"Quien quiera un trabajo deberá inventarlo a su medida" afirma Lynda Gratton, profesora de la London School of Economics, elegida en varias ocasiones como una de las principales pensadoras en el mundo de los negocios.
"Deberá inventarlo a su medida", según Lynda Gratton, porque "los Gobiernos y las empresas se concentran en plazos muy cortos". "Que no esperemos que lo hagan los gobiernos, ni las empresas".
En uno de sus libros, Prepárate, el futuro de trabajo ya está aquí (Galaxia Gutenberg / Círculo de Lectores), la profesora Gratton aborda el tema de a qué nos dedicaremos en el futuro. Confiesa que "una de las razones por las que escribió ese libro era para concienciar a cada individuo de que quien realmente debe pensar en el futuro somos cada uno de nosotros".
"Estamos solos. ¿Por suerte o por desgracia?, Gratton contesta: "En muchos aspectos, por suerte". Es una oportunidad de "ser algo, no simplemente mantenerse en algo".
En opinión de Lynda Gratton, "el mundo se ha convertido en un lugar donde el conocimiento es lo que más se valora", y "para hacerse con él hay que esmerarse en aprender constantemente. El capital humano es lo primero". Además indica que para llegar a conseguir que esos conocimientos sirvan hay que compartirlos en conexiones sobre todo por medio de Internet. "Es fundamental evitar la fragmentación y el aislamiento".
"Por último" -indica- "hay que tener claro que la era del consumo ha llegado a su fin. No habrá riqueza para satisfacer tantas cosas posibles que comprar, así que debemos buscar otros medios de realizacion; y en esa reinvención que creo necesaria, la búsqueda o la invención de un trabajo que nos satisfaga será una clave de futuro".
Lynda Gratton estuvo en Davos [ciudad suiza donde periódicamente se reúne el Foro Económico Mundial] y dice: "En Davos se puso de manifiesto que quien quiera un trabajo deberá inventarlo a su medida". "En Davos también llegamos a esta conclusión: los Gobiernos no van a poder arreglarlo".
NOTA. Todo lo anterior está extraído de una entrevista publicada en EL PAÍS SEMANAL (11/03/2012). Me pareció interesante porque, coincido con Lynda Gratton en que, por una parte, como ella dice, el consumo ha llegado a su fin por motivos ecológicos, y, por otra, los avances en las Tecnologías de la Información y la Comunicación conducirá -está conduciendo ya- a una sustitución del ser humano por la máquina, con la consiguiente pérdida de puestos de trabajo. Al lado de eso, existen múltiples trabajos que es necesario realizar, pero que ni gobiernos ni empresas saben o quieren emprender.
5 comentarios:
Tendremos pues que reinventarnos.
Pero el problema de fondo es mucho mas grave. Con la llegada del pico del petróleo y el fin del crecimiento, es el propio modelo económico el que se viene abajo. La razón principal es que el beneficio ya no puede obtenerse del crecimiento, sino de llevar al extremo el saqueo de los comunes o de la explotación de otros. Si partimos de la realidad actual con una desigualdad extrema y con los medios de producción fuera del alcance de la mayor parte de los individuos, el colapso y las revueltas serán inevitables. Lo peor de todo es que una vez que la sociedad entre en una espiral de violencia generalizada será muy difícil predecir cuando se detendrá.
Nuestra sociedad del crecimiento infinito y del egoísmo por principio, lleva de forma consecuente al desmembramiento de la sociedad y al fin del contrato social.
No comparto enteramente la exposición que hace la Sra. Gratton. Es cierto que evolucionamos y tenemos que reinventarnos y es cierto también que ni el consumo ni el crecimiento pueden ser infinitos. Pero sí creo que los gobiernos tienen una parte muy importante que ver en el sosten de la sociedad y y, muy particularmente, en los puestos de trabajo.
No todo el mundo tiene la capacidad de reinventarse, no todo el mundo tiene la posibilidad o la capacidad de alcanzar conocimientos suficientes para ello. Y es ahí donde ha de entrar el estado. No se trata tampoco de que el estado sea la gran madre de todos, ni muchísimo menos, pero ha de ser el soporte vital y el hilo conductor de una estructura que permita el desarrollo del "conjunto" de la sociedad. Y eso no tiene por que coartar la libertad del individuo que es el argumento que ha empleado la teoría neoliberal para destruir el estado del bienestar.
José Ramón, considero que, en parte, es una ventaja el que puede ser bueno el que tengamos la oportunidad de reinventarnos.
Camino Gaia y J. Felipe,
considero que es difícil que un gobierno emprenda acciones para limitar el crecimiento económico, por una parte por a pérdida de votos si no se explica bien, y por otra por los mercados que le tienen atado y a quienes ni les gustará la idea. ¿Cómo se explica que en años de austeridad, la propaganda haya aumentado de forma espectacular?
No obstante, sería conveniente estudiar con detalle lo que se ha hecho -o se está haciendo haciendo en Kerala, caso que, junto con lo que sucede el Butan, mencioné en un post. Ello a pesar de que el punto de partida es muy diferente, ellos son países pobres y herederos de una cultura que no es la occidental.
De todas formas creo que los ciudadanos, si de veras queremos ser ciudadanos y no súbditos, debemos dejar de ser pasivos espectadores; queramos o no queramos el futuro depende de lo que los ciudadanos hagamos.
Sin duda, estoy de acuerdo en que el actual modelo económico se viene abajo, porque nos lleva al precipicio social, como apunta Camino a Gaia, y ecológico, como recientemente ha indicado un grupo de eminentes científicos.
Creo que parte de ese soporte vital y el hilo conductor de una estructura que permita el desarrollo del "conjunto" de la sociedad, como indica J. Felipe, se encuentre en la Ley de Economía Social. Pero será papel mojado si los ciudadanos no hacen nada.
Muchas gracias a los tres por vuestras aportaciones. Aunque indique que, en algunos aspectos, no estoy de acuerdo, me hacen pensar y corregir algunas de mis ideas.
Un saludo
Publicar un comentario