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domingo, 17 de julio de 2011

Alicia en el país de las maravillas

     Eduardo Galeano es autor de un libro titulado Patas arriba. La escuela del mundo al revés, en el que pone de manifiesto que "si Alicia renaciera en nuestros días, no necesitaría atravesar ningún espejo: le bastaría con asomarse a la ventana".  "Al fin del milenio, el mundo al revés está a la vista: es el mundo tal cual es, con la izquierda a la derecha, el ombligo en la espalda y la cabeza en los pies".

     La primera edición de ese libro apareció en noviembre de 1998. Ahora, en julio de 2011, pienso que hay personas que siguen viviendo en ese mundo al revés. ¿Qué se puede pensar de una noticia que apareció ayer en el periódico EL PAÍS?  En ella se decía:

      "Trabajar más para evitar despidos de empleados públicos. Ese es el objetivo que asegura perseguir el Gobierno (aquí, nombre de la Comunidad Autónoma). Durante una conferencia en la escuela de negocios Esade, (nombre del correspondiente consejero de Economía) apuntó el camino a seguir, pero sin concretar. (...). Puede implicar trabajar un poco más, 10 o 15 minutos al día o trabajar un poco menos cada día pero no tener vacaciones. 

     El problema es que muchos de nosotros no hemos conseguido, como hizo Alicia, meternos en un espejo para descubrir el mundo al revés. En nuestro mundo, para evitar despidos habría que reducir la jornada laboral.

     En otra parte de la misma noticia se dice:

     "...  se van concretando draconianos recortes en sanidad, educación y servicios sociales. Todo después de anunciar que se eliminaría el impuesto de sucesiones a las rentas más altas con una pérdida de ingresos entre 50 y 150 millones. Se han cerrado plantas enteras de hospitales, quirófanos  muchas escuelas públicas darán una hora menos de clase el curso que viene".

      En nuestro mundo, eso parece descabellado: no se cobra a las rentas más altas un dinero que es necesario para satisfacer derechos humanos, como son la sanidad y la educación.  ¿Cómo meter en una jaula a todos los que están en "el mundo al revés"?  Nos están haciendo mucho daño.

5 comentarios:

Lorenzo Garrido dijo...

Me recuerda a Sarkozy, canalla donde los haya, cuando decía: "hay que trabajar más para ganar más". Ahora parece que es esto otro: "hay que trabajar más para que no te despidan." En toda Europa se practica la misma política miserable que solo favorece a los ricos, impunes y privilegiados en un mundo cada vez más decimonónico. Estos politicuchos no han aprendido nada, sino a rapiñar más y mejor con la ayuda de sus amigos los banqueros.

Juliana Luisa dijo...

Es de locos. La verdad es que no entiendo que se proteste más. Se entiende, únicamente, porque el que mantiene su puesto de trabajo tiene miedo a perderlo y quedarse en la calle.

Lorenzo Garrido dijo...

Totalmente de acuerdo. Basta mirar la tele cinco minutos para advertir que expanden el reino del terror a todas horas. Ellos poseen el uso de la fuerza y en caso de... aplastan cualquier rebeldía con un buen grupo de gendarmes.

Poderio dijo...

Estos comentarios estan claramente inspirados en una vision de grandes empresas, donde aprovechando la crisis, aparece la oportunidad de aumentar la productividad sin que aumenten los costes (lease la entrada del dia anterior con la teoria de la filtracion).
Para las pequeñas empresas tal vez sería mejor medida que el estado no tardase meses en pagar sus deudas con ellas y las asfixie economicamente al trasladarle sus problemas.
Empezemos siempre por limpiar nuestra casa antes de llamar la atencion de la mierda que hay en el patio de al lado.
Pero volviendo la hilo del comentario. Si lo analizamos desde el bien comun (lease tambien la logica o el sentido comun) si reducimos la jornada laboral (y los sueldos proporcionalmente) parece mas razonable que no solo no haya que despedir a nadie, sino que haya que contratar a nueva gente. Pero este pensamiento merece comentarse aparte.

Juliana Luisa dijo...

Totalmente se acuerdo con Poderio. A mi también me parece razonable tu solución, pero, como he leído hoy no recuerdo dónde) descendería nuestra priductividad, una de las más parece que debido al gran número de desempleados.
Como muy bien dices, habría que estudiarlo más despacio.

Un saludo