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jueves, 16 de junio de 2011

Utopía y desencanto

     Cambiemos de registro. A continuación, unos párrafos extraídos de un ensayo de Claudio Magris, como se sabe, uno de los grandes intelectuales de nuestro tiempo. El ensayo fue escrito en 1996 y se titula Utopía y desencanto.

     "En los umbrales del año 2000 (existe) un profundo sentido de la transformación radical de la civilización y de la misma humanidad y por consiguiente un sentido del indiscutible fin, no del mundo, sino de un modo secular de vivirlo, de concebirlo y administrarlo".

     "... las utopías revolucionarias son una levadura, que por sí sola no basta para hacer pan, contrariamente a lo que han creído muchos ideólogos, pero sin la cual no se hace pan. El mundo no puede ser redimido de una vez para siempre y cada generación tiene que empujar, como Sísifo, su propia piedra, para evitar que ésta se le eche encima aplastándole. La conciencia de estas cosas supone la entrada de la humanidad en la madurez espiritual".

      "El final y el principio del milenio necesita utopía unida al desencanto. El destino de cada hombre, y de la misma Historia, se parece al de Moisés, que no alcanzó la Tierra prometida, pero no dejó de caminar en dirección a ella. Utopía significa no rendirse a las cosas tal como son y luchar por las cosas tal como deberían ser; saber que al mundo, como dice un verso de Brech, le hace falta que lo cambien y lo rediman".

     "... la utopía da sentido a la vida, porque exige, contra toda verosimilitud, que la vida tenga un sentido; don Quijote es grande porque se empeña en crecer, negando la evidencia, que la bacía del barbero es el yelmo de Mambrino y que la zafia Aldonza es la encantadora Dulcinea. Pero don Quijote, por sí sólo, sería penoso y peligroso, como lo es la utopía cuando violenta la realidad, creyendo que la meta lejana ha sido alcanzada, confundiendo el sueño con la realidad e imponiéndolo con brutalidad a los otros, como en las utopías políticas totalitarias".

     "Don Quijote necesita a Sancho Panza, que se da cuenta de que el yelmo de Mambrino es una bacinilla y percibe el olor a establo de Aldonza, pero entiende que el mundo no está completo ni es verdadero si no se va en busca de ese yelmo hechizado y esa beldad luminosa. Sancho sigue al enloquecido caballero -es más, cuando éste recobra la cordura, se siente perdido y reclama nuevas aventuras encantadas-".

     "Utopía y desencanto, antes que contraponerse, tienen que sostenerse y corregirse recíprocamente".

     "El mal radical -la radical insensatez con que se presenta el mundo- exige que lo escrutemos hasta el fondo, para poderlo afrontar con la esperanza de superarlo".

     "La esperanza es un conocimiento completo de las cosas, observa Geradi Cunico; no sólo de cómo éstas aparecen y son, sino de aquello en lo que se tienen que convertir para conformarse a su plena realidad aún no desplegada, a la ley de su ser".

     "Tras las cosas tal como son hay también una promesa, la exigencia de cómo deberían ser; está la potencialidad de otra realidad, que empuje para salir a la luz, como la mariposa en la crisálida".

1 comentario:

Poderio dijo...

Muy buena esta entrada, me encanta la frase:
"Utopía y desencanto, antes que contraponerse, tienen que sostenerse y corregirse recíprocamente".
Tan cierto como difícil de conseguir en la vida real. Tal vez debamos incluir mas músicos entre nuestros dirigentes, ya que ellos conocen perfectamente el valor del contrapunto.