Ayer, en el suplemento Negocios de EL PAÍS, leí un artículo, Hambre y esperanza en el Cuerno de África, firmado por Jeffery Sachs, profesor de Economía y director del Instituto de la Tierra de la Universidad de Columbia. Para satisfacer mi urgente necesidad de explicar a alguien lo que pienso del proyecto presentado por este profesor de Economía, dedicaré unas líneas a comentar lo que se dice -o no se dice- en ese artículo. Les agradeceré que me indiquen qué piensan ustedes.
Jeffrey Sachs no dice nada de las comunidades pesqueras. ¿Qué hará, ahora, el Atlanta? ¿Vigilar que a ningún somalí se le ocurra pescar para llevar a casa algo para comer? ¿Limpiar la zona de residuos tóxicos y peligrosos, y cuidar que no se viertan más?
No dice nada acerca de lo que lo que harán ahora el FMI y el Banco Mundial. Somalia no ha pagado aún la deuda, contraída en gran parte a través de los programas de la Ayuda Oficial al Desarrollo. ¿Cuál será la actitud de estas instituciones cuando pase la época de sequía? ¿Seguirán "aconsejando" a Somalia que se dedique a la exportación o pedirán perdón por haberse confundido?
Tampoco dice nada de la Organización Mundial de Comercio y su Acuerdo sobre Agricultura. ¿Se dejará que los somalíes cultiven los alimentos que siempre han cultivado, quiero decir, los que cultivaban en la etapa colonial? (Me he referido a esa etapa se la historia de Somalia, porque no creo -siento ser tan desconfiada- que los colonizadores -italianos, franceses y británicos- les enviarán alimentos en época de sequía).
"Sin embargo -dice Jeffrey Sachs- todavía hay esperanzas realistas: el proyecto Aldeas del Milenio, que tengo el honor de hacer realidad". Jeffrey pretende "empoderar a las comunidades de pastores a través de inversiones específicas en el manejo del ganado, atención veterinaria, el desarrollo de negocios, clínicas móviles de salud, escuelas con internado e infraestructura local, como puntos de agua potable, electricidad fuera de la matriz y telefonía móvil". Según él, "las tecnologías de vanguardia, junto con un sólido liderazgo comunitario, pueden generar un desarrollo sostenible en el largo plazo".
¿Se repetirá la historia? ¿Cómo y quién llevará a cabo esa "atención sanitaria"? ¿Quién se encargará de esas "clínicas móviles de sanidad"? ¿Quiénes atenderán "las escuelas con internado"? ¿De dónde vendrá ese "sólido liderazgo comunitario" Etcétera. Por otra parte, parece que, en el futuro, todos los somalíes serán pastores, empoderados, pero pastores.
La situación es difícil, muy difícil; estudiémosla con seriedad, reconozcamos nuestros errores y no los volvamos a repetir. Deberíamos haber evitado que se llegara a la situación a la que se ha llegado. Hasta ahora no hemos hecho nada o casi nada: ya sea por inercia, por ignorancia o por incompetencia, nos hemos quedado mirando, cómo caían derrotados, sin hacer nada. Tenemos que ayudarles; ni por egoísmo (seguridad) ni por humanidad (empatía y solidaridad) podemos vivir en un mundo con millones de marginados. (Según la prensa, la FAO calcula que 3,2 millones de somalíes necesitan "asistencia inmediata", por lo que hizo a la comunidad internacional un llamamiento...)
Lamento haber sido tan caústica, pero considero que los somalíes son personas capaces de sentir y pensar, y que han llegado a donde estar porque nuestro sistema económico y social es asesino, inhumano.
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