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jueves, 19 de septiembre de 2024

Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR)

     Ha pasado una semana desde que lo Comisión Española de Ayuda al  Refugiado (CEAR) pusiera en funcionamiento en Alcalá de Gualdarí (Sevilla, 76,839 habitantes) un dispositivo de acogida humanitaria para atender a 85 migrantes subsaharianos solicitantes de asilo. Los vecinos de la plaza de la Zarzuela, donde se ubica el hotel en el que están alojados, han dejado de hacer corrillos para hablar sobre los refugiados y ahora intercambian saludos con  ellos.

     "Se trata de uno de los muchos dispositivos de acogida que CEAR tiene abiertos en toda España, también en la provincia de Sevilla, explicaba Lourdes Navarro, coordinadora de de la entidad. Los migrantes que han llegado a Alcalá de Guadaría estaban en otro centro de Ganada y han pasado ya por otros dispositivos de CEAR en la Península por lo que "tienen ya un grado de integración y conocimiento de nuestro país". La mayoría proviene de Malí, Senegal o Mauritania y están pendientes de que se les comceda el asilo, después de huir de conflictos bélicos,

      Durante los próximos cuatro meses -está previsto que el centro de acogida cierre sus puertas el 31 de diciembre de este año- el equipo de técnicos de CEAR continuará tramitando sus permisos de trabajo, impartiendo clases de español y buscando los cursos de formación que les permita su plena inserción laboral.  "en los centros que tenemos en el resto de la provincia la integración a funcionado a la perfección, estoy segura de que en Alcalá va a pasar lo mismo", aseguraba Navarro. 

     "No somos peligrosos, hemos venido a buscar protección internacional. no a hacer cosas que ni están bien. Como cualquier otra persona, queremos mejorar nuestras vidas". Así se dirige Bocar a quienes los señalan por ser de otra raza, y están cargados de prejuicios y odio, Bocar  llegó ha ce 11 meses a uno de los centros de CEAR, junto con otros migrantes subsaharianos. Abandonó Malí a los 16 años, después de que los yihadistas quemaran las tierras de cultivo de su familia, Estuvo seis años en Mauritania donde trabajó como albañil y cuidado a un niño, pero las malas condiciones económicas y la inseguridad lo impulsaron a surcar el Atlántico en patera hasta los islas Canarias en 2023.

     La semana que viene, Bocar obtendrá su permiso de trabajo. También empezará un curso de informática y en noviembre otro de albañilería. Quiere quedarse en Sevilla. También le gustaría retamar los estudios, pero antes quiere aprender bien castellano. (Fuente: El País. 19 de septiembre de 2024)

     Un claro ejemplo de personas verdaderamente humanas: empáticas, sociales y solidarias, en otras palabra pertenecientes a la especie animal Homo sapiens

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