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viernes, 16 de septiembre de 2011

Actividades creativas. Nuevos puestos de trabajo

     Las máquinas pueden reemplazar al ser humano en algunas de las actividades que le ocupaban hasta ahora, pero solo "en algunas", porque las máquinas no son curiosas; no saben pensar, crear o inventar; y no saben nada de solidaridad y empatía. A título de botón de muestra, dos ejemplos.

     Agricultura ecológica. El desempeño de esta actividad exige una continua observación de cómo crecen o enferman las plantas; permite la realización de trabajos de selección y cruzamiento para obtener plantas que resistan mejor las plagas, más acordes con los gustos del consumidor, de mayor valor nutritivo, etc.; y, sobre todo, permite conservar y aumentar una imprescindible diversidad vegetal.

     Taller de labores. Otra actividad eminentemente creativa lo constituye la realización de labores de punto, ganchillo, bolillos, frivolité, etc. Es un proyecto en el que estoy implicada y para el que solicito ayuda: creación de una red de talleres de labores. Son trabajos -algunos de ellos relacionados con la conservación del patrimonio cultural- que las mujeres -también los hombres, si quieren- pueden compatibilizar con otros quehaceres. No requiere un rígido horario de trabajo fuera de casa, pero convienen periódicas reuniones para intercambiar puntos de vista, enseñarse unas a otras o, simplemente, para crear lazos de solidaridad y ayuda. Esto último supone el aumento de lo que se ha dado en llamar "capital social", algo que, según la mayor parte de los sociólogos puede jugar, en algunas ocasiones, un papel más importante que el capital dinerario.

    Responsabilidad económica. Siempre que se habla de estas u otras actividades análogas se señala la falta de demanda por parte del ciudadano. A este respecto, Borja Vilaseca, director del máster en Desarrollo Personal y Liderazgo en la Universidad, indica en una colaboración periodística:

     "Nuestro poder como ciudadanos ya no reside tanto en el voto como en el consumo. Cada vez que pagamos algo estamos validando y aprobando la manera en la que se ha producido. (...) Cada euro que gastamos damos fuerza al comercio, la empresa, el producto y el servicio que compramos".

     En relación con el hecho de que los productos que se venden en las tiendas de Comercio Justo se obtienen de forma ecológica, indica:

     "Además, el consumo ecológico es el principal promotor del comercio justo y la producción ecológica y orgánica. Por un lado, el comercio justo apuesta por establecer una relación comercial voluntaria e igualatoria entre productores y consumidores, de manera que todos salgamos ganando . Y dado que el mundo se ha convertido en un mercado, su filosofía es que la mejor ayuda que las naciones desarrolladas pueden proporcionar a los países en vías de desarrollo es el establecimiento de relaciones comerciales éticas, justas y respetuosas".

    

3 comentarios:

Lorenzo Garrido dijo...

La cita es muy buena. Tenemos que ser consumidores responsables.

Anónimo dijo...

totalmente de acuerdo en tu exposición. Y te doy la enhorabuena por tu implicación en proyectos que hacen de las relaciones sociales una máxima. Me interesa el cultivo ecológico y conozco a muchas gentes que lo están llevando a cabo.
Un saludo

Juliana Luisa dijo...

Muchas gracias por vuestros comentarios y palabras de apoyo.
Un saludo