Otra señal de lo inhumano que puede llegar a ser nuestro actual sistema económico y social lo constituye la compra masiva -más bien robo- de suelo fértil de los países pobres por parte de inversores extranjeros (agroindustria, Gobiernos, fondos especulativos...).
Distintas ONG y asociaciones de campesinos han denunciado ante la FAO (Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) esta práctica y han pedido que se prohíba esta apropiación" de tierras por parte de capitales extranjeros. Son millones las hectáreas que, en menos de un año, han sido arrebatadas a sus legítimos dueños en África, Asia, América Latina y Europa del Este. La presidenta de una gran ONG, Intermón Oxfam, decía en una entrevista que no era difícil encontrar -no es importante decir dónde- centenares de campesinos acampados en dos metros de arcén de una desangelada carretera, porque una multinacional les había desposeído de sus tierras.
El fenómeno no es nuevo: se inició cuando el FMI y el Banco Mundial "aconsejaron" a los países pobres a cultivar alimentos para exportar a los países ricos en lugar de cultivar alimentos para alimentar a su población. Para cumplir con ese "mandato", muchos Gobiernos arrendaban tierras a "grandes multinacionales agroindustriales". Sin embargo, ahora el proceso ha cambiado de objetivo y de medios, y sobre todo, a raíz de la actual crisis financiera global, se ha acelerado a un ritmo alarmante: se ha convertido en algo muy peligroso, según algunos expertos, en una bomba que puede explotar en cualquier momento y en cualquier lugar, incluso, en nuestra propia cocina.
Un portavoz del Instituto Internacional de Investigación Agraria explicaba que en muchos lugares de África la propiedad de la tierra se rige por la costumbre, sin que existan papeles de propiedad, lo que significa que el Gobierno puede ejercer de "propietario" de unas tierras que han sido cultivadas durante siglos por clanes de campesinos locales. Los acuerdos se hacen de espaldas a la población local que, con frecuencia, carecen de voz para denunciar los abusos. Y si el Gobierno se opone a esa apropiación, los "compradores" tienen multitud de formas de "adoctrinarle" o convertirle en un "Estado fallido". De todas formas, el proceso tiene también lugar, también, en países donde las tierras tienen dueño; pero ese es sólo un pequeño obstáculo para los inversores extranjeros.
Según el director de la FAO, Jacques Diouf, la pobreza no es una fatalidad: refleja los criminales efectos de un sistema económico inhumano y suicida. Es una cosa que debe tener en cuenta el movimiento del 15-M.
Somalia fue autosuficiente desde el punto de vista alimentario, pero, entre otras cosas, llegó la Ayuda Oficial al Desarrollo, se endeudó, primero, la pareja FMI/Banco Mundial sentenció que en lugar de cultivar alimentos para la población lo que tenía que hacer era cultivar aquello que podía interesar a los países ricos, y, después la OMC (Organización Mundial de Comercio) estableció que debía eliminar los aranceles a la importación de alimentos procedentes de los países ricos, con lo cual los agricultores somalíes tuvieron que abandonar sus tierras y la población se quedó sin comida ¿Qué extensión de tierras fértiles disponen ahora Somalia? Ahora, Somalia no tiene ni alimentos ni suelo fértil, ni fuerzas para cultivar.
Según el director de la FAO, Jacques Diouf, la pobreza no es una fatalidad: refleja los criminales efectos de un sistema económico inhumano y suicida. Es una cosa que debe tener en cuenta el movimiento del 15-M.
6 comentarios:
Todo esto es una mafia que actúa de modo impune y causa grandes destrozos en la tierra y en las poblaciones locales. Mil millones de hambrientos hoy en el mundo por culpa de esos criminales mafiosos. ¿Hasta cuándo?
A raíz de leer opiniones de unos y otros, a raíz de leer datos e informes sobre el mundo actual... tengo muy claro que el descontento en la población está creciendo, porque estas injusticias, estas fechorías, no pueden ocultarse.
Creo que, quizá, vamos de camino a algún tipo de revolución que devolverá a la persona y al medioambiente el respeto que merecen. Y espero que no ocurra demasiado tarde.
Lo que deseo con todo mi ser es que las multinacionales, los banqueros, los políticos sin escrúpulos... paguen por sus crímenes.
Digo lo mismo: los actuales dirigentes de multinacionales, bancos, y no pocos gobernantes deberían ir al banquillo de los acusados. Se trata de criminales que han actuado contra la humanidad, contra el medio ambiente.
El problema es grave. Más pronto que tarde, nos llegará a nosotros. Como primera e indispensable premisa, no deberíamos comprar nada en un supermercado. Han hundido a muchos pequeños comerciantes y están asfixiando a los agricultores y ganaderos.
En cuanto a lo que dice "elemento cero" estoy de acuerdo en que "vamos camino de algún tipo de revolución" que nos llevará, espero, a un sistema económico y social más humano.
Tomo nota, intentaré por todos los medios no comprar nunca en un supermercado. A los grandes almacenes tipo carrefour ya no voy casi nunca, los tengo en la lista negra.
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