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miércoles, 15 de junio de 2011

Más sobre barreras comerciales

     Para concluir, el menos por ahora, el tema de las barreras comerciales, transcribo, a continuación, unas palabras del Secretario General de Naciones Unidas -entonces, Kofi Annan- con  motivo de la celebración de la Conferencia de Naciones Unidas en mayo de 2001 sobre los problemas de los 49 países menos adelantados del mundo:

     "En la actualidad, los agricultores de los países pobres no sólo tienen que competir con las exportaciones subvencionadas de alimentos. También tropiezan con elevadas barreras a las importaciones. (...) Los aranceles de la Unión Europea sobre los productos de la carne llegan al 826%.
     Asimismo, cuanto mayor valor añaden los países en desarrollo a sus productos al elaborarlos, más elevados son los aranceles a pagar. Por ejemplo, en el Japón y en la Unión Europea, los aranceles impuestos a los productos alimentarios totalmente procesados son dos veces más altos que los aplicados a los productos en la primera etapa de la elaboración (tabletas de chocolate frente a cacao, azúcar refinado frente a azúcar sin refinar, etc.)
     Dicho de otro modo, los países ya industrializados, a la vez que proclaman las virtudes del libre comercio en condiciones equitativas, practican políticas proteccionistas que desalientan activamente a los países pobres y les impiden desarrollar sus propias industrias".
     (Leído en el libro Los efectos de la política agraria europea. Un análisis crítico, José J. Romero Rodríguez (coord.), ed. Desclée De Brouwer, 2002, Bilbao, pág.106).

     Sin embargo, no se debe creer que el futuro de las agriculturas del Sur y,  menos aún, los problemas de desarrollo de estos países pueden resolverse recortando las tarifas aduaneras que les imponen los países ricos. Luis de Sebastián, que fue profesor de Economía Internacional en la Universidad Ramón Lull en ESADE -falleció en mayo de 2009- en su libro Razones para la esperanza en un mundo imperfecto (2003, Icaria Editorial e Intermón Oxfam, Barcelona) dice:

     "Probablemente todo ello requiera una completa asesoría a los países más pobres para que adquieran los conocimientos que son necesarios para beneficiarse de las oportunidades que ofrecerían los mercados de los países ricos si se abrieran libremente a los productos que hoy entran con cuentas gotas".
      "Sólo la solidaridad llevada a las relaciones internacionales pueden hacer el milagro de que el comercio internacional sea realmente un instrumento de progreso económico y humano para todos los países del mundo".

     Solidaridad en las relaciones internacionales, porque como decía Luis de Sebastián,

     "la apertura de los mercados, con todo y ser un acto de justicia, implica decisiones políticas que afectan a millones de ciudadanos de los países ricos".

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