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jueves, 14 de julio de 2011

Lobbies de las multinacionales

     Todos los lobbies de empresas multinacionales tienen como objetivo común conseguir una desregulación tan alta como sea posible (recuérdese el deseo de Grover Norquist) y, en consecuencia, combaten todo tipo de legislación, social o medio ambiental, de obligado cumplimiento: consideran que cualquier legislación de este tipo constituye una barrera al comercio.

     Klaus Werner y Hans Weiss, en El libro negro de la marcas, proporcionan una lista de los principales lobbies de empresas multinacionales y entre ellas mencionan la Cámara Internacional de Comercio que se describe a sí misma como "la única organización de negocios realmente global del mundo". Según los autores del libro, tiene tras de sí una larga historia como lobby contra los tratados medioambientales, por ejemplo, el Protocolo de Kioto, la Convención sobre la Diversidad  o la Convención de Basilea.  (El Convenio de Basilea pretende impedir que los residuos peligrosos -generalmente mediante pago a gobiernos corruptos- se almacenen en países pobres cuya población no puede defenderse de estas actuaciones). Según Werner y Weiss,  la Cámara Internacional de Comercio es, además, uno de los lobbies más importantes a favor de la industria genética y el Acuerdo sobre los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC) de la OMC.

     Jeans Ziegler en su libro El imperio de la ... vergüenza (pág. 211) indica:

     "Una de las primerísimas cosas que aprendí tras mi nombramiento en las Naciones Unidas fue desconfiar de los sistemas que comunican el Alto Comisionado para los Derechos Humanos, domiciliado en Ginebra, con la sede central de la ONU en Nueva York. Para tratar de los asuntos que exigen un mínimo de confidencialidad, está totalmente contraindicado el uso de los teléfonos del palacio Wilson o del correo electrónico. En cambio, se recomiendan las cartas manuscritas entregadas en mano. Es el sistema que utilicé durante dos meses de 2002, cuando preparaba mi respuesta a las acusaciones que la misión estadounidense lanzaba contra mí en el caso de los organismos genéticamente modificados".

      "Robert Baer, que fue alto responsable del departamento de la Central Intelligence Agency (CIA), manifestó su admiración por la eficacia, la competencia, los medios materiales de las servicios de contraespionaje, espionaje y acción de las grandes sociedades capitalistas transcontinentales. Algunas de esas empresas son especialmente hábiles para infiltrarse en la burocracia de las grandes agencias especializadas de la ONU".

     Para la OMC, los lobbies son organizaciones ni gubernamentales como las que se conocen con las siglas ONG, pero mientras que en las Reuniones Ministeriales de la OMC se cuentan por cientos y miles, la presencia de las ONG es muy restringida, y, en general, su presencia no es bienvenida.

2 comentarios:

Lorenzo Garrido dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Lorenzo Garrido dijo...

Es lo que yo he llamado la impunidad cada vez más absoluta de los empresarios. Si nadie los para y su misión consiste en aumentar la rentabilidad de sus negocios, no es de extrañar que, en efecto, se carguen el mundo a una velocidad que da miedo.