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sábado, 10 de septiembre de 2011

Crecimiento económico

     En un artículo periodístico, Vivir sin déficit es caro, publicado el jueves, día 8, se indica que, según Alfredo Pastor, antiguo Secretario de Estado de Economía con Felipe González, el déficit "es una medida cosmética que se hace para tranquilizar los mercados pero que servirá de poco porque los mercados están ahora más preocupados por la ralentización del crecimiento económico".

     Conviene, a mi juicio, analizar algunos aspectos del llamado "crecimiento económico". En primer lugar, el crecimiento económico no alcanza -o no alcanza necesariamente- a todos los ciudadanos por igual, es decir, no genera necesariamente una mayor cohesión social y, en consecuencia, no conduce a un mayor desarrollo humano  ¿De qué sirve el crecimiento económico si no va acompañado de un mayor desarrollo humano?. El crecimiento económico está relacionado muy estrechamente con el consumo interno, por lo que facilita el asentamiento de lo que algunos llaman "modo de vida esclavo", que nos hace pensar que seremos más felices cuantas más horas trabajemos, más dinero ganemos y, sobre todo, más cosas inútiles consumamos.  Por último, pero no por ello menos importante, el crecimiento económico genera agresiones medioambientales que, en muchos casos, son, literalmente, irreversibles, y provoca el agotamiento de recursos que no van a estar a disposición de las generaciones venideras.

      A este comportamiento empuja, en primer lugar, la publicidad; en segundo lugar, en crédito, y, en tercer lugar, la obsolescencia programada, es decir, la caducidad de los productos, que están programados para que al cabo de un tiempo extremadamente breve, dejen de servir, con lo cual nos vemos en la obligación de comprar otros nuevos.

3 comentarios:

Lorenzo Garrido dijo...

Muy certero tu análisis. Ahora falta que las personas tomen consciencia y actúen en consecuencia. Una y otra vez, no nos cansamos de repetir que la clave está en cosumir menos, justo lo contrario de lo que pregonan las televisiones vendidas al poder omnipresente del dinero.

Óscar Gartei dijo...

El problema de la recesión es que los inútiles que comandan esta nave son capaces de plantearse la opción de reactivar los mercados mediante una guerra. Para ellos lo más importante es inflar las cuentas bancarias, sin sentido, sin destino...

Hace tiempo escribí una entrada que habla de la esclavitud que el sistema imprime en nuestras formas de vida. Si te apetece echarle un vistazo, te dejo el link: http://coalescenciaoscura.blogspot.com/2010/12/esclavitud.html

Juliana Luisa dijo...

Me ha gustado mucho, pero mucho, la entrada que indica Elemento Cero. No hace falta decir que estamos totalmente de acuerdo.
Creo que muy poco a poco está aumentando el número de personas que se dan cuenta que no necesitan tantas cosas para ser felices. ¿Ayudará a ello la crisis?