Durante décadas, las ciudades han domesticado la naturaleza a través de pavimento y asfalto, dejando un espacio reducido a árboles, plantas y biodiversidad. La emergencia climática obliga a replantear esta relación y apostar por las infraestructuras verdes urbanas: elementos naturales interconectados que ayudan a mitigar las temperaturas extremas- Para impulsarlos, los expertos apuestan por reverdecer las urbes siguiendo la regla del 3-30-300, sustituir pavimento y asfalto por suelos porosos que retengas agua, usar los solares vacíos para plantar árboles, impulsar los refugios climáticos y apostar por tejados verdes en los edificios públicos.
"Cuando hablamos de ecosistemas, solemos pensar en bosques o selvas", afirma Miguel Díaz Carro, responsable de Biodiversidad de la ONG Amigas de la Tierra, "Las infraestructuras verdes trasladan esa idea a la ciudad, donde no puede haber un bosque, pero sí elementos que configuran ese ecosistema, que puede incluir parques, jardines, huertos comunitarios u otros espacios naturales que permitan la conectividad de flora y fauna en la ciudad"
CJoan Pino, director del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Naturales (creaf) indica: "Todos espacios verdes naturales aportan servicios ambientales, impulsan le biodiversidad y regulan el clima a escala local, reduciendo la temperatura". Pino añade: "Gran parte de los beneficios de esa infraestructura verde se puede sintetizar en la regla 3-30-300: que cada persona pueda ver tres árboles desde la ventana, haya un 30% de superficie verde en la ciudad, y cada habitante esté a menos de 300 metros de un parque. la evidencia científica dice que esto garantiza cierta salud física y mental de los ciudadanos, pero en la mayoría de las urbes estamos muy lejos de esas cifras. Según Creaf, ese 30% de cobertura verse puede disminuir la temperatura de 1 a 3 grados en toda la ciudad.
Para cumplirlo, hacen falta muchos más árboles por todo el casco urbano. "Los más necesarios son árboles de gran porte y cobertura foliar grande, como el platanero, que dan mucha y reducen la temperatura gracias a la evapotranspiración. Pero necesitan más agua que otros en un contexto de sequía. En las calles estrechas podemos poner arbustos o árboles pequeños",apunta Mariona Ferrandiz, experta en infraestructura verde del Creaf.
Un ejemplo es Barcelona."Barcelona empezó quitar espacio al coche para hacer supermanzanas, pero luego lo llevado más allá y está haciendo ejes verdes en los que renaturaliza ese espacio, con mucho arbolado de todo tipo y zonas estancia donde .hay mesas y asientos para el rato sin tener que consumir", explica Nerea Morán, profesora de Urbanismo en la Escuela de Arquitectura de la Politécnica de Madrid.
Otros espacios que se pueden aprovechar son los edificios. "Hay que apostar por los tejados verdes, con praderas y hierbas o con plantas suculentas .que necesitan menos agua. Ayudan a rebajar la temperatura. Se debería hacer, como mínimo, en todos los edificios .públicos También se puede apostar por las fachadas verdes para aprovechar ese espacio. (Fuente: El País, 27 de julio de 2025)
Pensando en la Agenda 2030, puedo recordar el Objetivo de Desarrollo Sostenible 9: "construir infraestructuras resilientes, promover la industrialización inclusiva y sostenible y fomentar la innovación". También se puede pensar en el ODS 13: "adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos
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