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domingo, 14 de julio de 2024

Siguen las mismas guerras

     Resumo, a continuación, una noticia sobre el conflicto palestino-israelí. No hace falta que diga, lo que me desagrada hablar de ese tema: la guerra

     Según la noticia, "el de ayer (13 de julio) es uno de kos peores ataques contra civiles de la guerra y fue perpetrado, además, en un área designada por las propias autoridades israelí como seguras para la población, aunque los  gazatíes y las organizaciones humanitarias que trabajan sobre el terreno desmienten la supuesta seguridad. Según afirman, en el enclave palestino no hay ningún lugar que escape a los ataques de las tropas de ocupación.  Los muertos en Gaza durante el conflicto armado superan ya los 38.400.

      Israel mantiene sus ataques en paralelo a las negociaciones que se desarrollan desde hace días tanto en Qatar como en Egipto. El objetivo es tratar de amañar un alto el fuego en la Franja que, además, permita liberar a los más de 100 rehenes  que permanecen secuestrados desde el 7 de octubre. El mes pasado las tropas de ocupación mataron a más de 270 gazatíes durante la operación de rescate de cuatro de esos cautivos. 

     En el mismo periódico se menciona algunas consecuencias de otra guerra: Rusia y Ucrania. El gobierno de Volodimir Zelenski ha logrado poner nombre y apellidos a 19.546 menores ucranianos en poder del Estado ruso, Niños que perdieron a sus padres entre las bombas o que fueron separados de sus progenitores por las tropas rusas; que permanecen en territorio ocupado o que fueron transferidos a la fuerza a Rusia. Moscú  ofrece un número mucho mayor: 744.000 menores. Y lo hace de manera pública con el argumento de que los evacuaron de las zonas en conflicto para velas por su seguridad. Garea Geralsimchuk, asesora y comisionada presidencial por los derechos del niño en Ucrania afirma en una entrevista que los datos aireados por el Kremlin son exagerados y que la cifra de menores "secuestrados" está entre los 200.000 y los 300.000. Unos volúmenes gigantescos al lado de los pocos críos que han podido retornar: 388.

     Sean un método u otro, Gerasmimchuk lo llama "genocidio". un plan orquestado para separara los niños física y mentalmente de sus padres, lavar sus cerebros -les repiten como si fuera una tortura que sus progenitores, ya no les quieren y que Ucrania dejó de existir, mensajes difíciles de revertir en los procesos de recuperación de los retornados -y convertirlos en ciudadanos rusos, con nuevos documentos de identidad, nombres y padres adoptivos.

     Las guerras son inhumanas. Digamos, alto y claro, pertenecemos a la especie animal Homo sapienes, dotada de empatía y solidaridad. 

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