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martes, 17 de julio de 2012

Aluvión de médicas

     Haciendo una excepción, voy a comentar un artículo publicado hace unos días y titulado El aluvión de médicas aún encuentra recelos; "haciendo una excepción" porque nunca he sido -y sigo sin serlo- feminista.

     Según el periodista, "especialistas como Serafín Málaga, presidente de la Asociación Española de Pediatría (AEP), creen que si no se toman medidas, esta mayoría femenina derivará en un creciente número de problemas en los servicios debido a la frecuencia de bajas por maternidad o los permisos derivados de la conciliación de la vida faniliar y profesional". El problema, hay que decir a este señor,  no es ese sino, por una parte, que el trabajo -de la clase que sea- no esté organizado de forma que tanto el hombre como la mujer puedan conciliar su vida profesional con su vida familiar, y, por otra, que los hombres no sientan la necesidad de conciliar su vida profesional con su vida familiar.  Por lo demás, es absurdo hablar de bajas por maternidad en un país con una tasa de fertilidad de 1,47 hijos por mujer.

     En un artículo de opinión publicado en la misma página, Gabriela Cañas se pregunta: ¿cómo es que estos médicos no se preocupan por esos mismos inconvenientes en el sector de la enfermería, cuyo trabajo tanto repercute em el de los facultativos?  Más del 80% son mujeres. Hacen guardias y largas jornadas. De ellas depende en gran parte el buen funcionamiento de los centros sanitarios. ¿Por qué no les inquieta? ¿No será que eso no amenaza su estatus laboral ni su estatus profesional".

     Es curioso que ninguna de las personas citadas se haya preguntado a qué se debe esa "feminización de la Medicina". En los exámenes de Selectividad las chicas suelen sacar mejores notas que los chicos. Eso me indicó el decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Valladolid cuando tuve que asistir al acto de entrega de diplomas Fin de Carrera en esa facultad. Todas las titulaciones con numerus clausus a la larga experimentan un proceso de feminización.

     En general, las chicas son más trabajadoras que los chicos. (El porqué es tema aparte). Eso, sin duda, ha creado más de un problema ya a nivel de Enseñanza Primaria: los niños sabedores de que Pepita siempre lleva hechos los deberes, no se molestan en hacerlos; no solo es que Pepita deja que le copien los deberes, es que, además, Pepita siempre lo sabe todo. Esta constatación explica que algunos padres de hijos varones hayan solicitado aulas de chicas y aulas de chicos.

     No está mal que sean maestras o enfermeras, pero médicas... ya es demasiado, dicen algunos varones. Gabriela Cañas indica que una de las soluciones apuntadas es "buscar un modelo laboral diferente"; desde luego, inferior.

     Sin embargo, la tónica general es que hay muchos problemas, incluso relacionados con el actual sistema económico, que podrían resolverse si mujeres "no contaminadas" empiezan a imponer su manera de hacer las cosas. No solo piensan así las mujeres de Islandia, sino también ilustres economistas y humanistas como José Luis Sampedro y todas las personas que trabajan en el Tercer Mundo, como, por ejemplo, el "banquero de los pobres".

3 comentarios:

Óscar Gartei dijo...

Los modelos patriarcales todavía condicionan nuestra sociedad, y los cargos más preeminentes han yacido tradicionalmente en manos de hombres. Pero los tiempos cambian y la sociedad abre los ojos: no se deben clasificar los trabajos en función de si son para "hombres" o para "mujeres". Creo que todos son capaces de hacer el mismo desempeño, y el futuro pasa por ahí -incluso evolutivamente sospecho que también-, aunque los sectores más conservadores se vean amenazados.

Que haya más o menos médicas no es grave; si han estudiado y sacado buenas notas, se lo merecen como el que más. ¿O acaso prefieren hospitales llenos de profesionales mediocres?

Juliana Luisa dijo...

Sé que perteneces al sexo masculino y te ruego que no te enfades si te digo que ya es hora de que os deís cuenta de que hombres y mujeres están hechos exactamente de la misma "arcilla".

Un saludo

Óscar Gartei dijo...

No me enfado, y quiero creer que las nuevas generaciones ya lo dan por hecho. Aunque luego veo algún que otro cenutrio por ahí que parece sacado de las cavernas...