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martes, 10 de abril de 2012

Varias crisis

     Estudiosos de distintas ramas del saber indican que la crisis financiera no es la única que nos debe preocupar; señalan una crisis ecológica y una crisis de los derechos humanos, ambas íntimamente relacionadas con la crisis financiera, que no es local sino mundial.

     La crisis ecológica, cada vez de forma más apremiante,  obliga a tomar decisiones relacionadas con el hecho de que el crecimiento económico sea el eje  sobre el que gira el actual modelo económico-social. Por ejemplo, quienes han seguido el desarrollo de las diferentes Cumbres sobre el cambio climático señalan la dificultad de alcanzar un acuerdo, porque cualquier norma frenaría el crecimiento económico del país que la adoptase. Hay que reconocer que hemos llegado a los límites de lo posible. Además, no hay que olvidar la actitud de la Organización Mundial de Comercio (OMC)  y el problema de los recursos, bienes comunes de la humanidad.

     A ello hay que añadir, como se ha indicado, la crisis de los derechos humanos: derechos universales que son pisoteados, tanto en los países del Sur como en los del Norte, cuando hay seres humanos que mueren de hambre o se ven privados de trabajo o libertad, para que los financieros puedan seguir aumentando sus beneficios. Kofi Annan, antiguo secretario general de Naciones Unidas, declaró en su momento: "Deberíamos  haber aprendido ya que un mundo de desigualdad manifiesta -entre países y dentro de cada país-, en el que muchos miles de personas soportan una opresión brutal y una miseria extrema, no va a ser seguro, ni siquiera para sus habitantes más privilegiados". Es decir, sin un mínimo de equidad, será difícil vivir en paz.

     Son tres crisis que se refuerzan mutuamente.  Alain Touraine dice: "En vez  de soñar de forma irresponsable con una salida a la crisis que suele definirse, demasiado alegremente, en función de la reanudación de los beneficios de los bancos, debemos tomar conciencia de la necesidad de renovar y transformar la vida política para que sea capaz de movilizar todas las energías posibles contra unas amenazas que son mortales". "Se trata de defender al conjunto de la humanidad".

     Según este sociólogo y director del Instituto de Estudios Superiores de París, no es el actual sistema económico-social el que puede abordar el problema, pues sus "instituciones están apoyadas por legiones de intereses que se oponen a un cambio fundamental", sino la acción de mujeres y hombres que están vislumbrando las enormes posibilidades que tienen por el simple hecho de ser seres humanos, es decir, por tener "conciencia de especie"; y que, por ello, se sienten en la obligación de transformar el sistema económico a través de transformar su modo de vivir.


     Un nieto preguntó a su abuelo: "Abuelo, ¿para qué vivimos?  El abuelo contestó: "Para que alguna vez nazca un mundo mejor".

3 comentarios:

Óscar Gartei dijo...

Acertada reflexión. La crisis ecológica y la crisis de los derechos humanos son netamente más importantes que la financiera, pero se ven condicionadas por esta última. Mientras la crisis financiera esté en un primer plano, por esos intereses enloquecidos de lo que se habla, las otras dos serán omitidas tranquilamente. Pero las amenazas seguirán ahí, el medio ambiente no esperará hasta que estemos listos, la libertad no se reservará hasta que pasemos este bache... Si no nos unimos pronto y nos replanteamos nuestro papel en el mundo, ambos toros nos pillarán, y acabaremos con regímenes autoritarios -mucho más de lo que tenemos ya- y mundos desérticos y sin vida.

Lorenzo Garrido dijo...

Y para corroborar lo certero de tus palabras, empiezan los atentados en Grecia con motivo del robo descarado que han cometido contra su pueblo.

Juliana Luisa dijo...

La crisis financiera ignora por completo la crisis ecológica, y mucho menes, la crisis de los derechos humanos. A mi juicio no se trata de pasar este bache, sino cambiar de camino, ya; y ese cambio solo lo pueden hacer los ciudadanos.

Muchas gracias a los dos. Un saludo