Entre los Acuerdos que figuran en el documento de creación de la OMC existe uno, el Acuerdo sobre Medidas Sanitarias y Fitosanitarias, según el cual cualquier medida gubernamental sobre salud pública puede a priori resultar sospechosa de proteccionismo y ser considerada por la OMC como "más rigurosa de lo necesario".
Según la OMC, para que un país pueda negarse a importar un alimento debe haber hecho los estudios epidemiológicos y análisis estadísticos necesarios para calcular la probabilidad matemática de sus efectos sobre la salud humana. Sin embargo, para muchos expertos, esa manera de actuar contraviene el principio de precaución, indispensable en los ámbitos de la salud y el medio ambiente, en donde los efectos de un producto o un procedimiento pueden manifestarse de forma correcta al cabo de mucho tiempo.
En relación con las Diferencias entre Estados Unidos y la Unión Europea acerca de la carne de ternera engordada con hormonas, en la noticia, Bruselas endurece la guerra comercial con EE UU al rechazar la carne hormonada (EL PAIS, 16-X-2003) en la que se indicaba que "pese a las sanciones impuestas por Washington, Bruselas decidió incluir otras cinco sustancias utilizadas para el engorde de las reses cuya carne tampoco puede ser vendida en Europa", se decía que "la Organización Mundial de Comercio (OMC) ya dio la razón a Washington en 1998 porque la Unión Europea no había justificado técnicamente la medida", y se indicaba:
"A raíz de la condena de la OMC, Bruselas encargó diversos estudios científicos, ahora recogidos en la Directiva comunitaria, que han probado el carácter cancerígeno de la 17 estradiol, un hormona para el crecimiento. Debería estar prohibida porque no es segura para el consumidor, dijo González (portavoz del comisario europeo para el Comercio)".
Otro ejemplo muy comentado es el del tabaco. Limitándonos a Tailandia, sucedió que este país, como parte de una intensa campaña antitabaco, decidió restringir las importaciones de tabaco procedente de Estados Unidos porque tenía más sustancias dañinas que el tailandés. Pero la Junta de Representantes comerciales de EE. UU. (USTR, en inglés) decidió que se trataba de un problema relacionado con el comercio y no con la salud y que, por lo tanto, Tailandia no podía poner obstáculos a la importación de tabaco. En consecuencia, pidió a su Gobierno que denunciase el hecho ante la OMC. La OMC dio la razón a Estados Unidos y Tailandia tuvo que levantar sus restricciones al tabaco estadounidense.
(Leído en El miedo a la democracia, Noam Chomsky, Ed. Crítica, Barcelona, 1992, págs. 141-153. Noam Chomsky, lingüista, filósofo y activista estadounidense, es profesor emérito de Lingüística en el MIT -Massachusetts Institute Technology-. Chomsky es una de las figuras más destacadas de la lingüística del siglo XX)
4 comentarios:
El principio de precaución se lo saltan a la torera con el cambio climático, al permitir que las ciudades sigan emitiendo grandes cantidades de C02. Un principio de precuación eficaz hubiera tratado de reducir al máximo la circulación en las calles. Los gobiernos hacen exactamente lo contrario: promueven a más no poder la venta de coches.
¿Recuerda cuando hace un año aproximadamente el Estado inició una campaña de ahorro energético? ¿Fue casualidad el que, entonces, las empresas iniciasen campañas de promoción de equipos de aire acondicionado? No lo sé exactamente, pero creo que no fue casualidad.
Por supuesto que no fue casualidad. Las empresas y el estado son compinches en hacer negocio a costa del pueblo. Van juntos de la mano en eso de la explotación de los recursos, como si ellos fueran los amos del mundo, cuando resulta que el mundo es de todos, no solo de unos cuantos mafiosos que disponen de él según les conviene, con toda la impunidad que les otorgan los gobiernos.
Lo desracable, a mi juicio, es que las empresas en su propaganda siempre dicen que sólo piensan en nosotros y hay muchos que se lo creen
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