Del14 al 17 de marzo, y quizá como anticipo o preparación de la Cumbre de Río, se celebró en Marsella el VI Foro Mundial del Agua.
Puesto que todos los Foro de este tipo, celebrados con anterioridad, ha girado, sin llegar a ninguna conclusión, alrededor de los mismos temas, copio, a continuación, lo que cuenta Arundhati Roy tras su asistencia al II Foro. ¿Por qué Arundhati Roy? Porque es una gran escritora, que trata de "eliminar o, si ello es posible, minimizar, la distancia que separa el pensamiento del lenguaje"; no lo podría hacer mejor que ella. He aquí lo que dice en su obra El algebra de la justicia infinita (Círculo de Lectores, Barcelona, 2003, págs. 144-146)
"Todos los discursos estaban llenos de frases rimbombantes, como 'liberación de la mujer', 'participación popular' y 'profundización de la democracia'. Sin embargo, pronto resultó evidente que el verdadero propósito del Foro era hacer presión en pro de la privatización del agua. Hubo numerosas propuestas santurronas en el sentido de hacer del agua potable un derecho humano básico. Lo primero que a todo el mundo se le ocurriría preguntar es cuál es el mejor modo de conseguirlo, ¿Verdad? Pues es muy sencillo. Poniéndole al agua un precio acorde con las leyes del mercado. Es decir, vendiéndole a su 'verdadero precio' (No es ningún secreto que el agua es un bien cada vez más escaso. En la actualidad, hay en el mundo más de mil millones de personas que no disponen de agua potable). Y el 'mercado' decreta que, cuanto más escaso es un bien, más elevado es su precio. Pero hay una diferencia entre valorar el agua y ponerle un precio fijado por el mercado. Nadie valora más el agua que una mujer campesina que tiene que andar varios kilómetros para poder llenar un cántaro. Nadie la valora menos que los habitantes de las ciudades que pagan para que fluya indefinidamente con solo abrir un grifo".
"Así, pues, aquellos discursos que relacionaban los derechos humanos con el precio 'verdadero' del agua eran un tanto desconcertantes. Al principio, no entendía adónde querían parar. ¿Creían los ponentes que los derechos humanos son para los ricos, que solo los ricos son humanos, o que todos los humanos son ricos?".
Esta tónica parece que se ha repetido en los Foros siguientes. Pero, para algunos, el Foro, celebrado este año, era especialmente importante porque, debido al proceso de apropiación de tierras, se ha iniciado, lo que se ha dado en llamar, "carrera por el agua": el tipo de agricultura implantado en las tierras "robadas" a los países pobres necesita grandes cantidades de agua dulce.
En esta circunstancia, se comprende que el Banco Mundial y las empresas transnacionales, implicadas en el proceso de "apropiación de tierras", hayan reiterado su exigencia de que el agua sea considerado como un mero bien económico que debe ser privatizado cuanto antes y no como un bien común que merece una gestión del tipo "elección pública".
A pesar de que, en 2010, las Naciones Unidas reconoció que el acceso al agua potable es un derecho público, en este VI Foro Mundial del Agua, "los Estados no han alcanzado los acuerdos suficientes para hacer efectivo este derecho". Y es que, a estas alturas, ¿qué Jefe de Estado o de Gobierno se preocupa - o puede preocuparse- por cumplir lo indicado en la Declaración Universal de los Derechos Humanos? No digo nada de las grandes empresas porque ya hemos visto que no existe ningún tipo de conexión entre ética y economía. Tampoco debería haber citado a los Jefes de Estado o Gobierno porque, como deseaba Grover Norquist, portavoz de las grandes empresas, han sido llevados a la bañero y, si no han sido ahogados, solo pueden sacar la cabeza para recibir órdenes de los mercados, las agencias de calificación y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Tengo la impresión que deberemos volver a hablar del agua, porque privar al ser humano de agua potable es, claramente, un crimen contra la humanidad.
3 comentarios:
"Etiopía y el hambre en el mundo" de nofler blog madre tierra, échale un vistazo.
El mundo no va a cambiar, muchos sabemos que todo está mal y perdido
Acabo de leer "Etiopía y el hambre en el mundo". Coincido contigo en todo. Pero me resisto a aceptar que "el mundo no va a cambiar" ¿Cómo? No sé. El problema es que mientras tanto mueren muchos inocentes, inocentes porque nadie elije no el país, ni la familia en que va a nacer.
Un abrazo
cambiará cuando cambie este sistema y para que cambie el sistema...mejor no pensarlo
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