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lunes, 13 de mayo de 2013

Especulación

     A estas alturas nadie duda del decisivo papel que, en esta crisis, están jugando los especuladores:  operadores financieros, agencias, corporaciones y personas acaudaladas.

     El principal objetivo de cualquiera operación especulativa es la búsqueda de ganancias apostando por un acontecimiento futuro. La especulación ha tenido lugar en todos los tiempos y en todos los lugares, pero nunca ha alcanzado la dimensión y características de la actual especulación financiera, posible gracias a la total libertad de que gozan los capitales y favorecida por los adelantos en las técnicas de la información y de la comunicación.

     Muy importante es destacar que las especulaciones financieras conducen a un enriquecimiento personal de los que protagonizan la operación y produce efectos devastadores sobre la economía real.  Basta poner sobre la mesa las consecuencias para la población de los constantes ataques de los mercados sobre la deuda soberana de algunos países europeos.

     Según Joaquín Estefanía (Hij@, ¿qué es la globalización?, Aguilar, págs. 50-51), "uno de los casos en los que se ha visualizado mejor la impotencia de las administraciones ante el libre juego de los mercados de capitales se dio en México, en los años 1994 y 1995". Tuvo lugar la "primera crisis económica del siglo XXI". "México quedó en la ruina y aumentaron extraordinariamente los desempleados y la pobreza".

     Juan Torres, en la campaña formativa organizada en el seno de la Universidad de Valladolid, indicó que el funcionamiento del vigente sistema económico refleja unos determinados intereses y son un golpe de Estado para mejorar la situación de los grupos sociales con más dinero y poder a costa del resto de los ciudadanos y del planeta.

     George Soros es un especulador muy potente, sin escrúpulos. que, a diferencia de lo que es habitual no ha ocultado esta actividad, quizás porque emplea en actividades filantrópicas el dinero ganado en las especulaciones. Además es autor de varios libros en los que señala la necesidad de poner límites al capitalismo global. Por ello ha sido acusado de contradicción entre teoría y práctica. "No hay contradicción -dice-. Como especulador respeto las reglas del juego y procuro sacar el máximo partido de mis inversiones, mientras que como ciudadano considero que el capitalismo es imperfecto y lucho por mejorarlo. [...] Me sirve para financiar ciertas ideas en las que creo. Tengo más dinero del que necesito para mi uso personal, pero para ayudar a los demás necesito incrementarlo". (Joaquín Estefanía, Diccionario de la nueva economía, Círculo de Lectores, pág. 336)

     Dice Estefanía, en el primero de los libros citados que, en la Gran Depresión, "los gobiernos pasaron a controlar los capitales, con el objeto de evitar las salidas de dinero que acababan desencadenando las dificultades de los países"  ¿Qué se está haciendo ahora?

2 comentarios:

J. Felipe dijo...

Es indudable que la especulación beneficia solo a unos pocos y perjudica muy mucho a la economía real. De hecho Lehman Brothers, el gigantesco banco de inversiones norteamericano que se llevó por delante la crisis en 2008, era básicamente esto, un criadero de paquetes financieros, sustentados por las subprime o lo que es lo mismo un modelo financiero basado en la ficción.

Hasta no hace mucho, cuando de la política y los políticos que la gestionaban se podían esperar cosas, los tipos de interés se movian al alza o a la baja dependiendo de las necesidades de la economía real y evitando que la especulación -algo que ha aflorado sin duda desde el principio de los tiempos-, campara a sus anchas. Pero por desgracia, al supeditarse la política a la economía y con ella la minusvaloración de los valores humanos hemos llegado a la situación en que nos encontramos.

Por eso creo y no me canso de repetirlo que de esta crisis solo se sale con la política, pero la POLÍTICA con mayúsculas y no la que hacen estos politiquillos de tres al cuarto que estan llevando a sus respectivos pueblos a la ruina.

Un saludo.

Juliana Luisa dijo...

Felipe:
Has expresado mi pensamiento mucho mejor de lo que yo podría hacerlo.
Muchas gracias
Un saludo