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miércoles, 19 de octubre de 2011

Los mercados

     Si son "los mercados" los que deciden el futuro y el presente de los mercados, convendría saber quiénes son "los mercados".

     Desde que se difundió -a comienzos de la década de 1950-1960- la teoría del "capitalismo popular", los mercados están compuestos por miles de millones de personas anónimas. En realidad, no totalmente anónimas, puesto que se les puede poner nombre y apellidos: son los que tienen ahorros en forma de fondos de pensiones o cualquier otro tipo de fondo, o en acciones, gestionados, todos ellos, por intermediarios financieros. Todos esos intermediarios financieros hacen todo tipo de cálculos estratégicos para ganar dinero cantante y sonante a corto plazo. Manuel Castells, uno de los sociólogos más valorados en estos momentos, ha escrito en un artículo, publicado en le periódico La Vanguardia:  "Así funcionan las finanzas, de eso dependen los dividendos para los accionistas y, sobre todo, las comisiones y primas para los operativos financieros. Y esa ganancia a corto plazo se obtiene por múltiples medios ...".

     ¿Qué es eso del "capitalismo popular"?  El capitalismo popular, es decir, el que cualquier ciudadano puede participar en el mercado de capitales, formaba parte de la teoría de la filtración o permeabilidad . Sin embargo, el hecho de que algunos ciudadanos de los países ricos pudieran comprar y vender en el mercado de capitales, no significó nunca nada, ni mucho menos supuso una transformación del sistema: son muchos los que afirman que fue una "tapadera".

     Si todos somos "los mercados", ¿que se puede hacer? Me es muy difícil contestar a esa pregunta. No obstante, he aquí dos posibles actuaciones: una, recurrir a la banca ética; y otra, participar en las Juntas de Accionistas.

     He leído que en una de las últimas Juntas de Accionistas del Banco de Santander en una intervención, grabada en video, dijo, entre otras cosas:

     "Mientras se iba abriendo la fosa de la destrucción de empleo, en la que millones de condenados perdían su esperanza y su dignidad, ustedes se forraban a espuertas sin el más mínimo recato ni pudor".

     "Usted es alguien que hace política con mayúsculas y sin mojarse, además de ser un poderoso líder en la sombra, ajeno al escrutinio público".

    "Ustedes son los que gobiernan a los que dicen representarnos".
     (El video puede verse en la versión digital de El diario palentino, blog de Elisa Docio).

     Aunque creo que no es muy habitual, sé que algo parecido tuvo lugar en una Junta de Accionistas de Repsol YPF, en la que una persona de la ONG Intermón Oxfam, en nombre de cuatro fondos de inversión y 900.000 acciones -la ONG  no tiene dinero invertido en esta compañía- denunció su comportamiento en Bolivia y exigió que cambiase su manera de actuar en los países subdesarrollados en los que se instala.

     Ignasi Carreras, director del Instituto de Innovación Social de la Escuela de Negocios ESADE, cree que las Juntas de Accionistas son una magnifica plataforma, por una parte, para divulgar el fenómeno y por otra, porque al presidente no le queda más remedio que escuchar "de primera mano críticas que raramente le habían llegado antes directamente".  (Leído en Activismo en lo púlpitos del poder económico, EL PAIS, 9-V-2008)

12 comentarios:

Óscar Gartei dijo...

Tienes razón, uno de los pocos medios para controlar esto es participar en las decisiones que toma la empresa. El problema es que ello requiere la tenencia de un buen número de acciones, es decir, de peso político en la Junta de Accionistas.

He llegado a pensar que las empresas se han transformado en una especie de Frankenstein. El ser humano las ha creado y se las han escapado de las manos; son ellas, con sus intereses -humanos-, las que deciden hoy el rumbo del mundo. Veo a los políticos como meras marionetas. ¿Miramos a ver de quién es la mano que remueve sus entrañas?

Un saludo.

Juliana Luisa dijo...

Necesitaríamos saber cómo funcionan esas Juntas de Accionistas. Me da la sensación de que la persona que intervino en la Junta de Accionistas no tenía muchas acciones. Intermón Oxfam iba en representación de mucha gente, quizás para tener más fuerza.
Un saludo

J. Felipe dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
J. Felipe dijo...

Pero realmente habría que saber si a los altos ejecutivos les importa mucho lo que piensen los accionistas minoritarios. O si es que los utilizan para justificarse ante una junta a la que realmente manipulan desde el poder que les otorgan sus Consejos Ejecutivos y todo ese tipo de artimañas que, al fin y al cabo, los que le sirven es para percibir sueldos y prebendas multimillonarias. Pero sí, claro que tienen nombre y apellidos pero los medios ya se cuidan de ocultarlo u ocultar su condición de tales.

Juliana Luisa dijo...

No conozco todas esas artimañas, pero si que sé que esos accionistas pueden pasarse a la Banca Ética.
Un saludo

Arcadio R.C. dijo...

Comparto la opinión de tus anterioreas comentaristas. Una junta de accionistas no es un órgano democrático en el entido de un accionista un voto, sino de una acción un voto, de modo que el propietario del 50% tendrá la mayoría absoluta él solito. Naturalmente los que manejan a las empresas por acciones nunca necesitan llegar a ese porcentaje.
El problema es que lo del capitalismo popular es una expresión vacía. Los ciudadanos corrientes sólo accedemos a las migajas, con lo que álgunos se sienten partícipes del banquete.
La Banca Ética como el Comercio Justo y otras iniciativas altruistas son obras excelentes, pero se me antoja que no son suficientes para sustituir el sistema, ni siquiera me parece que sea eso lo que buscan, y la cuestión es el sistema.
Un tema interesante. Gracias. Saludos

Juliana Luisa dijo...

La Banca Ética y el Comercio Justo buscan corregir los defectos del sistema, lo que sucede es que todavía no tienen la clientela que es necesaria para hacer frente, por una parte, a los bancos que no tienen escrúpulos, por ejemplo, en participar en actividades irresponsables (entre ellas, armamento o apropiación de tierras fértiles en los países en desarrollo) y, por otra, al comercio injusto. ¿Qué pasaría si todo el café que se consumiera fuera de Comercio Justo? Seguro que las, prácticamnente, cuatro multinacionales que monopolizan la compra de granos de café a los países subdesarrollados cambiaban las condiciones de compra, ahora "leoninas".
Muchas gracias por vuestros comentarios.
Un saludo

Camino a Gaia dijo...

Clara y sencilla exposición. Lo que ocurre es que el hecho de que quien tenga algo de dinero pueda participar no implica que tenga la fuerza suficiente. Hay que cuantificar que porcentaje tienen los pequeños accionistas y cual los grandes. Creo que el "capitalismo popular" tiene mas de maquillaje que de verdadera y efectiva participación.
Aún así, y suponiendo un capitalismo idílico, creo que el sistema está viciado en sí mismo. La exigencia del sistema sigue siendo de un crecimiento continuo e ilimitado. Creo que es necesario desarticular el mecanismo vírico y las retroalimentaciones del sistema para poder llegar a un cambio real.

Diego Escribano dijo...

Muy buena la reflexión

Vicky Moreno dijo...

Excelente artículo, pero ¿qué son todos esos Frakenstein, todos esos mecanismos víricos, más que la propia ambición del ser humano. No creo que los malos sean los otros. Todos queremos el máximo beneficio de nuestras inversiones y no nos preocupamos de la sangre que vaya a financiarse con nuestro ahorro. De hecho, si no invertimos más en los bancos éticos, el cultivo ecológico o el comercio justo es porque no "nos sale a cuenta", es decir, pueden no parecernos tan solventes como un banco "grande" (aunque sucio); no tenemos seguridad de que sean auténticamente "ecológicos" (los caros productos sanos), ni nos queda claro que no hay que comprar los productos made in china cuando hace nada hacíamos cuestaciones por "los chinitos"... ¿No confiamos por ignorancia o porque somos capaces de aquello que tememos?
Todos estamos contaminados de ambición y afán de lucro. Pecamos poco cuando tenemos poco, pero que no nos pongan en el sitio y hora de justificar la licitud de nuestro beneficio, porque, ignorando con cualquier excusa la magnitud de los efectos, sintiéndonos respaldados por el ejemplo de los que hacen lo mismo, también seríamos Judas.

Poderio dijo...

Vicky, felicidades, hacia mucho que no veia una explicación tan clara y honesta del problema (es decir, nosotros mismos).
Yo estoy de acuerdo en cantar las 40 a los responsables de una empresa en la junta de accionistas. Es una forma de hacer oir opiniones discordantes.
En cuanto a la banca etica . . . hasta donde yo se, solo se abstiene de invertir en empresas probelmaticas (armmentisticas, tabaco, etc ...), pero no puede evitar una gestion agresiva de las inversiones, salvo que como dice Vicky no obtenga mas que rentabilidades nimias.

Juliana Luisa dijo...

Vicky Moreno:
Creo que tu posición es demasiado pesimista. Si es así, si somos así, no hace falta que hablemos: desapareceremos de la faz de la Tierra, como desaparecieron los dinosaurios.

Poderío:
Ya ves que no estoy de acuerdo contigo. Me parece honesta la posición de Vicky, pero eso no quiere decir que se crea que no podemos cambiar. Pienso que, en general, hemos sufrido un lavado de cerebro, hemos caído en una secta cuyo dios es el dinero; ahora nos queda abrir los ojos.

Un saludo