La destrucción en Gaza es visible desde la distancia: vastas extensiones de tierra arrasada donde antes había terrenos agrícolas ahora trasformados en un paisaje lunar de profundos hoyos y escombros. Pero la verdadera catástrofe es invisible, se filtra en el suelo, contamina la capa freática y envenena el aire.
"Lo que ha ocurrido en Gaza es un genocidio medioambiental", afirma el profesor Abdel Fatta AbdRabou. científico medioambiental de la Universidad Islámica de Gaza, habla con la autoridad de alguien que ha pasado décadas estudiando ecosistemas que ahora han sido destruidos.
En Gaza, el verde ha sido sustituido por escombros y polvo. El agua está envenenada. El aire está contaminado, La biodiversidad que sustentaba la vida ha sido prácticamente eliminada.
El 98,5% de las tierras agrícolas están dañadas o son inaccesibles alertaron en agosto la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y á Agricultura (FAO) y el Centro de Satélites de Naciones Unidas (UNOSAT)
La crisis del agua en Gaza es anterior a la guerra. El territorio lleva mucho tiempo sufriendo el agotamiento de los acuíferos, la intrusión a agua salada de Mediterráneo.
El ejército israelí ha destruido la infraestructura que hacía accesible y el agua potable: se han demolido miles de pozos, se han destruido las estaciones de tratamiento de agua y se han desmantelado las redes de distribución.
El aire se ha convertido en vector de contaminación. La destrucción de edificios ha liberado gases y vapores tóxicos a la atmósfera. Los incendios y las explosiones también producen contaminantes nocivos. Y cientos de vertederos incontrolados creados durante en conflicto emiten compuestos peligrosos: dioxinas, monóxído de carbono, óxidos de nitrógeno, No se trata de trazas de contaminantes, sino de la composición atmosférica principal en las zonas afectadas. Pero la contaminación atmosférica más dañina proviene de los residuos de municiones. Los artefactos explosivos sen detonar y los restos de bombas y cohetes se esparcen por todo el territorio, liberado compuestos cuya naturaleza siguen siendo desconocidos. ( Fuente: El País, 27 de diciembre de 20235) , Lo anterior es solo una parte del texto publicado por El País, en el que, al final, se indica: "Este artículo se publica en colaboración con EGAB, una plataforma que trabaja con periodistas de Oriente Próximo y África)
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