El contenido de este blog se ha cedido al dominio público: puede ser copiado, parcial o totalmente, sin previo permiso de la autora.


martes, 17 de abril de 2012

¿Movimiento altermundista o movimiento antigloblización?

     Según los documentos consultados, Christian Felberg, el promotor de la "economía del bien común", es licenciado en Filología Románica, ha realizado estudios de ciencias políticas y sociología y, actualmente, es profesor en la Universidad de Economía de Viena. Además se indica que perteneció -lo más probable es que siga perteneciendo- al movimiento antiglobalización y es miembro fundador de "Attac Austria". Esta entrada va a dedicarse a comentar algunos problemas de nomenclatura: ¿por qué los medios de comunicación denominan "movimiento antiglobalización" a lo que, según sus miembros, en un "movimiento social alternativo" o "movimiento altermundista"?

     La palabra "antiglobalización" es ampliamente empleada porque se quería desprestigiar a sus componentes. Nada pareció mejor que el empleo del prefijo "anti". Los prefijos parecen insignificantes, pero no lo son. "Anti" se coloca junto a una palabra prestigiosa precisamente para desprestigiar a la persona sobre la que se arroja, porque es un prefijo que condena con facilidad sin acudir a insulto alguno.

     Jean-Paul Marat, médico y científico francés de la segunda mitad del siglo XVIII, dijo: "Los hombres, engañados por las palabras, no sienten horror ante las cosas más infames, adornadas con nombres maravillosos, y se horrorizan de las cosas más dignas de alabanza, desdeñadas con nombres odiosos. El artificio de los gabinetes consiste en engañar a los pueblos pervirtiendo el sentido de las palabras" (Jean-Paul Marat, Textes choisis, 1945, Éditions de Minuit, París, pp. 97-98. Citado en Imperio de la ... vergüenza, pág. 210).

     ¿Qué parece sustituir la palabra "tortura" por la expresión "estado de no confort"? (El invento no es mío, está copiado de una noticia de la prensa).

     Las personas que pertenecen al movimiento altermundista no son tan insensatas como para ir en contra de la globalización: abogan por una globalización más profunda que la actual, luchan contra una globalización que no tiene "rostro humano", que no tiene en cuenta los derechos humanos. El movimiento altermundista lucha contra una globalización regida por las empresas transnacionales, una globalización únicamente económica que, en realidad, no es una verdadera globalización, puesto que queda excluida una fracción muy importante de los seres humanos: aquellos que no tienen dinero para comprar y vender. En otras palabras, están de acuerdo con la globalización, pero no están de acuerdo con la forma de globalización que practican las  actuales instituciones internacionales o multilaterales.

     Algunas personas indican que lo que llamamos "globalización" debería denominarse "mundialización" -como hacen los franceses-, puesto que en las conversaciones cotidianas se habla de "mundo" y no de "globo". Sin embargo, al economista y escritor José Luis Sampedro le gusta más las palabras "global" y "globalización", porque -dice- le suscita la imagen de un globo en cuya barquilla común se eleva la Humanidad.

     Pero, aún siendo importantes los problemas de nomenclatura, lo verdaderamente importante, a mi juicio, es conocer las propuestas de este movimiento altermundista: su conocimiento puede orientar nuestra actuación.

3 comentarios:

J. Felipe dijo...

Pero no interesa Juliana que se sepa la verdad. De hecho los grandes medios de comunicación no responden ya a lo que debería ser el legítimo interés de informar sino a los intereses de sus propietarios, grupos financieros que poco o nada tienen que ver con el periodismo y defienden otro tipo de intereses. Si esos grandes medios dijeran la verdad la gente no reaccionaría con la pasividad con que lo esta haciendo ante una crisis creada por los ricos y que estamos pagando entre todos los demás mientras ello se van de rositas. Esa es su globalización, la que a ellos les interesa en contra de la mayor parte dela humanidad y a favor solod e unos pocos en un alarde de avaricia y codicia sin límites.

Un saludo.

Óscar Gartei dijo...

El futuro de la humanidad pasa por darse cuenta de sus errores y unirse más allá de las fronteras y de las ideologías. Adoptar un gobierno mundial unificado -no autoritario-, y dejar atrás las batallas fronterizas o las escaramuzas económicas.

Pero el progreso es lento y no siempre uniforme. A veces se dan pasos adelante y atrás. Ahora estamos en la cuerda floja, y es el mejor momento para dar un paso al frente. Entre todos.

Juliana Luisa dijo...

J. Felipe, estoy de acuerdo con tu análisis. De hecho algunas acciones de los altermundistas tuvieron lugar en "nuestras narices", recuerdo una reunión del FMI y el Banco Mundial que debía celebrarse en Barcelona y que, al final, se suspendió por las manifestaciones en contra de los altermundistas. Ahora Internet puede ayudar mucho.

Elemento Cero, es cierto que el progreso a de humanidad es lent y no siempre uniforme. Ahora todo el mundo está de acuerdo que no se puede seguir como estos últimos años; el nuevo camino sólo puede ser diseñado por los ciudadanos: no lo harán ni los mercados ni los gobiernos, si no se ejerce la correspondiente presión.
Sin embargo no me parece conveniente un gobierno mundial, salvo en todo caso, unas Naciones Unidas muy reformadas. Lo vedaderamente importante es que nos demos cuenta que todos los problemas que tenemos exigen una participación de todos los países, considerándose como jugadores de un mismo equipo, dispuestos a ganar. Con frecuencia, se emplea el lenguaje de la teoría de los juegos y se afirma que la humanidad para sobrevivir debe practicar juegos de suma no cero; hasta ahora sólo ha llevado a cabo juegos de suma cero, uno gana y otro pierde.

Un saludo a los dos