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domingo, 21 de octubre de 2012

Utilidad de los foros, cumbres, reuniones ...internacionales

     En la conversación que mantuvieron Miguel Delibes, escritor y miembro de la Real  Academia de la Lengua Española, y su hijo, Miguel Delibes de Castro, eminente biólogo, ya citada, el primero pregunta a su hijo qué opinión le merecen las que él considera "pretenciosas reuniones internacionales". Delibes-hijo le indica: "Desde luego, las grandes cumbres han dado de sí menos de lo que esperábamos, pero sin duda mucho más que si no se hubiesen celebrado. Defiendo, por tanto, la utilidad de estas reuniones, incluso aunque sirvieran solo como símbolos, como mensajes a la ciudadanía de que los problemas (...) son serios, están ahí y tenemos que darles importancia".

     Los Delibes, padre e hijo, dialogan sobre problemas ambientales, pero considero que sus indicaciones son perfectamente extrapolables al Foro Mundial para la Democracia, organizado por el Consejo de Europa. Este Foro y el proyecto de Declaración Universal de la Democracia deben de verse como un "mensaje a la ciudadanía", una indicación de que la democracia, tal como se practica en estos momentos en Occidente, tiene un problema serio.

     Uno de los artículos, "Trasfondo económico de la ciudadanía", recogidos en el libro Democracia sin ciudadanos. La construcción de la ciudadanía en las democracias liberales (Edición de Victoria Camps, Ed. Trotta, Madrid, 2010), Oriol Farrés Juste, profesor de la Universidad de Gerona, señala la actual "subordinación de la política a la economía". Este profesor, después de describir hacia donde está llevando esta subordinación (privatización, incluso de los servicios públicos, influencia de los lobbies sobre los gobiernos, apropiación empresarial de bienes comunes de la Humanidad, conversión de todo en mercancía, incluso medicinas y alimentos, propiedad de particulares y materia de especulación financiera), indica la necesidad de que el ser humano luche para poder "como tal, erguirse y construir un escenario digno de seres capaces de acciones y palabras, digno también de calidad de vida, excelencia y virtud, y digno, por decirlo una vez, de ciudadanía".

     Desde mi punto de vista, el profesor Oriol, llama a una distinta forma de democracia que permita al ser humano seguir avanzando en el proceso de humanización, pasando de súbdito a ciudadano, como tantas veces indica Federico Mayor Zaragoza, uno de los autores del proyecto de Declaración Universal de Democracia.

2 comentarios:

Óscar Gartei dijo...

Sabemos de sobra que la humanidad es incapaz de cambiar de la noche a la mañana, y es comprensible que las modificaciones en la doctrina fundamental se produzcan poco a poco. No obstante, hemos empezado muy tarde a considerar aspectos sumamente importantes, y las consecuencias de la contaminación y de las calamidades humanas van a velocidad de crucero. Quizá ha llegado el momento de aumentar el ritmo y convertir las cumbres en auténticos focos de progreso.

Un saludo.

Juliana Luisa dijo...

Elemento Cero:
Tienes toda la razón. Tenemos que presionar para aumentar el ritmo.

Un saludo