Debe quedar claro, en primer lugar, que ninguna especie animal actúa en contra de su especie y segundo que la especie humana es la única que es capaz de experimentar un proceso de humanización por el cual desarrolla las características que se asocian con la humanidad, lo que supone comportamientos que promueven la empatía, la compasión y el respeto hacia los demás. Este proceso de humanización puede experimentar altibajos, que dependen del ser humano. El parámetro de medida del grado de humanización de un der humano es la ética.
Estoy diciendo esto, primero, porque en cualquier guerra el ser humano actúa en contra de los miembros de su especie, algo que como, ya he indicado, no hace ninguna otra especie animal. Y segundo, la guerra supone un gran retroceso en el proceso de humanización.
Digo lo anterior por una noticia que he leído en El País de hoy (22 de febrero de 2024), titulada "Una derrota de Ucrania tendría efectos devastadores para Europa y el mundo, en la que se indica que el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, alerta de que no hay otra opción que seguir apoyando a Ucrania, lo que supone seguir con la guerra con Rusia.
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