El contenido de este blog se ha cedido al dominio público: puede ser copiado, parcial o totalmente, sin previo permiso de la autora.


miércoles, 23 de julio de 2025

Un ejemplo de agricultura sostenible

     Para el rector de la Universidad para la Cooperación internacional (UCI) de Costa Rica, Eduard Müller (San José, Costa Rica, 67 años) regenerar los ecosistemas sin daños ambientales es la clave para recuperar los suelos degradados que se extienden por un 75% del mundo, según el Atlas Mundial de la Desertificación del Joint Research Centre de la Comisión Europea.   

     "En cada cucharada de suelo sano puede haber ocho mil millones de microorganismos. equivalente a la población humana mundial. Más de la mitad de la diversidad biológica planetaria está bajo nuestros pies", ilustra.  Müller prioriza dejar los suelos cubiertos con hojas o ramajes para sanarlos y muestra entusiasmado en un bosque de la localidad costarricense del Río Seco cómo la tierra se mantiene vigorosa y protegida bajo una ramita de apenas un centímetro de ancho. "Se ve clarísimo. La cobertura vegetal evita que el suelo pierda con las escorrentías. Las hojas amortiguan las gotas de lluvia cuando  caen con fuerza, crean un clima de humedad que favorece la vida de otros organismos y evita que el sol esterilice los primeros cinco centímetros de superficie", detalla mientras sortea decenas de mariposas en el rancho Kosmos, donde abandera la iniciativa Costa Rica Regenerativa, un proyecto de la UCI. En definitiva, un suelo sano permite una mejor producción  agrícola para el alimento humano y animal, y para fabricar medicamentos y tejidos. A través de un suelo rico, además, se filtra mejor el agua hacia acuíferos y ríos, por lo que su calidad es clave para evitar catástrofes ambientales,

     "Eso de ver campos agrícolas despejados es el peor error que se puede cometer. Se transforma el suelo vivo en muerto.  Y ahí es donde aparece la agricultura química que mata el ciclo ecológico de regeneración de la tierra y provoca dependencia de las empresas de fertilizantes y pesticidas". , explica en un huerto asentado sobre una capa de ramas que aparta para coger un puñado de suelo, palpar su temperatura fresca y disfrutar del olor a tierra mojada que se desprende.  "La cobertura vegetal es clave para regenerar el suelo en una década", estima convencido, y señala en ese puñado de tierra los filamentos blancos del micelo, la fascinante red con la que interconectan los hongos, absorben los nutrientes y enriquecen el entorno.

     Pero su afán por buscar un suelo vivo no se limita a reparar la producción agrícola o a promover los bosques. Müller destaca la función que cumple como sumidero de dióxido de carbono. Cuanto más sano esté el suelo, más alivia en la atmósfera este gas de efecto invernadero que tanto influye en el cambio climático y que queda secuestrado de forma masiva bajo la superficie. "Si avanzamos en la regeneración. en menos de una década podríamos estar con los niveles de dióxido de carbono mucho más bajos", asegura. "Según un estudio del Instituto Rodale de 2020, la economía mundial libera 37,5 gigatoneladas (Gt) de dióxido de carbono al año. Si convertimos la ganadería en regenerativa, podríamos capturas 43 Gt.  Si le agregamos la agricultura regenerativa, se adicionan 12 Gt. Ambas podrían enterrar en el suelo casi el 150% de las emisiones".

     Afirma que instaurar la agricultura regenerativa  no requiere de grandes inversiones. El verdadero desafío para él está en cambiar la mentalidad de la población. Y se centra además en la creación de empleo que proporciona. 

     Müller coordina proyectos  de la iniciativa rePlanet, que gestiona la restauración a través de los bonos de carbono que las empresas privadas compran para compensar sus emisiones. De ahí surgen puestos para crear bosques.

     Para profundizar en estas demostraciones, prevé levantar en Kosmos un complejo formativo e insta a gestionar los proyectos de regeneración por "biorregiones", que  serían territorios con similares condiciones  medioambientales,   en lugar de a escala internacional o estatal (Fuente: El País, 22 de julio de 2025)

     Un ejemplo de agricultura sostenible. Este tipo de agricultura es parte del Objetivo de Desarrollo Sostenible 3: "poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible. La agricultura regenerativa que indica Müller es un ejemplo --no el único-- de agricultura sostenible.

     Por otra parte, desde mi punto de vista, lo que está haciendo Müller es "construir infraestructuras resilientes, promover la industrialización inclusiva y sostenible y fomentar la innovación" (ODS 9).  

No hay comentarios: