio ambiente”. La autora de la noticia, María Porcel, se pregunta si son las personas invitadas son las más adecuadas para hablar de derechos humanos o instruir sobre medio ambiente.  Y, como ejemplo de incoherencia,  escribe: “Según los diarios locales, la llegada de tanto famoso y tanto jet privado ha saturado aeropuertos, torres de control y servicios de seguridad. Solo el domingo aterrizaron 40; se calculan un total de 114 jets para el evento. Y aunque el medio ambiente es la principal preocupación, el evento no es exactamente sostenible: esos  aviones, en sus 114 vuelos entre Los Ángeles y Palermo, suponen una emisión a la atmósfera de 100.000 kilos de dióxido de carbono. Todo muy eco, pero lo de compartir vuelo no parece una opción”.
No soy capaz de adivinar, que pretende Google al organizar estas reuniones estivales. Los asistentes tienen que pagarse el viaje. Luego Google corre con la estancia en un “complejo hotelero con apartamentos separados y zonas comunes frente al mar”. Algunos se alojan en sus yates. En busca de la razón por la cual Google lleva ya siete años organizando esta reunión estival,  me puse a buscar cosas sobre Davos, el Club Bilderberg y Coachella, pues la autora de la noticia indicaba que esas reuniones de Google era un híbrido de ellas. Entiendo por híbrido al “producto de elementos de distinta naturaleza” (DEL).
Coachella es un gran festival de música que se desarrolla durante tres días en la última semana del mes de abril en Indio, California, Estados Unidos.
Davos, Foro de Davos, es una fundación sin ánimo de lucro con sede en Ginebra, que se reúne anualmente en Davos (Suiza). Allí se reúnen los principales líderes empresariales, líderes políticos internacionales, así como periodistas e intelectuales selectos para analizar los problemas más importantes del mundo, entre ellos la salud y el medio ambiente desde 1991.
El Club o Foro Bilderberg es una reunión a la que asisten aproximadamente 130 personas influyentes del mundo, mediante invitación. La prensa no tiene ningún tipo de acceso a esas reuniones, a pesar de la cual siempre tiene lugar alguna filtración.  En más de una ocasión, el grupo ha sido acusado de conspirar para imponer un gobierno mundial.
Con esos datos no me atrevo a opinar sobre el objetivo de las reuniones estivales de Google. ¿Qué piensan ustedes?

viernes, 2 de agosto de 2019

Homo sapiens frente a Homo economicus


¿Quiénes, para qué y por qué se ha empezado a fabricar unas máquinas que dicen esta dotadas de lo que se ha dado en llamar “inteligencia artificial”?  ¿Qué diferencia existe entre esa inteligencia y la inteligencia humana?  ¿Cuál de las dos nos puede llevar a un mundo sostenible?
El ser humano, Homo sapiens, a través del proceso de humanización, ha ido desarrollando, a diferencia del resto de seres vivos,  sentimientos  conscientes y manejables entre los que destacan la solidaridad, el amor al prójimo, la empatía, el compromiso con determinadas causas, etc. Se ha hecho cada vez más “humano”; ha ido construyendo lo que denominamos “conciencia humana”, que nos va separando, cada vez más, del resto de las especies animales y vegetales con las que compartimos el mundo. Si bien el ser humano tiene también elementos negativos en su esencia; a diferencia del resto de los seres vivos en que solo él puede manejarlos consciente y racionalmente y ser cada vez más humano.  
Numerosas personas, preocupadas por este tema, señalan que en estos últimos años está teniendo lugar una importante pérdida de humanidad.  Los estudiosos preocupados por este tema no se cansan de señalar que  es necesaria la activación del proceso de humanización para evitar un suicidio colectivo. Es necesario distinguir entre inteligencia y sabiduría, y empezar a actuar sabiamente. 
¿Qué ha sucedido para que haya tenido lugar ese inesperado retroceso en el proceso de humanización?
La razón por la cual, en la actualidad, en gran número de personas, se ha detenido o retrocedido en el proceso de humanización  tiene su origen en la sustitución del Homo sapiens por el Homo economicus.  Homo economicus es una expresión latina que se refiere a un modelo de comportamiento utilizado en economía: el hombre económico es una persona racional que trata obtener los mayores beneficios con un mínimo esfuerzo (Teoría de la elección racional).  Se adoptó este modelo económico porque se “creyó” que la suma de intereses individuales coincidiría con el interés social. 
Para el Homo economicus no existe la ética, ni la empatía, ni límites medioambientales, ni derechos humanos, ni justicia social. Ni bienes comunes de la Humanidad, …
Todo lo anterior viene a cuento del tema de la inteligencia artificial que están desarrollando grandes empresas tecnológicas dirigidas por Homo economicus,  no por Homo sapiens.   La mayoría de los científicos llaman la atención acerca de las consecuencias  sobre los seres humanos. Todos coinciden en que es urgente regularla antes de que quede bajo el control irreversible de compañías  gigantes o gobiernos autoritarios.  Es necesario poner coto a las grandes corporaciones antes de que sea tarde.  Distintos expertos señalan la amenaza que supone la concentración de poder en un pequeño número de gigantes tecnológicos,  gigantes que desconocen en qué consiste el proceso de humanización y el papel que puede jugar en el desarrollo de un mundo sostenible.
Las máquinas carecen de sabiduría, facultad de las personas para actuar con sensatez, prudencia y acierto: se limitan a hacer aquello para lo que se han programado.
La solución se encuentra en el aumento del número de personas que se están comportando como seres vivos Homo sapiens y que con su comportamiento están eclipsando el capitalismo (expresión de Jeremy Rifkin, La sociedad de coste marginal cero, 2014, Paidós) o caminando hacia un nuevo futuro (en palabras de Paul Mason. Postcapitalismo. 2016. Paidós)