Aunque es la crónica de una muerte anunciada, los científicos están sorprendidos de lo que va a llegar el final. Los últimos glaciares de España, situados en los Pirineos, acaban de sufrir uno de los peores años de retroceso desde que hay registros y avanzan muy rápido hacia la desaparición total, que puede llegar en menos de una década. Destaca es especial la situación del glaciar Aneto, el más grande de España. que se ha fragmentado en dos.
Esta temporada (2023-2025) se han registrado perdidas generalizadas medias de mas de un metro de espesor, aunque en varios casos la perdida es casi comparable a la altura de una casa de tres plantas.
"No hay esperanza para los glaciares de Pirineo", resume Nacho López Moreno, lider del grupo Cryopyr. "En los últimos 10 años se ha perdido mucho más hielo del que queda ahora en los glaciares. Con que se este patrón, en una década nos habremos quedado sin glaciares", añade. Lo más preocupante, resalta el investigador, es que este este año no ha sido el peor de serie, pues hubo bastante nieve y no ha habido olas de calor como la que hubo en 2022 provocó desprendimientos.
Los glaciares son acumulaciones de hielo en alta montaña que fluyen ladera abajo a razón de unos pocos centímetros al año. Estas masas heladas se nutren de la nieve que cae en invierno y consigue transformarse en hielo. Este proceso es cada vez menos habitual en los glaciares pirenaicos, muy castigados también por una subida de las temperaturas que es mucho acusada en el resto del planeta. Así las cosas, la nueva realidad de los glaciares es su fragmentación y progresiva y transformación en heleros, masas de hielo que no fluyen ladera abajo, esto es, glaciares muertos.
En el caso del glaciar del Aneto, el más grande de España, los nuevos datos muestran pérdidas medias de algo más de un metro, aunque se han registrado máximos de cuatro. Pero lo más critico en este caso es que el cuerpo principal del glaciar, la parte que aún queda viva, se ha fragmentado en dos partes. La menor de ellas pasa a considerarse un helero. con lo que el glaciar pierde de golpe 3,6 hectáreas. Es la extensión de unas cuatro manzanas de una gran ciudad. En 2022, el glaciar ya perdió otra gran zona que quedó desconectada, justo debajo del pico Aneto, que con sus 3.404 metros es el más alto de los Pirineos.
La desaparición de los glaciares españoles no supone ningún problema a nivel hídrico o medioambiental, debido a que son relativamente pequeños y acumulan poco hielo. (Fuente: El País, 2 diciembre de 2025)
Los glaciares son importantes porque almacenan aproximadamente el 70% de agua dulce del planeta; el deshielo y la nieve reflejan la luz solar de vuelta al espacio, lo que ayuda a mantener el planeta más fresco y a regular la temperatura global (su pérdida acelera el global). El deshielo gradual de los glaciares aporta nutrientes a los ecosistemas acuáticos y marinos.
E,+
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