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lunes, 13 de junio de 2011

Haz lo que decimos, no lo que hacemos

     Joseph E. Stiglitz, en la página 31 de su libro El malestar en la globalización, dice:

     "Los críticos de la globalización acusan a los países occidentales de hipócritas, con razón: forzaron a los pobres a eliminar las barreras comerciales, pero ellos mantuvieron las suyas e impidieron a los países subdesarrollados exportar productos agrícolas, privándoles de una angustiosamente necesaria renta vía exportaciones".

     El Banco Mundial y el FMI exige a los países subdesarrollados, que se dediquen a exportar y,  por otra, los países ricos les impiden, mediante barreras comerciales de todo tipo, que cumplan ese mandato.

    Por otra parte, Paul Collier en su libro El club de la miseria. Qué falla en los países más pobres del mundo, señala, en su página 261, que la política comercial de los países ricos es parte del problema (es decir, de la existencia del club de la miseria); una política que, mediante subvenciones, hace que sus grandes empresas agroindustriales puedan exportar por debajo del coste de producción.  Paul Collier dice:

     "Como todos sabemos, la política comercial de la OCDE presenta algunos aspectos indefendibles. Lo menos defendible, tanto para los ciudadanos de los países miembros como para los países en vías de desarrollo, es la protección a la agricultura: los países ricos nos gastamos dinero en subvencionar cultivos que dejan sin oportunidades a gente que apenas tiene otras opciones"

     "..., es una estupidez proporcionar ayuda con el fin de promover el desarrollo para después adoptar políticas comerciales que lo impiden"

     Como ciudadanos responsables deberíamos protestar, no sólo porque el dinero de esas subvenciones sale de nuestros bolsillos, sino también porque esa política hace que la cesta de la compra nos resulte más cara.

     ¿Es necesario apoyar nuestra agricultura? Sí,  pero no a los grandes terratenientes y grandes empresas agroindustriales que, tal como está diseñada esta política, son los que reciben la mayor parte del dinero.

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