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martes, 23 de septiembre de 2025

Empresas. Objetivoa de Desarrollo Sostenible

 En siete años (de 2018 a 2024), el porcentaje de empresas españolas que conocen los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) ha pasado del 69% al 88%, según la consulta sobre la implantación de la Agenda 2030 en el tejido empresarial elaborada por el Pacto Mundial de la ONU España. Otras de las conclusiones es que las compañías ya destacan abiertamente la correlación entre sostenibilidad y rentabilidad económica. Un 84% de las 2.300 encuestas considera que seguir una agenda ASG (Ambiental, Social y Gobernanza) ofreceventajas respecto a sos competidores.

Sin embargo, no todos los 17 ODS se están implementando al mismo ritmo, hace notar Cristina Sánchez, directora del Pacto Mundial de la ONU España. Que, por ejemplo. el ODS 2 (Hambre Cero) avance dificultosamente afecta de lleno al sector agroalimentario y tiene una doble lectura, observa: es una oportunidad de mercado para innovar en usos del suelo y nuevas formas de alimentación saludable, y también un riesgo claro si no se actúa. "la seguridad alimentaria y la resiliencia de las empresas dependerán de su capacidad de anticipar crisis climáticas, fenómenos meteorológicos extremos o interrupciones en las cadenas de suministro", avanza. La sostenibilidad, un todo que solo queda completo con el cumplimiento de los 17 ODS, es la condición indispensable para la competitividad, advierte Sánchez.

El ODS 5 (Igualdad de Género) ocupa la primera posición entre  los trabajados por las empresas españolas; el ODS 7 (Energía Limpia) escala posiciones y se convierte en una prioridad de las estrategias empresariales. Otros  como el ODS 14 (Vida Submarina) y el ODS 15 (Vida de Ecosistemas Terrestres) se mantienen sistemáticamente en los últimos lugares. "Parece que estas áreas se perciben como retos más sectoriales, cuando en realidad son estratégicas para toda economía", advierte la experta. No invertir en el cuidado del océano en un país con tantos kilómetros de costa como España le parece "desaprovechar una palanca clave de innovación y resiliencia".  Recuerda que la economía azul representa el 7% del valor  añadido bruto nacional, genera más de 600.000 empleos y aporta más de 21.000 millones de euros al año.

"Las empresas priorizan, desde su actividad, la contribución a objetivos vinculados a la gestión de energía limpia y respuesta al cambio climático, trabajo decente, digitalización y conducta empresarial" refrenda Germán Granda, director general de Forética. Lo achaca a que son los que más rápidamente se traducen en eficiencia operativa, gestión de riesgos, innovación. reputación y competitividad. Además, se pueden medir y se alinean con marcos rregulatorios y expectativas de inversiones y grupos de interés. Por los motivos contrarios -- impacto empresarial menos directo o inmediato; necesidad de colaboraciones intersectoriales complejas; falta de métricas claras; dificultad de vincularlos con retornos económicos tangibles -- quedan relegados los ODS  relacionados con reducción de desigualdades (10), el ya citado de la vida submarina, y el de alianzas globales (17).  

En 2025 se cumplen 10 años desde la adopción de los ODS. Su balance intermedio muestra "grandes brechas", dice Granda. Si analizamos por territorios, Europa lidera en transparencia, clima y economía circular, "por compromiso y por exigencia regulatoria";  Estados Unidos, en innovación y tecnología; Asia, especialmente China, en infraestructuras e industria limpia; en América Latina y África el foco está en empleo e inclusión social.

Miriam Zairegui, directora del Programa de España de la European Climate Foundation, destaca que los avances de la UE en transición energética y clima --la cuota de renovables alcanzó el 25% del consumo  bruto en 2023, y las emisiones de gases de efecto invernadero cayeron un 36% frente a 1990 -- han creado un calvo de cultivo propicio para la competitividad. Pero reclama la necesidad de datos climáticos fiables y comparables, para que los inversores puedan actuar a gran escala.

Existen también brechas entre las compañías grandes y las pequeñas, saca a colación Ángel  Pérez Agenjo, socio director de la consultora estratégica de sostenibilidad e impacto Trasdendent. Sin estar al día en los aspectos ASG, una pyme deja de ser preferencial como proveedora de  una de mayor tamaño, advierte.

En general, el experto estima que las organizaciones españolas están implementando los ODS de manera irregular e insuficiente. A su juicio,  pocas han sabido entender el valor del tejido empresarial  las ha usado "más como marco de comunicación que como una hoja de ruta eficaz". "Ha restado credibilidad e interés a un marco que puede ser útil para la gestión empresarial, si se sabe utilizar", defiende.

En su opinión,el problema no son los ODS, el ASG o cualquier otro acrónimo. "El mayor riesgo es perder competitividad por no tener una curiosidad empresarial ante las posibles ventajas dela sostenibilidad", incide.. Por no revisar productos y servicios desde el punto de vista de la sostenibilidad. No incorporar -- o hacerlo tarde -- las herramientas que propusola ONU hace una década es "perder oportunidades de mejorar financiación, fortalecer cadenas de suministro o estar preparadas para efectos climáticos adversos", enumera Pérez Agenjo. (Fuente: El País,  Suplemento Negocios, 21 de septiembre de 2025) 

 

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