"Nuestro sueño es un mundo libre de pobreza"
"Estas son las palabras de bienvenida con las que se encuentra cualquier visitante que acuda a la sede central del Banco Mundial en Washington. ¿Se trata de un mero ejercicio de retórica o es, realmente, el espíritu que guía la actuación de la institución? A lo largo de sus páginas, el libro hace un recorrido por la trayectoria del Banco desde su creación en Bretton Woods hasta el momento actual, poniendo en evidencia las recurrentes contradicciones entre los objetivos declarados y una prácticas que no han logrado nunca marcar una diferencia real en las vidas de los cientos de millones de personas que siguen viviendo bajo el umbral de la pobreza. Todo ello a pesar de la diversidad de trayectorias marcadas por sus sucesivos presidentes: los cambios de discurso, y la revisión de las políticas, lo cual contribuye a reforzarla tesis del autor según la cual, la raíz del problema se encuentra en la misma esencia de una organización que se debate entre sus condicionantes institucionales y su misión de lucha contra la pobreza". (Contraportada del libro Altruismo, mercado y poder. El Banco Mundial y la lucha contra la pobreza de José Antonio Sanahuja, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Complutense de Madrid e investigador asociado del Departamento de Estudios de Intermón Oxfam, 2001, Intermón Oxfam, Barcelona).
"Aunque desde el punto de vista formal se trate de una organización intergubernamental simular a otras muchas que se han creado mediante un tratado o convenio internacional, la estructura orgánica, el sistema de toma de decisiones y los mecanismos de movilización de recursos lo asemejan más a un banco comercial que a una organización internacional clásica". (Pág. 23)
"En el Banco Mundial no se aplica el principio de igualdad de voto -un Estado, un voto- que rige en la mayor parte de las organizaciones internacionales y que se observa, por ejemplo, en la Asamblea General de Naciones Unidas. Tampoco se aplica el voto ponderado según el tamaño de la población, que existe, aun con muchos ajustes, en el Consejo de Ministros de la Comunidad Europea. Se trata de un gobierno plutocrático. (...). En el Banco Mundial, los países industrializados tienen la mayoría de los votos y, por lo tanto, una influencia determinante en sus decisiones y en sus políticas", (Pág. 39)
¿Por qué el Banco Mundial no dice nada o aventura una solución al problema del hambre en el Cuerno de África?
2 comentarios:
Mientras haya dinero -y sea el motor principal del mundo-, el que no lo tenga será pobre. Por eso, es difícil de creer que un banco (mundial o no) busque eliminar la pobreza, cuando su misión principal es manejar dinero, ergo obtener beneficios a toda costa. A veces, incluso precipitando crisis mundiales por sus malas prácticas.
Tengo la sensación de que cuanto más tenemos, más pobreza anida en nuestros corazones; los organismos y las empresas ni siquiera se lo preguntan.
A mi juicio, todo se ha debido a una serie de acontecimientos que tuvieron lugar después de la Primera y Segunda Guerras Mundiales; acontrecimientos muy mal gestionados por Estados Unidos y, en parte, tambien por Europa. Ahora, el Imperio parece estar desmoronándose. Europa -sus ciudadanos- deberían intentar corregir la senda uniciada y colaborar en la creación de un sistema más humano.
Muchas gracias por tu comentario. Un saludo.
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