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viernes, 9 de marzo de 2012

Horizonte ético de la economía

     Horizonte ético de la economía es el título de una conferencia impartida, hace unos años, por el profesor de Filosofía Moral de la Universidad de Valencia, Jesús Conill Sancho, en un ciclo  promovido por el Consejo Social de la Universidad de Valladolid con el objetivo de analizar las causas y consecuencias de la pérdida de sentido ético por parte del ser humano y las instituciones a las que pertenece.

     Esta conferencia giró acerca de la actual desconexión entre ética y economía. En la última parte de su disertación, el profesor Conill citó a Amartya Sen, Premio Nobel de Economía en 1998, como ejemplo de "un síntoma de que puede que se esté abriendo un nuevo horizonte ético para la economía".  

     Según J. Conill, "la cuestión básica del nuevo enfoque de Sen es hacernos conscientes de que cuando preguntamos por la riqueza y la prosperidad (o por la pobreza, que es la otra cara de la moneda, aunque cuesta más darse cuenta), no basta con preguntarse por el dinero (o por el PIB per cápita), sino que hay que preguntarse también por otros determinantes, por otros factores vitales y, por tanto, que necesitamos con otras fuentes de información, por ejemplo, sobre la calidad de vida y sobre qué capacidad se tiene de conducir la propia vida".

     En palabras de A. Sen, citadas por J. Conill, "sobre todo se requiere saber la forma en que la sociedad de que se trata permite a las personas imaginar, maravillarse, sentir emociones como el amor y la gratitud, que presuponen que la vida es más que un conjunto de relaciones comerciales, y que el ser humano (...) es un misterio insondable, que no puede expresarse completamente en una forma tabular". Se requiere información sobre "lo que las personas pueden hacer y ser".

     Amartya Sen jugó un papel importante en la redacción de los "Informes sobre el desarrollo humano" del PNUD (Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo), en los que "tanto el enfoque fundamental como los indicadores de la pobreza son cualitativamente muy diferentes a los de la economía convencional". (Véanse en http://pildoras-para-pensar.blogspot.com/2012/02/producto-interior-bruto-pib.html los indicadores utilizados para calcular el PIB).

     En http://pildoras-para-pensar.blogspot.com/2012/02/el-papel-del-estado-calidad-de-vida.html, se menciona el caso de dos países, que de forma diferente, están anteponiendo el desarrollo humano al crecimiento económico. ¿Tendrán razón quienes acusan a los occidentales considerarse civilizados sin darse cuenta que son más salvajes que aquellos a los que califican de salvajes?

3 comentarios:

Lorenzo Garrido dijo...

A la última pregunta respondo que se trata de la soberbia del que se cree mejor porque dispone del uso de la fuerza. El hombre occidental en líneas generales es muy soberbio.

Diego Escribano dijo...

Muy interesante. Amartya Sen es,sin duda, un referente ético.

Juliana Luisa dijo...

Muchas gracias a los dos por vuestras apreciaciones.

¿No deberá el hombre occidental repensar sus creencias y corregir las que están demostrando erróneas? Hay que empezar por Descartes.

He leído en alguna parte que los compañeros economistas del Amartya Sen le denominan "la conciencia de la profesión.

Un saludo