Se nos acaba de informar que "la prostitución, el contrabando o las drogas también serán riqueza nacional" (titular de una de las noticias). Y uno se pregunta: ¿hay, entre los preocupados por el tema de la riqueza de la naciones, alguien mediadamente sensato, para darse cuenta de que esas actividades nunca pueden contribuir a la riqueza de una nación?
En el cuerpo de la noticia se indica que para evaluar la riqueza de una nación se utiliza el producto nacional bruto (PIB). El PIB mide el valor de las suma total de bienes y servicios generados durante un periodo de doce meses. Pero no distingue entre las actividades económicas que realmente mejoran la calidad de vida de la sociedad y negativas que empeoran dicho estándar. Ahora se pretende aumentar estas últimas.
Según el diccionario de la RAE, "riqueza" es la "abundancia de bienes y cosas preciosas". ¿Qué "bienes y cosas preciosas" pueden derivarse de las actividades indicadas? La riqueza de una nación aumenta cuando aumenta el bienestar de sus ciudadanos, es decir, cuando disminuye el número de hogares sin luz ni calefacción por falta de dinero para pagar el correspondiente recibo; el número de familias expulsadas de lo que era su hogar también por falta de dinero; cuando no haya niños que tengan que comer gracias a la caridad de personas solidarias; cuando .....; cuando .... Es una insensatez pensar que al aumentar el PIB, incluyendo en su cálculo la prostitución, el contrabando o las drogas, aumentará la riqueza nacional.
A lo largo de los años se han llevado a cabo varios intentos de establecer una alternativa viable al PIB. El índice se bienestar económico sostenible (IBES), el indicador de progreso real (IPR), el índice de desarrollo humano de Naciones Unidas (IDH), y el índice de bienestar económico (IBE) son algunos de los indicadores de mayor popularidad. Pero ninguno del agrado del imperante sistema económico-social, preocupado por aumentar la cifra de negocio de las grandes empresas. La crisis, cuyas consecuencias estamos sufriendo, en realidad, ha sido un golpe de Estado que ha sustituido la democracia (gobierno del pueblo) por una plutocracia (gobierno de los ricos).
Asusta constatar que la Unión Europa no haya hecho frente a ese golpe de Estado y asusta el hecho de que los ciudadanos estén tardando tanto tiempo en darse cuenta.
El contenido de este blog se ha cedido al dominio público: puede ser copiado, parcial o totalmente, sin previo permiso de la autora.
martes, 17 de junio de 2014
miércoles, 11 de junio de 2014
Dos modelos sociológicos
A. Teoría de la elección racional B. Teoría de la elección pública
A. Teoría que carece de base científica, defendida por el imperante sistema económico-social.
B. Teoría que se apoya en los resultados de múltiples experimentos realizados en psicología y neurociencía
A. El ser humano es individualista y egoista; se comporta como una máquina de calcular
B. El ser humano es un ser sociable, dotado de empatía; es un ser con razón y sentimiento
A. Actividades del ser humano: producir, comprar y vender
B. Actividades del ser humano: pensar, crear, sentir.
A. Desconoce la existencia de derechos humanos. Distingue dos clases de ciudadanos: a) los que tienen dinero para participar en la economía y contribuir al crecimiento económico; y b) los que no tienen dinero y, por tanto, no contribuyen al crecimiento económico. Estorban.
B. Todos los seres humanos son iguales. Nadie elige su lugar de nacimiento. Distingue entre desarrollo humano y crecimiento económico. Considera que el crecimiento económico no puede ser un fin en sí mismo, sino un medio para aumentar el desarrollo humano.
A. Conduce al precipicio
B. Abre el camino hacia una cooperación social próspera y pacífica.
Se hace necesario un cambio de valores. Como señalan muchos pensadores, la actual crisis, además de económica y ecológica, es una crisis de valores. Tres crisis interdependientes; las tres deben resolverse al unísono.
A. Teoría que carece de base científica, defendida por el imperante sistema económico-social.
B. Teoría que se apoya en los resultados de múltiples experimentos realizados en psicología y neurociencía
A. El ser humano es individualista y egoista; se comporta como una máquina de calcular
B. El ser humano es un ser sociable, dotado de empatía; es un ser con razón y sentimiento
A. Actividades del ser humano: producir, comprar y vender
B. Actividades del ser humano: pensar, crear, sentir.
A. Desconoce la existencia de derechos humanos. Distingue dos clases de ciudadanos: a) los que tienen dinero para participar en la economía y contribuir al crecimiento económico; y b) los que no tienen dinero y, por tanto, no contribuyen al crecimiento económico. Estorban.
B. Todos los seres humanos son iguales. Nadie elige su lugar de nacimiento. Distingue entre desarrollo humano y crecimiento económico. Considera que el crecimiento económico no puede ser un fin en sí mismo, sino un medio para aumentar el desarrollo humano.
A. Conduce al precipicio
B. Abre el camino hacia una cooperación social próspera y pacífica.
Se hace necesario un cambio de valores. Como señalan muchos pensadores, la actual crisis, además de económica y ecológica, es una crisis de valores. Tres crisis interdependientes; las tres deben resolverse al unísono.
martes, 11 de febrero de 2014
Impuestos
Después de haber obedecido religiosamente el mandato del FMI -una institución internacional totalmente ademocrática interna y externamente- de "rescatar" el sector financiero a costa de los ciudadanos pertenecientes a la clase media y a la clase baja, mediante recortes en los presupuestos destinados a servicios públicos, incluidos -o mejor dicho, principalmente-, sanidad y educación, olvidando nuestra Constitución y la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y después de haber observado la actitud de los ciudadanos, resulta incomprensible que el Gobierno, por motivos electorales, airé la posibilidad de una reducción de los impuestos: resulta incalificable y una grave ofensa a la sensibilidad e inteligencia de los ciudadanos.
En cuanto a los ciudadanos, su falta de reacción solo es explicable si se acepta la evidencia empírica de que, desde el punto de vista evolutivo, de la empatía emanaron la cultura y el lenguaje. Esta evidencia empírica es aprovechada por los grupos sociales a quienes interesa que los ciudadanos no piensen. En hecho de que la cultura pueda ocultar la naturaleza empática del ser humano hace posible la existencia de una élite capaz de llevar a cabo una manipulación cansciente y masiva que hace cada más difícil que se haga patente esa nuestra naturaleza. A través de los medios de comunicación de masas, la educación, la religión y la cultura popular, se consigue que el ciudadano asimile ciertas ideas como "sentido común".
A ese respecto, hay que recordar que, para el imperante sistema económico-social, los ciudadanos pertenecen al "modelo" sociológico de la "elección racional", es decir, supone que todo el comportamiento humano responde a un previo cálculo de costes/beneficios, es decir, los seres humanos se comportan como máquinas de calcular. Esta suposición reporta grandes beneficios a los defensores del actual sistema.
Amartya Sen, premio Nobel de Economía, en un libro titulado Los tontos racionales. Una crítica sobre los fundamentos conductivistas de la teoría económica, sostiene que los principios de este homo economicus son los de un imbécil social, un tonto sin sentimientos que es un ente ficticio sin moral, dignidad, inquietudes, ni compromisos. Este es el "modelo" con el que trabajan nuestros representantes políticos; por eso consideran que el anuncio de una bajada de impuestos puede aumentar el número de votantes a su favor.
Cuando el Gobierno inició los recortes en todos tipos de servicios públicos, la ciudadanía protestó masivamente. Pero esos servicios requieren recursos, hace falta dinero para poder disfrutar de una sanidad y una educación, de calidad, y ese dinero solo puede venir vía impuestos. ¿No parece esquizofrénico defender una educación y sanidad públicas y, simultáneamente, votar a favor de una bajada de impuestos? Este tipo de esquizofrenia solo se puede "curar" cambiando el actual sistema económico-social. Los impuestos solo son un síntoma dentro de otros muchos. La enfermedad ha llegado a una situación tal que o se ataje pronto o peligra el futuro de la Humanidad.
En cuanto a los ciudadanos, su falta de reacción solo es explicable si se acepta la evidencia empírica de que, desde el punto de vista evolutivo, de la empatía emanaron la cultura y el lenguaje. Esta evidencia empírica es aprovechada por los grupos sociales a quienes interesa que los ciudadanos no piensen. En hecho de que la cultura pueda ocultar la naturaleza empática del ser humano hace posible la existencia de una élite capaz de llevar a cabo una manipulación cansciente y masiva que hace cada más difícil que se haga patente esa nuestra naturaleza. A través de los medios de comunicación de masas, la educación, la religión y la cultura popular, se consigue que el ciudadano asimile ciertas ideas como "sentido común".
A ese respecto, hay que recordar que, para el imperante sistema económico-social, los ciudadanos pertenecen al "modelo" sociológico de la "elección racional", es decir, supone que todo el comportamiento humano responde a un previo cálculo de costes/beneficios, es decir, los seres humanos se comportan como máquinas de calcular. Esta suposición reporta grandes beneficios a los defensores del actual sistema.
Amartya Sen, premio Nobel de Economía, en un libro titulado Los tontos racionales. Una crítica sobre los fundamentos conductivistas de la teoría económica, sostiene que los principios de este homo economicus son los de un imbécil social, un tonto sin sentimientos que es un ente ficticio sin moral, dignidad, inquietudes, ni compromisos. Este es el "modelo" con el que trabajan nuestros representantes políticos; por eso consideran que el anuncio de una bajada de impuestos puede aumentar el número de votantes a su favor.
Cuando el Gobierno inició los recortes en todos tipos de servicios públicos, la ciudadanía protestó masivamente. Pero esos servicios requieren recursos, hace falta dinero para poder disfrutar de una sanidad y una educación, de calidad, y ese dinero solo puede venir vía impuestos. ¿No parece esquizofrénico defender una educación y sanidad públicas y, simultáneamente, votar a favor de una bajada de impuestos? Este tipo de esquizofrenia solo se puede "curar" cambiando el actual sistema económico-social. Los impuestos solo son un síntoma dentro de otros muchos. La enfermedad ha llegado a una situación tal que o se ataje pronto o peligra el futuro de la Humanidad.
sábado, 1 de febrero de 2014
Tribunal de Derechos Humanos
Hace unos días, concretamente el 28 del último mes de enero, apareció en la prensa una noticia titulada El Tribunal de Derechos Humanos condena a Irlanda por abusos sexuales.
Copio, a continuación, el inicio de la noticia;
"El Estado irlandés no ofreció la obligada protección a los menores que fueron víctimas de abusos sexuales en colegios religiosos durante la década de los setenta, según el Tribunal Europeos de Derechos Humanos en una sentencia que vuelve a subrayar la connivencia entre la Iglesia Católica y las autoridades del país en aquel escándalo (...)
El veredicto del Tribunal supone una victoria para el empeño personal de la irlandesa Louise O´Keeffe, quien solo tenía 6 años cuando en 1973 fue objeto de repetidas agresiones sexuales por parte del director de la escuela católica en la que estudiaba. (...) El tribunal de Estrasburgo constata que, a pesar de ser consciente de los abusos cometidos por varios religiosos, el Estado continuó sufragando la educación primaria en el sistema escolar nacional sin promover ningún cambio no implementar controles efectivos de protección del alumnado. En definitiva, sin mover ni un dedo y 'eludiendo su obligación de proteger a esos niños', según recoge la sentencia".
"La protección de los niños contra los malos tratos constituye una obligación inherente al Estado". Tribunal de Estrasburgo.
¿Cuánto tiempo debemos esperar para que se publique una noticia titulada El Tribunal de Derechos Humanos condena a España por no proteger a la infancia? A semejanza a la anterior, la noticia podría empezar de este modo:
"El Estado español no ofreció la obligada protección a los menores que fueron víctimas de la austeridad presupuestaria programada por el Fondo Monetario Internacional (FMI) para hacer frente a la crisis financiera de principios del siglo XXI. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos en su sentencia subraya que el Estado español, a pesar de ser consciente del daño que se estaba haciendo a la infancia y de que había otras políticas para hacer frente a la crisis, continuó aplicando el programa de recortes, sin promover ningún cambio, ni implementar soluciones alternativas: no movió ni un dedo y no cumplió con su obligación de proteger a los niños frente a los abusos de las élites financieras".
¿Será necesario que surja alguien como Louise O' Keeffe?
Copio, a continuación, el inicio de la noticia;
"El Estado irlandés no ofreció la obligada protección a los menores que fueron víctimas de abusos sexuales en colegios religiosos durante la década de los setenta, según el Tribunal Europeos de Derechos Humanos en una sentencia que vuelve a subrayar la connivencia entre la Iglesia Católica y las autoridades del país en aquel escándalo (...)
El veredicto del Tribunal supone una victoria para el empeño personal de la irlandesa Louise O´Keeffe, quien solo tenía 6 años cuando en 1973 fue objeto de repetidas agresiones sexuales por parte del director de la escuela católica en la que estudiaba. (...) El tribunal de Estrasburgo constata que, a pesar de ser consciente de los abusos cometidos por varios religiosos, el Estado continuó sufragando la educación primaria en el sistema escolar nacional sin promover ningún cambio no implementar controles efectivos de protección del alumnado. En definitiva, sin mover ni un dedo y 'eludiendo su obligación de proteger a esos niños', según recoge la sentencia".
"La protección de los niños contra los malos tratos constituye una obligación inherente al Estado". Tribunal de Estrasburgo.
¿Cuánto tiempo debemos esperar para que se publique una noticia titulada El Tribunal de Derechos Humanos condena a España por no proteger a la infancia? A semejanza a la anterior, la noticia podría empezar de este modo:
"El Estado español no ofreció la obligada protección a los menores que fueron víctimas de la austeridad presupuestaria programada por el Fondo Monetario Internacional (FMI) para hacer frente a la crisis financiera de principios del siglo XXI. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos en su sentencia subraya que el Estado español, a pesar de ser consciente del daño que se estaba haciendo a la infancia y de que había otras políticas para hacer frente a la crisis, continuó aplicando el programa de recortes, sin promover ningún cambio, ni implementar soluciones alternativas: no movió ni un dedo y no cumplió con su obligación de proteger a los niños frente a los abusos de las élites financieras".
¿Será necesario que surja alguien como Louise O' Keeffe?
viernes, 13 de diciembre de 2013
¿Servicios públicos o mercancías?
Uno de los acuerdos de la Organización Mundial de Comercio (OMC) es el Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios (AGCS) cuyo objetivo es, mediante su privatización, independizar de los Gobiernos prácticamente todos los servicios, es decir, tratarlos como una mercancía. Una, a todas luces, aberración. Una aberración porque solo quien tenga dinero puede adquirir una mercancía, y hay servicios públicos que satisfacen derechos incluidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. (El día 10 de diciembre fue el Día Internacional de los Derechos Humanos)
Con miles de excusas, ninguna de ellas convincentes y ni siquiera veraces, nuestros representantes, elegidos democráticamente, están procediendo a la privatización de, en la práctica, todos los servicios públicos. Las empresas privadas, que ven en ello un negocio, están constituidas en lobbies (grupos de presión), que, en general, son muy potentes.
Sin embargo, según el artículo 1.2 de nuestra Constitución: "La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado"; según el artículo 6; "Los partidos políticos expresan el pluralismo político, concurren a la formación y manifestación de la voluntad popular y son instrumento fundamental para la participación política (...)"; y, por último, según el artículo 23.1: "Los ciudadanos tienen el derecho a participar en los asuntos políticos, directamente o por medio de sus representantes, libremente elegidos en elecciones periódicas por sufragio universal". Si un partido político "concurre a la formación y manifestación de la voluntad popular" mediante engaño, es decir, presentando un programa que no cumple, no está siendo "instrumento fundamental para la participación política" de los ciudadanos, y, por tanto debe ser llevado a los tribunales porque, en el artículo 9.1, "Los ciudadanos y los poderes públicos están sujetos a la Constitución y al resto del ordenamiento"; y en el artículo 9.3: "La Constitución garantiza (...) la interdicción de la arbitrariedad de los poderes públicos".
En cuanto a la conversión en mercancía (privatización) de servicios que satisfacen derechos humanos, el artículo 10.2 de nuestra Constitución dice: "Las normas relativas a los derechos fundamentales y a las libertades que la Constitución reconoce se interpretarán de conformidad con la Declaración Universal de los Derechos Humanos y (...)". ¿Hace falta reposar la Declaración Universal de los Derechos Humanos? La OMC no puede estar por encima de la Constitución ni de la Declaración Universal de Derechos Humanos.
Con miles de excusas, ninguna de ellas convincentes y ni siquiera veraces, nuestros representantes, elegidos democráticamente, están procediendo a la privatización de, en la práctica, todos los servicios públicos. Las empresas privadas, que ven en ello un negocio, están constituidas en lobbies (grupos de presión), que, en general, son muy potentes.
Sin embargo, según el artículo 1.2 de nuestra Constitución: "La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado"; según el artículo 6; "Los partidos políticos expresan el pluralismo político, concurren a la formación y manifestación de la voluntad popular y son instrumento fundamental para la participación política (...)"; y, por último, según el artículo 23.1: "Los ciudadanos tienen el derecho a participar en los asuntos políticos, directamente o por medio de sus representantes, libremente elegidos en elecciones periódicas por sufragio universal". Si un partido político "concurre a la formación y manifestación de la voluntad popular" mediante engaño, es decir, presentando un programa que no cumple, no está siendo "instrumento fundamental para la participación política" de los ciudadanos, y, por tanto debe ser llevado a los tribunales porque, en el artículo 9.1, "Los ciudadanos y los poderes públicos están sujetos a la Constitución y al resto del ordenamiento"; y en el artículo 9.3: "La Constitución garantiza (...) la interdicción de la arbitrariedad de los poderes públicos".
En cuanto a la conversión en mercancía (privatización) de servicios que satisfacen derechos humanos, el artículo 10.2 de nuestra Constitución dice: "Las normas relativas a los derechos fundamentales y a las libertades que la Constitución reconoce se interpretarán de conformidad con la Declaración Universal de los Derechos Humanos y (...)". ¿Hace falta reposar la Declaración Universal de los Derechos Humanos? La OMC no puede estar por encima de la Constitución ni de la Declaración Universal de Derechos Humanos.
lunes, 9 de diciembre de 2013
Razón utópica
"X endurece su programa para afianzarse el voto ..." es el título de una noticia periodística, que se repite con relativa frecuencia. X es el nombre de un presidente de gobierno o representante de un partido de la oposición, y los puntos suspensivos se refieren a un determinado sector de la población que se adivina numeroso. Desde mi punto de vista, un titular como este pone de manifiesto que los políticos, no solo españoles, están más interesados en ganar las próximas elecciones que en solucionar los verdaderos problemas de los ciudadanos y de la Humanidad.
Por otra parte, ¿se puede considerar democrático un sistema de gobierno de esas características? Siempre desde mi punto de vista, se trata de un no-gobierno disfrazado de democracia: un gobierno ideal para el imperante sistema socioeconómico. En estos momentos -¿no lo sabemos ya?- estamos inmersos en un sistema de libre mercado, para el cual un gobierno realmente democrático es un estorbo: una, no deseada, interferencia en el funcionamiento del mercado.
No se trata de una "economía de mercado", sino una "sociedad de mercado", en la que, únicamente, el que tiene dinero puede vivir: para los que no tienen dinero, ni siquiera los derechos humanos (salud, educación, alimentación, ...) son asequibles. Este sistema -lo estamos viendo en Europa- por una parte, tiende a enriquecer a los ricos y empobrecer a los pobres, y, por otra parte, al perseguir, como un fin en sí mismo, el crecimiento económico -algo que solo se consigue elevando el consumo- hace que los pobres, al no tener dinero para consumir, no sirvan para nada, es decir, sobran. ¿No da miedo ese "sobran? En este contexto, "sobrar" es sinónimo de "exterminar", "matar" o "dejar morir". Ahora se salvan gracias a la solidaridad, pero vivir de la caridad no es vivir. Y, ¿los niños y niñas implicados tienen la culpa de haber nacido donde han nacido?
José Luis López-Aranguren Jiménez (1909-1996), uno de los filósofos y ensayistas más influyentes de la época, siempre preocupado por el discurrir de una sociedad cada vez más mecanizada e injusta y, por lo tanto, más deshumanizada, decía que el gran problema del mundo contemporáneo era la desmoralización, entendida como falta de ilusión de proyectos ante los problemas globales. Ante esta situación, hay que potenciar la "razón utópica", que es pensar que un mundo mejor es posible y que, por tanto, merece la pena esforzarse por conseguirlo. La "razón utópica" supone, primero, descubrir de forma consciente la totalidad de la realidad local y global, transformar esa información en pensamiento crítico, y, por último, actuar para hacer posible el cambio y la transformación. Todas estas operaciones solo pueden ser realizadas por la especie humana. La "razón utópica" es cosa, únicamente, de seres humanos.
Por otra parte, ¿se puede considerar democrático un sistema de gobierno de esas características? Siempre desde mi punto de vista, se trata de un no-gobierno disfrazado de democracia: un gobierno ideal para el imperante sistema socioeconómico. En estos momentos -¿no lo sabemos ya?- estamos inmersos en un sistema de libre mercado, para el cual un gobierno realmente democrático es un estorbo: una, no deseada, interferencia en el funcionamiento del mercado.
No se trata de una "economía de mercado", sino una "sociedad de mercado", en la que, únicamente, el que tiene dinero puede vivir: para los que no tienen dinero, ni siquiera los derechos humanos (salud, educación, alimentación, ...) son asequibles. Este sistema -lo estamos viendo en Europa- por una parte, tiende a enriquecer a los ricos y empobrecer a los pobres, y, por otra parte, al perseguir, como un fin en sí mismo, el crecimiento económico -algo que solo se consigue elevando el consumo- hace que los pobres, al no tener dinero para consumir, no sirvan para nada, es decir, sobran. ¿No da miedo ese "sobran? En este contexto, "sobrar" es sinónimo de "exterminar", "matar" o "dejar morir". Ahora se salvan gracias a la solidaridad, pero vivir de la caridad no es vivir. Y, ¿los niños y niñas implicados tienen la culpa de haber nacido donde han nacido?
José Luis López-Aranguren Jiménez (1909-1996), uno de los filósofos y ensayistas más influyentes de la época, siempre preocupado por el discurrir de una sociedad cada vez más mecanizada e injusta y, por lo tanto, más deshumanizada, decía que el gran problema del mundo contemporáneo era la desmoralización, entendida como falta de ilusión de proyectos ante los problemas globales. Ante esta situación, hay que potenciar la "razón utópica", que es pensar que un mundo mejor es posible y que, por tanto, merece la pena esforzarse por conseguirlo. La "razón utópica" supone, primero, descubrir de forma consciente la totalidad de la realidad local y global, transformar esa información en pensamiento crítico, y, por último, actuar para hacer posible el cambio y la transformación. Todas estas operaciones solo pueden ser realizadas por la especie humana. La "razón utópica" es cosa, únicamente, de seres humanos.
viernes, 15 de noviembre de 2013
Inhumano sistema económico-social
¿Por qué inhumano? Porque no responde a las características que deben distinguir a los seres humanos del resto de los seres animales.Como ya he dicho en una ocasión anterior, Julien Brenda, famoso filósofo y escritor francés, dice en una de sus obras, Memorias de un intelectual: "A decir verdad, considero que por sus actos y aùn por sus dogmas, algunos pueblos se han excluido de la humanidad. Presentar una cierta configuración anatómica no me parece condición suficiente para ser hombre".
En el lenguaje corriente alabamos la gran calidad humana de una persona por su solidaridad, empatía, amor al prójimo, compromiso con determinadas causas, etc. Con frecuencia, renunciamos a hacer una determinada cosa por considerarla un ataque a nuestra dignidad humana. Junto con los elementos negativos que el ser humano posee en su esencia y el hecho de que las neuronas espejo no son exclusivas del ser humano, existe una importante diferencia entre los animales y los miembros de la especie humana: estos últimos presentan las características mencionadas -solidaridad, empatía, amor al prójimo, compromiso con determinadas causas, etc.- de forma consciente y razonada. Los seres humanos son los únicos animales capaces de pensar y actuar de forma consciente.
Los antropólogos distinguen dos procesos: homonización y humanización, es decir, entre el largo proceso de aparición del género Homo y la especie Homo sapiens, y la lenta, consciente y razonada adquisición de comportamientos que se consideran típicos del ser humano. Todos los estudiosos, preocupados por el tema, no se cansan de señalar que, después de los adelantos científicos y técnicos obtenidos gracias a su inteligencia, el proceso de humanización es necesario para evitar un autosuicidio. Es necesario distinguir entre inteligencia y sabiduría, y empezar a actuar sabiamente.
La actual crisis, surgida por prácticas bancarias irresponsables, debe habernos enseñado que los programas de ajuste estructural que ha impuesto -y está vigilando su cumplimiento- el FMI a través de la austeridad son, en realidad, un intento de implantar un sistema económico-social deshumanizador. Por sus acciones, quienes abrazan la ideología de libre mercado (a nivel internacional, quienes forman parte del FMI, Banco Mundial, OMC, BCE, empresas transnacionales, sector financiero, etc.; y a nivel nacional, un gran número de Gobiernos que se autocalifican de democráticos) se están excluyendo de la especie humana.
No se puede calificar de humano un sistema, según el cual solo pueden acceder a los servicios de salud, educación, vivienda, alimentación,... quienes tengan dinero para pagarlos (ignorando la Declaración Universal de Derechos Humanos); un sistema que no castiga, sino que favorece, a quienes (generalmente, directivos de empresas transnacionales) practican el trabajo infantil y la esclavitud en el trabajo (en contra de lo establecido en la Convención contra la Esclavitud y la Convención sobre los Derechos del Niño). Acciones, todas ellas, que constituyen crímenes de lesa humanidad.
Diría que se trata de la aparición, en los últimos años, de unos nuevos seres con forma humana pero son ninguna de las características de la especie humana. Es obligación de los que queremos seguir perteneciendo a la especie humana, utilizar todos los medios a nuestro alcance para, como decía Erich Fromm, destacado psicoanalista , psicólogo social y filósofo, fallecido en 1980, en su libro La revolución de la esperanza, "humanizar la sociedad tecnológica". La constitución, en este momento y en nuestro país, de "plataformas" y "mareas" de todo tipo avanzan en esta dirección; pero necesitan ayuda, la participación de más seres humanos.
En el lenguaje corriente alabamos la gran calidad humana de una persona por su solidaridad, empatía, amor al prójimo, compromiso con determinadas causas, etc. Con frecuencia, renunciamos a hacer una determinada cosa por considerarla un ataque a nuestra dignidad humana. Junto con los elementos negativos que el ser humano posee en su esencia y el hecho de que las neuronas espejo no son exclusivas del ser humano, existe una importante diferencia entre los animales y los miembros de la especie humana: estos últimos presentan las características mencionadas -solidaridad, empatía, amor al prójimo, compromiso con determinadas causas, etc.- de forma consciente y razonada. Los seres humanos son los únicos animales capaces de pensar y actuar de forma consciente.
Los antropólogos distinguen dos procesos: homonización y humanización, es decir, entre el largo proceso de aparición del género Homo y la especie Homo sapiens, y la lenta, consciente y razonada adquisición de comportamientos que se consideran típicos del ser humano. Todos los estudiosos, preocupados por el tema, no se cansan de señalar que, después de los adelantos científicos y técnicos obtenidos gracias a su inteligencia, el proceso de humanización es necesario para evitar un autosuicidio. Es necesario distinguir entre inteligencia y sabiduría, y empezar a actuar sabiamente.
La actual crisis, surgida por prácticas bancarias irresponsables, debe habernos enseñado que los programas de ajuste estructural que ha impuesto -y está vigilando su cumplimiento- el FMI a través de la austeridad son, en realidad, un intento de implantar un sistema económico-social deshumanizador. Por sus acciones, quienes abrazan la ideología de libre mercado (a nivel internacional, quienes forman parte del FMI, Banco Mundial, OMC, BCE, empresas transnacionales, sector financiero, etc.; y a nivel nacional, un gran número de Gobiernos que se autocalifican de democráticos) se están excluyendo de la especie humana.
No se puede calificar de humano un sistema, según el cual solo pueden acceder a los servicios de salud, educación, vivienda, alimentación,... quienes tengan dinero para pagarlos (ignorando la Declaración Universal de Derechos Humanos); un sistema que no castiga, sino que favorece, a quienes (generalmente, directivos de empresas transnacionales) practican el trabajo infantil y la esclavitud en el trabajo (en contra de lo establecido en la Convención contra la Esclavitud y la Convención sobre los Derechos del Niño). Acciones, todas ellas, que constituyen crímenes de lesa humanidad.
Diría que se trata de la aparición, en los últimos años, de unos nuevos seres con forma humana pero son ninguna de las características de la especie humana. Es obligación de los que queremos seguir perteneciendo a la especie humana, utilizar todos los medios a nuestro alcance para, como decía Erich Fromm, destacado psicoanalista , psicólogo social y filósofo, fallecido en 1980, en su libro La revolución de la esperanza, "humanizar la sociedad tecnológica". La constitución, en este momento y en nuestro país, de "plataformas" y "mareas" de todo tipo avanzan en esta dirección; pero necesitan ayuda, la participación de más seres humanos.
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