Prosperidad sin crecimiento (Ecaria Ed. /Intermón Oxfam) es un libro que nació como un informe encargado a su autor, Tim Jacksom, por un ente asesor del gobierno británico. Cuando fue publicado, en septiembre de 2009, no apareció en ningún medio y fue ninguneado por el mismo Gobierno que lo había encargado. A pesar de la reticencia inicial de la clase política, funcionó el boca oreja, el informe fue ganado lectores entre economistas, académicos, activistas medioambientales y, finalmente, ciudadanos de a pié que buscaban una respuesta a la crisis mundial. Dos años más tarde se sigue hablando de él.
Lamento no haber tenido tiempo para hacerme con el libro. Intermón Oxfam ofrece un video en el que Tim Jackson explica su teoría. Tim Jackson señala la importancia de crear una economía que refleje nuestra naturaleza social, que apoye nuestro altruismo. Indica que "no es una idea bonita, optimista y de naturaleza filosófica", que es una idea que se puede aplicar a las instituciones económicas. Hay que "construir dice- instituciones económicas que en vez de incentivar comportamientos egoístas, incentiven comportamientos sociales de ayuda mutua", es decir, construir instituciones que se apoyen en la consideración de las personas como indica la teoría de la elección pública, y no como sostiene la teoría de elección racional, puesto que la primera nos considera como seres humanos completos y la segunda como solo máquinas de calcular.
Lo anterior supone modificar nuestras actuales normas culturales. Luis Rojas Marcos, profesor de Psiquiatría en la New York University, dice, en su libro Las semillas de la violencia (Premio Espasa Ensayo, 1995):
"La cultura se refleja en lo que decimos y hacemos y en las cosas que nos rodean, en los símbolos que usamos, en los estereotipos que creamos y los prejuicios que albergamos, en los modelos de relaciones, en nuestros intereses y prioridades"
Y añade:
"Las normas culturales son resistentes, pero no son inmunes al cambio. En el proceso de ser transmitidas de generación en generación, evolucionan, se moldean y se adaptan a las nuevas necesidades y exigencias de los hombres y mujeres de cada época".
Sin duda, estamos en una de esas épocas en la que "nuevas necesidades y exigencias", nos empujan, nos apremian a un cambio.
3 comentarios:
Buen aporte, me hace reflexionar sobre si ¿No nos habremos vuelto todos un tanto deterministas?. Te recomendaría un libro interesante. "Mas allá de la libertad y la dignidad". de Skinner.
Un saludo
En los sistemas cerrados aumenta la entropía. Es necesario un cambio y una evolución del sistema o su colapso será inevitable.
Inma, es posible que muchas personas se hayan vuelto un tanto deterministas, pero es lo peor que se puede hacer. Somos responsables del futuro; tenemos obligación, cada uno de la manera que pueda, de que el futuro sea un poquito mejor (desde el punto de vista humano)que el presente.
Ni he leído el libro que indicas, pero intentaré hacerlo.
José Ramón, no siempre (o con frecuencia) se tine en cuenta lo que dice el Segundo Principio de la Termodinámica. Sin duda ninguna es necesario y, quizás, urgente un cambio.
Muchas gracias a los dos por vuestras aportaciones.
Un saludo
Publicar un comentario