¿Por qué hablar de patentes ahora "con la que está cayendo"? Porque existe una relación íntima entre las patentes y la existencia de unos piratas, tan peligrosos o más, que los que han intervenido -y interviniendo- en Somalia.
Los conocimientos de los países subdesarrollados no están patentados, porque sus habitantes no conciben que alguno de ellos pueda tener un título que reconozca el derecho a explotar, en exclusiva, una "invención": los conocimientos que poseen, principalmente, sobre las distintas plantas y su posibilidad de uso son fruto de años de observaciones y experiencias llevadas a cabo por múltiples agricultores y, por tanto, pertenecen a la comunidad. La cultura occidental, sobre todo, en su relación con la Naturaleza, es muy diferente de cultura de estos países.
En Occidente, no sólo es objeto de patente cualquier novedad mundial que tenga alguna aplicación industrial -eso dice la teoría, pero en la práctica son patentables, por ejemplo, los medicamentos a pesar de que carecen de aplicación industrial-, sino también se patentan cosas en las que está implicado un ser vivo, en su totalidad o en algunas de sus partes: "patentes sobre la vida". El 12 de abril de 1988, la Oficina de Patentes de Estados Unidos concedió a Du Pont la primera "patente sobre la vida".
En la Ronda de Uruguay, se decidió introducir los derechos de propiedad intelectual y, entre ellos, las patentes, en la nueva Organización Mundial de Comercio (OMC), a través del Acuerdo sobre Derechos de Propiedad Intelectual relacionados don el Comercio (ADPIC; en inglés TRIPS). En consecuencia, a partir de 1994, fecha en la que la OMC sustituyó al GATT, todos los Estados miembros de la OMC debían aceptar los rigurosos criterios de protección de la propiedad intelectual que, hasta entonces, sólo se aplicaban en los países industrializados.
Los defensores del actual sistema de patentes afirman que con la concesión de una patente se pretende compensar al autor del invento y que, por tanto, las patentes promueven la creatividad, el desarrollo científico y técnico, y, con ello, aumentan la calidad de vida de toda la humanidad. Sin embargo, la realidad es muy distinta. Por un lado, durante el período de vigencia de la patente, la empresa que posee la patente se encuentra en situación de monopolio, con el consiguiente perjuicio para los consumidores. Por otro lado, hay invenciones que podrían mejorar la calidad de vida de las personas, pero que no llegan al mercado debido a que la patente es comprada, y después escondida, por otra empresa que considera que su desarrollo puede disminuir sus ganancias. En un estudio llevado a cabo en Estados Unidos en 1984, más del ochenta por ciento de las empresas estudiadas señalaron que el principal motivo para sacar una patente era "bloquear algún sector técnico", sin que tuvieran ninguna intención de explotar la invención. (Vandana Shivam ¿Proteger o expoliar? Los derechos de propiedad industrial, 2003, Intermón Oxfam, Barcelona)
Pensar que es necesaria una compensación para promover la creatividad es ignorar que el ser humano es curioso, creativo, por naturaleza; y supone no tener en cuenta los adelantos alcanzados a lo largo de la historia de la Humanidad, antes de instaurar el actual sistema de patentes o los conseguidos en ciencia básica, cuyos resultados no son patentables.
El contenido de este blog se ha cedido al dominio público: puede ser copiado, parcial o totalmente, sin previo permiso de la autora.
miércoles, 31 de agosto de 2011
lunes, 29 de agosto de 2011
¿Súbditos o ciudadanos?
Según el diccionario de la Real Academia Española (RAE), súbdito viene del latín subditus, participio pasado del verbo subdere, someter, y señala que se llama súbdito a una persona "sujeta a la autoridad de un superior con obligación de obedecer"; mientras que un ciudadano es el "habitante de las ciudades antiguas o de Estados modernos como sujeto de derechos políticos y que interviene, ejercitándolos, en el gobierno de su país". Por otra parte, según el mismo diccionario, democracia es una "doctrina política favorable a la intervención del pueblo en el gobierno" (1ª acepción) o "predominio del pueblo en el gobierno político de un Estado" (2ª acepción).
Si se analiza la situación actual, aunque sea solo someramente, se llega a la conclusión de que no estamos en una democracia, y ello, no únicamente porque el pueblo no sea tenido en cuenta en el "gobierno político del Estado", sino, también, porque el gobierno se ha convertido en súbdito en cuanto que está "sujeto a la autoridad de un superior con la obligación de obedecer". Ahora nuestros gobernantes se sienten obligados a obedecer a "los mercados"; "los mercados no están contentos...", "los mercados exigen...", "el FMI pide ...", son expresiones habituales en todos los medios de comunicación. Estamos hablando de mercados financieros, pero la democracia ya había empezado a morir lentamente hace años bajo el dominio de los mercados no financieros.
El hecho de que los gobiernos sean súbditos, no lleva implícito que deba de serlo el pueblo. Federico Mayor Zaragoza indica que debemos pasar de ser súbditos a ser ciudadanos, lo que quiere decir que reclamemos, por todos los medios a nuestro alcance, intervenir con "predominio en el gobierno político del Estado". Federico Mayor Zaragoza señala, repetidamente, que "la solución a los gravísimos desafíos a que nos enfrentamos es más democracia, mejor democracia", lo que, según él, exige "participación activa y conocimiento profundo de la realidad". En definitiva, que los que está sucediendo o lo arreglamos todos o no lo arregla nadie.
Ojalá esta crisis nos abra los ojos y veamos lo que antes no veíamos: que había instituciones internacionales que, de una manera silenciosa, estaban secuestrando -o habían secuestrado- a nuestros gobiernos. Hablando de crisis, Albert Einstein -autor de la Teoría de la Relatividad, uno de los mayores científicos de todas las épocas- dijo:
"Es en la crisis donde nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura. La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a las personas y a los países porque la crisis trae progresos. El inconveniente de las personas y los países es la pereza por encontrar salidas y soluciones. En vez de eso trabajemos duro. Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora que es la tragedia de no querer superarla".
Los españoles, sobre todo los jóvenes, parecen haber vencido la pereza y están "trabajando duro" para "encontrar salidas y soluciones".
Si se analiza la situación actual, aunque sea solo someramente, se llega a la conclusión de que no estamos en una democracia, y ello, no únicamente porque el pueblo no sea tenido en cuenta en el "gobierno político del Estado", sino, también, porque el gobierno se ha convertido en súbdito en cuanto que está "sujeto a la autoridad de un superior con la obligación de obedecer". Ahora nuestros gobernantes se sienten obligados a obedecer a "los mercados"; "los mercados no están contentos...", "los mercados exigen...", "el FMI pide ...", son expresiones habituales en todos los medios de comunicación. Estamos hablando de mercados financieros, pero la democracia ya había empezado a morir lentamente hace años bajo el dominio de los mercados no financieros.
El hecho de que los gobiernos sean súbditos, no lleva implícito que deba de serlo el pueblo. Federico Mayor Zaragoza indica que debemos pasar de ser súbditos a ser ciudadanos, lo que quiere decir que reclamemos, por todos los medios a nuestro alcance, intervenir con "predominio en el gobierno político del Estado". Federico Mayor Zaragoza señala, repetidamente, que "la solución a los gravísimos desafíos a que nos enfrentamos es más democracia, mejor democracia", lo que, según él, exige "participación activa y conocimiento profundo de la realidad". En definitiva, que los que está sucediendo o lo arreglamos todos o no lo arregla nadie.
Ojalá esta crisis nos abra los ojos y veamos lo que antes no veíamos: que había instituciones internacionales que, de una manera silenciosa, estaban secuestrando -o habían secuestrado- a nuestros gobiernos. Hablando de crisis, Albert Einstein -autor de la Teoría de la Relatividad, uno de los mayores científicos de todas las épocas- dijo:
"Es en la crisis donde nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura. La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a las personas y a los países porque la crisis trae progresos. El inconveniente de las personas y los países es la pereza por encontrar salidas y soluciones. En vez de eso trabajemos duro. Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora que es la tragedia de no querer superarla".
Los españoles, sobre todo los jóvenes, parecen haber vencido la pereza y están "trabajando duro" para "encontrar salidas y soluciones".
domingo, 28 de agosto de 2011
Relato épico de los mayas quichés
Domingo. A continuación voy a transcribir dos párrafos de El Popol Vuh. Las antiguas historias del Quiché, traducidas del texto original con introducción y notas de Adrián Recinos (1971), editadas por Universitaria Centroamericana (EDUCA), Colección Aula, Centroamérica.
- "Ha llegado el tiempo del amanecer, de que se termine la obra y que aparezcan los que nos van a sustentar y nutrir, los hijos esclarecidos, los vasallos civilizados; que aparezca el hombre, la humanidad, sobre la superficie de la Tierra. Así dijeron". (Pág. 99)
- "Entonces el Corazón del Cielo les echó un vaho sobre los ojos, los cuales se empañaron como cuando se sopla sobre la luna de un espejo. Sus ojos se velaron y solo pudieron ver lo que estaba cerca, solo eso era claro para ellos. Así fue destruida su sabiduría".(Págs. 102-103)
Según los mayas, cuando los dioses quieren castigar a los mortales les empañan la vista para que no puedan ver sino lo que está cerca. Ojalá que los párrafos anteriores, todo lo discutibles que se quiera, ayuden a que "aparezca el hombre, la Humanidad, sobre la superficie de la Tierra", y podamos recuperar la "sabiduría".
- "Ha llegado el tiempo del amanecer, de que se termine la obra y que aparezcan los que nos van a sustentar y nutrir, los hijos esclarecidos, los vasallos civilizados; que aparezca el hombre, la humanidad, sobre la superficie de la Tierra. Así dijeron". (Pág. 99)
- "Entonces el Corazón del Cielo les echó un vaho sobre los ojos, los cuales se empañaron como cuando se sopla sobre la luna de un espejo. Sus ojos se velaron y solo pudieron ver lo que estaba cerca, solo eso era claro para ellos. Así fue destruida su sabiduría".(Págs. 102-103)
Según los mayas, cuando los dioses quieren castigar a los mortales les empañan la vista para que no puedan ver sino lo que está cerca. Ojalá que los párrafos anteriores, todo lo discutibles que se quiera, ayuden a que "aparezca el hombre, la Humanidad, sobre la superficie de la Tierra", y podamos recuperar la "sabiduría".
sábado, 27 de agosto de 2011
Sociedad civil. Emprendedores
"El siglo XXI será el siglo de la sociedad civil o no será". No sé a quién pertenece esa frase, pero creo que, a estas alturas, muy pocos dudan de que sea cierta. Federico Mayor Zaragoza, de una manera u otra, repite mil veces que solo la sociedad civil, los ciudadanos, pueden hacer frente a los problemas que tiene planteados la Humanidad.
Otra persona que piensa que la sociedad civil es el ámbito donde están los gérmenes de los necesarios cambios, es William Drayton, más conocido como Bill Drayton, premio Príncipe de Asturias 2011 de Cooperación Internacional, fundador de la Organización Ashoka dedicada al apoyo a "emprendedores sociales" en todo el mundo.
Bill Drayton, después de participar en el movimiento de derechos civiles de Estados Unidos, estudiar la vida de líderes como Mahatma Gandhi, Jean Monnet y Martin Luther King y realizar varios viajes al extranjero para analizar lo que se estaba haciendo en distintos países, llegó a la conclusión de que, en el ámbito social, son necesarias personas emprendedoras capaces de impulsar diferentes cambios, que, en conjunto, llevarán a un nuevo tipo de sociedad. Un emprendedor social es, pues, alguien que ante una situación insostenible, se da cuenta de que cambiándola se beneficiarían todos, y decide dedicar todo su talento, ímpetu y recursos a transformarla.
Emprendedores sociales siempre han existido, lo nuevo es el auge exponencial que, ahora, están experimentando en todos los países. Se escriben libros y artículos sobre emprendedores sociales; las escuelas de negocios y universidades incluyen cursos de especialización; y se crean organizaciones para apoyar el emprendimiento social en todo el mundo.
En la web de Ashoka en España -www.ashoka.es- se pueden encontrar los requisitos para que una idea pueda ser objeto de estudio y apoyo por parte de la Organización, así como relación de los emprendedores sociales que ya están desarrollando su idea de cambio, en nuestro país.
Desde mi punto de vista, la Iniciativa Comercio Justo es el resultado del trabajo de una serie de emprendedores sociales que buscaban una alternativa a un tipo de comercio que se manifestaba injusto, no acorde con lo que, en la teoría de los juegos, se consideran juegos de suma no cero, los únicos juegos que, en estos momentos, debe llevar a cabo la Humanidad para poder sobrevivir.
Un nieto preguntó a su abuelo: "Abuelo, ¿para qué vivimos? El abuelo contestó: "Para que alguna vez nazca un mundo mejor".
Otra persona que piensa que la sociedad civil es el ámbito donde están los gérmenes de los necesarios cambios, es William Drayton, más conocido como Bill Drayton, premio Príncipe de Asturias 2011 de Cooperación Internacional, fundador de la Organización Ashoka dedicada al apoyo a "emprendedores sociales" en todo el mundo.
Bill Drayton, después de participar en el movimiento de derechos civiles de Estados Unidos, estudiar la vida de líderes como Mahatma Gandhi, Jean Monnet y Martin Luther King y realizar varios viajes al extranjero para analizar lo que se estaba haciendo en distintos países, llegó a la conclusión de que, en el ámbito social, son necesarias personas emprendedoras capaces de impulsar diferentes cambios, que, en conjunto, llevarán a un nuevo tipo de sociedad. Un emprendedor social es, pues, alguien que ante una situación insostenible, se da cuenta de que cambiándola se beneficiarían todos, y decide dedicar todo su talento, ímpetu y recursos a transformarla.
Emprendedores sociales siempre han existido, lo nuevo es el auge exponencial que, ahora, están experimentando en todos los países. Se escriben libros y artículos sobre emprendedores sociales; las escuelas de negocios y universidades incluyen cursos de especialización; y se crean organizaciones para apoyar el emprendimiento social en todo el mundo.
En la web de Ashoka en España -www.ashoka.es- se pueden encontrar los requisitos para que una idea pueda ser objeto de estudio y apoyo por parte de la Organización, así como relación de los emprendedores sociales que ya están desarrollando su idea de cambio, en nuestro país.
Desde mi punto de vista, la Iniciativa Comercio Justo es el resultado del trabajo de una serie de emprendedores sociales que buscaban una alternativa a un tipo de comercio que se manifestaba injusto, no acorde con lo que, en la teoría de los juegos, se consideran juegos de suma no cero, los únicos juegos que, en estos momentos, debe llevar a cabo la Humanidad para poder sobrevivir.
Un nieto preguntó a su abuelo: "Abuelo, ¿para qué vivimos? El abuelo contestó: "Para que alguna vez nazca un mundo mejor".
jueves, 25 de agosto de 2011
Organizaciones No Gubernamentales
Dentro de las actividades a favor del desarrollo de los países del Tercer Mundo, hace tiempo que están jugando un importante papel las denominadas Organizaciones No Gubernamentales (ONG). Dejando a un lado el carácter peyorativo que encierra esa denominación, algunas de esas Organizaciones han considerado que no debían limitarse a paliar los males ocasionados por algunos comportamientos de los gobiernos y/ las instituciones internacionales, y se han dotado de equipos de buenos especialistas para estar en condiciones de paliar o evitar, en la posible, esos injustos comportamientos. Ello ha llevado a desautorizaciones y enfrentamientos. A título de muestra, voy a citar dos.
1. Paul Collier, que fue directivo del Banco Mundial, en su libro El club de la miseria. Qué falla en los países más pobres, ya citado aquí en varias ocasiones, dice (pág. 304) : "los grupos de presión del mundillo de la cooperación, sobre todos las ONG occidentales, no suelen entender de comercio, así que optan por el populismo". Con anterioridad (pág. 260), indica que "la política comercial resulta excepcionalmente difícil de entender para la gente corriente". Decir que una cosa es difícil de entender, es tratar de evitar que el interlocutor piense, rebajar su condición de ser pensante y, con ello, colocarse en una posición privilegiada que le permite hacer su voluntad sin tener que dar explicaciones a nadie, pues nadie será capaz de comprenderlas.
2. En las Reuniones Ministeriales que la Organización Mundial de Comercio (OMC) celebra bianualmente, las ONG poseen, en un principio, el mismo status que los lobbies, es decir, considera que ambos son organizaciones no gubernamentales. Sin embargo, todos saben que no se parecen en nada; los lobbies persiguen beneficios particulares, manejan grandes cantidades de dinero que gastan en sobornos y trabajan con "nocturnidad y alevosía"; mientras que las ONG persiguen beneficios generales y buscan hacerse visibles porque su fuerza reside en la gente que les apoyan.
Según los enviados especiales acreditados para informar de la marcha de la V Reunión Ministerial que tuvo lugar en Cancún (México) en septiembre de 2003, parece que la presencia de las ONG molestaba seriamente a los "funcionarios y políticos occidentales", hasta tal punto que "la ministra británica de Agricultura, Margaret Becket, no se mordió la lengua y acusó a las organizaciones humanitarias, más o menos, de llenarle de pájaros a los países pobres. Oxfam no se ha dejado impresionar y ha traído a Cancún a su nuevo fichaje, Mary Robinson, expresidenta de Irlanda y excomisionada de la ONU para Derechos Humanos. Difícil de acusarla de alocada".
Sin embargo, parece que, poco a poco, los gobiernos y las instituciones internacionales se están haciendo a la idea de trabajar más estrecha y regularmente en colaboración con estas Organizaciones. Esto es muy importante por lo que significa de abandono de determinadas ideas sobre subdesarrollo: las ONG han puesto en práctica un nuevo concepto de desarrollo que responde a las necesidades de la población de los países a los que se desea ayudar y que sigue la dirección de sus propias opciones de desarrollo. Ello no es incompatible con la participación, hasta donde sea posible y siempre en condiciones justas, en el comercio internacional.
Somalia, lo mismo que el resto del Cuerno de África, necesita con urgencia la ayuda de estas ONG; su labor, sin embargo, puede ser lenta por falta de recursos económicos. Desde mi punto de vista, debemos -o tenemos que- colaborar con ellas, no por caridad, sino por empatía.
1. Paul Collier, que fue directivo del Banco Mundial, en su libro El club de la miseria. Qué falla en los países más pobres, ya citado aquí en varias ocasiones, dice (pág. 304) : "los grupos de presión del mundillo de la cooperación, sobre todos las ONG occidentales, no suelen entender de comercio, así que optan por el populismo". Con anterioridad (pág. 260), indica que "la política comercial resulta excepcionalmente difícil de entender para la gente corriente". Decir que una cosa es difícil de entender, es tratar de evitar que el interlocutor piense, rebajar su condición de ser pensante y, con ello, colocarse en una posición privilegiada que le permite hacer su voluntad sin tener que dar explicaciones a nadie, pues nadie será capaz de comprenderlas.
2. En las Reuniones Ministeriales que la Organización Mundial de Comercio (OMC) celebra bianualmente, las ONG poseen, en un principio, el mismo status que los lobbies, es decir, considera que ambos son organizaciones no gubernamentales. Sin embargo, todos saben que no se parecen en nada; los lobbies persiguen beneficios particulares, manejan grandes cantidades de dinero que gastan en sobornos y trabajan con "nocturnidad y alevosía"; mientras que las ONG persiguen beneficios generales y buscan hacerse visibles porque su fuerza reside en la gente que les apoyan.
Según los enviados especiales acreditados para informar de la marcha de la V Reunión Ministerial que tuvo lugar en Cancún (México) en septiembre de 2003, parece que la presencia de las ONG molestaba seriamente a los "funcionarios y políticos occidentales", hasta tal punto que "la ministra británica de Agricultura, Margaret Becket, no se mordió la lengua y acusó a las organizaciones humanitarias, más o menos, de llenarle de pájaros a los países pobres. Oxfam no se ha dejado impresionar y ha traído a Cancún a su nuevo fichaje, Mary Robinson, expresidenta de Irlanda y excomisionada de la ONU para Derechos Humanos. Difícil de acusarla de alocada".
Sin embargo, parece que, poco a poco, los gobiernos y las instituciones internacionales se están haciendo a la idea de trabajar más estrecha y regularmente en colaboración con estas Organizaciones. Esto es muy importante por lo que significa de abandono de determinadas ideas sobre subdesarrollo: las ONG han puesto en práctica un nuevo concepto de desarrollo que responde a las necesidades de la población de los países a los que se desea ayudar y que sigue la dirección de sus propias opciones de desarrollo. Ello no es incompatible con la participación, hasta donde sea posible y siempre en condiciones justas, en el comercio internacional.
Somalia, lo mismo que el resto del Cuerno de África, necesita con urgencia la ayuda de estas ONG; su labor, sin embargo, puede ser lenta por falta de recursos económicos. Desde mi punto de vista, debemos -o tenemos que- colaborar con ellas, no por caridad, sino por empatía.
martes, 23 de agosto de 2011
El porqué del silencio del Banco Mundial
Hace unos días expresé mi temor a que se repitieran, en Somalia y todo el Cuerno de África, los tremendos errores cometidos por el Banco Mundial en otros países subdesarrollados -grandes proyectos, muchas veces abandonados, que no sirvieron para nada-. Un día antes, me preguntaba por el silencio del Banco Mundial , silencio que consideraba no acorde con su lema: Nuestro sueño es un mundo sin pobreza. Han pasado los días y el silencio continúa: ningún medio de comunicación ha hecho ni la mínima mención al Banco Mundial, ni siquiera Jeffrey Sachs, que se limitó a decir que había pedido dinero a Obama, para llevar a cabo su, a mi juicio, disparatado proyecto.
Ahora creo que he encontrado el verdadero motivo de tanto silencio. Es algo mucho más vergonzoso que actuar como un banco comercial cuando se dice querer hacer desaparecer la pobreza.
He encontrado un artículo de prensa (colecciono recortes de periódico) en el que el escritor mexicano Jorge Volpi explicaba que, alrededor de 1970, un tal Perkins empezó a trabajar en una misteriosa empresa de consultoría llamada Chas T. Main INC. una de cuyas principales funciones era asesorar al Banco Mundial sobre las posibilidades de inversión en distintos países del Tercer Mundo. Su trabajo iba a consistir, primero, en conseguir que los préstamos, entre otros, del Banco Mundial, del FMI y de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), concedidos para realizar algún proyecto en países subdesarrollados pasasen a través de esa consultoría y fueran contratados con compañías estadounidenses; y, en segundo lugar, buscar la bancarrota de esos países para que no pudieran pagar sus deudas. Una vez que estos países estaban atados con deudas enormes, el gobierno estadounidense les "daba una mordida", para que se convirtieran en dóciles socios de Estados Unidos, de forma que no pudieran negarse a ceder su territorio para la construcción de bases militares, a poner sus recursos naturales a disposición de inversores extranjeros o a otorgar sus votos a Estados Unidos en la ONU y en otras instancias internacionales.
Las herramientas de trabajo de Perkins eran informes financieros falsos, manipulación de elecciones, sobornos, extorsiones, sexo y asesinatos.
Perkins participó en varias misiones, pero cada vez menos seguro de su moralidad, en 1982 abandonó la empresa de consultoría. Los primeros años mantuvo en secreto su trabajo en esa empresa; pero pasados unos años, su hija le convenció de que no debía seguir callado. Al final, contó su historia en un libro publicado en español en 2004 con el título Confesiones de un sicario económico. Ahora realiza proyectos de desarrollo que, de verdad, buscan el beneficio de los más pobres. (En Internet he encontrado una amplia información acerca de ese libro).
Ahora creo que he encontrado el verdadero motivo de tanto silencio. Es algo mucho más vergonzoso que actuar como un banco comercial cuando se dice querer hacer desaparecer la pobreza.
He encontrado un artículo de prensa (colecciono recortes de periódico) en el que el escritor mexicano Jorge Volpi explicaba que, alrededor de 1970, un tal Perkins empezó a trabajar en una misteriosa empresa de consultoría llamada Chas T. Main INC. una de cuyas principales funciones era asesorar al Banco Mundial sobre las posibilidades de inversión en distintos países del Tercer Mundo. Su trabajo iba a consistir, primero, en conseguir que los préstamos, entre otros, del Banco Mundial, del FMI y de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), concedidos para realizar algún proyecto en países subdesarrollados pasasen a través de esa consultoría y fueran contratados con compañías estadounidenses; y, en segundo lugar, buscar la bancarrota de esos países para que no pudieran pagar sus deudas. Una vez que estos países estaban atados con deudas enormes, el gobierno estadounidense les "daba una mordida", para que se convirtieran en dóciles socios de Estados Unidos, de forma que no pudieran negarse a ceder su territorio para la construcción de bases militares, a poner sus recursos naturales a disposición de inversores extranjeros o a otorgar sus votos a Estados Unidos en la ONU y en otras instancias internacionales.
Las herramientas de trabajo de Perkins eran informes financieros falsos, manipulación de elecciones, sobornos, extorsiones, sexo y asesinatos.
Perkins participó en varias misiones, pero cada vez menos seguro de su moralidad, en 1982 abandonó la empresa de consultoría. Los primeros años mantuvo en secreto su trabajo en esa empresa; pero pasados unos años, su hija le convenció de que no debía seguir callado. Al final, contó su historia en un libro publicado en español en 2004 con el título Confesiones de un sicario económico. Ahora realiza proyectos de desarrollo que, de verdad, buscan el beneficio de los más pobres. (En Internet he encontrado una amplia información acerca de ese libro).
lunes, 22 de agosto de 2011
Reconstruir Somalia ¿Por qué? ¿Para qué ¿Cómo?
¿Por qué reconstruir Somalia y los países que conforman el Cuerno de África? Única y exclusivamente porque allí viven seres humanos, que sienten y piensan igual que nosotros.
¿Para qué? Para hacer de este planeta "un lugar donde el amor no se sienta amenazado".
¿Cómo? Para hacer realidad este objetivo, hay que no olvidar que la ayuda humanitaria, para ser eficaz, debe ser imparcial y basada en las necesidades de quienes la reciben. Los proyectos de desarrollo deben responder a las necesidades de comunidades a las que van dirigidos, ajustarse en lo posible a las políticas de las autoridades locales y nacionales, y deben ser sostenibles cuando los cooperantes extranjeros se hayan marchado. Por esto último, hay que tener cuidado con la técnica que se importa. En todos estos aspectos, el Banco Mundial ha fracasado estruendosamente -en realidad, el origen de tantos y tan grandes fracasos se encuentra en que en ningún momento deseaba ayudar: sus intereses siempre fueron otros-.
Es interesante hacer notar que se está hablando de desarrollo humano y no de crecimiento económico, a pesar de saber que es necesario un cierto crecimiento económico para alcanzar un adecuado desarrollo humano. De todos es conocido que, en nuestro actual sistema económico y social, el único objetivo es el crecimiento económico, no importa que para alcanzarlo haya que sacrificar cualquier tipo de desarrollo humano.
Para lograr el objetivo anterior, las potencias europeas y estadounidenses han de dejar a un lado sus intereses comerciales. El Cuerno de África, en general, y, muy especialmente, Somalia, es una región que reviste particular interés para estos países por su -según wikipedia- "localización estratégica, ruta obligada de los barcos petrolíferos y de mercancías". Desde un punto de vista exclusivamente egoísta, el sentido común indica que, para preservar sus intereses comerciales, las potencias europeas y estadounidenses deberían cuidar un desarrollo de la zona equilibrado y sostenible. No se trata sólo del Banco Mundial: la ayuda alimentaria llevada a cabo, unas veces, para ganar "corazones y mentes" y, otras veces, para dar salida a excedentes, ha demostrado ser ineficaz y costosa, además de completamente insensible a verdaderas necesidades.
Un importante obstáculo lo constituye la presión que las correspondientes empresas multinacionales ejercerán sobre los gobiernos de los países industrializados; fruto de esa presión fue el insensato e injusto proyecto Atalanta. Son contados los políticos capaces de resistir esa presión.
Muy difícil, casi imposible, va a ser solucionar el problema de las tierras fértiles de las que grandes empresas agroindustriales se han apropiado ("les han robado"; no siempre es bueno ser políticamente correctos).
Tendremos que seguir hablando de quién y cómo puede ayudar al pueblo somalí a que, por lo menos, sea capaz de alimentarse a sí mismo, como lo fue en épocas anteriores.
¿Para qué? Para hacer de este planeta "un lugar donde el amor no se sienta amenazado".
¿Cómo? Para hacer realidad este objetivo, hay que no olvidar que la ayuda humanitaria, para ser eficaz, debe ser imparcial y basada en las necesidades de quienes la reciben. Los proyectos de desarrollo deben responder a las necesidades de comunidades a las que van dirigidos, ajustarse en lo posible a las políticas de las autoridades locales y nacionales, y deben ser sostenibles cuando los cooperantes extranjeros se hayan marchado. Por esto último, hay que tener cuidado con la técnica que se importa. En todos estos aspectos, el Banco Mundial ha fracasado estruendosamente -en realidad, el origen de tantos y tan grandes fracasos se encuentra en que en ningún momento deseaba ayudar: sus intereses siempre fueron otros-.
Es interesante hacer notar que se está hablando de desarrollo humano y no de crecimiento económico, a pesar de saber que es necesario un cierto crecimiento económico para alcanzar un adecuado desarrollo humano. De todos es conocido que, en nuestro actual sistema económico y social, el único objetivo es el crecimiento económico, no importa que para alcanzarlo haya que sacrificar cualquier tipo de desarrollo humano.
Para lograr el objetivo anterior, las potencias europeas y estadounidenses han de dejar a un lado sus intereses comerciales. El Cuerno de África, en general, y, muy especialmente, Somalia, es una región que reviste particular interés para estos países por su -según wikipedia- "localización estratégica, ruta obligada de los barcos petrolíferos y de mercancías". Desde un punto de vista exclusivamente egoísta, el sentido común indica que, para preservar sus intereses comerciales, las potencias europeas y estadounidenses deberían cuidar un desarrollo de la zona equilibrado y sostenible. No se trata sólo del Banco Mundial: la ayuda alimentaria llevada a cabo, unas veces, para ganar "corazones y mentes" y, otras veces, para dar salida a excedentes, ha demostrado ser ineficaz y costosa, además de completamente insensible a verdaderas necesidades.
Un importante obstáculo lo constituye la presión que las correspondientes empresas multinacionales ejercerán sobre los gobiernos de los países industrializados; fruto de esa presión fue el insensato e injusto proyecto Atalanta. Son contados los políticos capaces de resistir esa presión.
Muy difícil, casi imposible, va a ser solucionar el problema de las tierras fértiles de las que grandes empresas agroindustriales se han apropiado ("les han robado"; no siempre es bueno ser políticamente correctos).
Tendremos que seguir hablando de quién y cómo puede ayudar al pueblo somalí a que, por lo menos, sea capaz de alimentarse a sí mismo, como lo fue en épocas anteriores.
domingo, 21 de agosto de 2011
¿Se puede hablar de otra cosa que no sea Somalia?
En 2008, Lula da Silva, entonces presidente de Brasil, recibió el premio Don Quijote. En el discurso pronunciado en el acto de entrega de este premio, dijo:
"Don Quijote pone de relieve, con su aparente locura, la importancia de la audacia y la imaginación en la construcción de este mundo. Con la imaginación solo, no cambiamos la realidad. Pero sin ella corremos el riesgo de quedar presos de un conformismo ceniciento",
Necesitamos audacia e imaginación para "reconstruir" Somalia. Hasta ahora nos estamos limitando a disminuir el número de personas que pueden morir de hambre.
"Don Quijote pone de relieve, con su aparente locura, la importancia de la audacia y la imaginación en la construcción de este mundo. Con la imaginación solo, no cambiamos la realidad. Pero sin ella corremos el riesgo de quedar presos de un conformismo ceniciento",
Necesitamos audacia e imaginación para "reconstruir" Somalia. Hasta ahora nos estamos limitando a disminuir el número de personas que pueden morir de hambre.
sábado, 20 de agosto de 2011
Soberanía alimentaria. Caso de Somalia
Recuerdo a los somalíes. Solo un recuerdo de que en épocas pasadas Somalia poseía soberanía alimentaria: era capaz de alimentarse a sí misma.
En el capítulo 2 (pág. 77) de su libro Desglobalización. Ideas para una nueva economía mundial, Walden Bello señala el interés de Estados Unidos por incluir el comercio agrícola entre las competencias de la Organización Mundial de Comercio (OMC), y recuerda que el, entonces, ministro de Agricultura de ese país, John Block, dijo al comienzo de las negociaciones de la Ronda de Uruguay:
"Es un anacronismo de épocas pasadas pensar que los países en desarrollo deben alimentarse a sí mismos. Les convendría más confiar su seguridad alimentaria en los productos agrícolas de EE. UU., que están disponibles casi siempre a un coste inferior".
(Citado en "Cakes and Caviar: The Dunkel Draft and Third World Agriculture", The Ecologist, Vol. 23, nº. 6, noviembre-diciembre, 1993, p. 220)
En el capítulo 2 (pág. 77) de su libro Desglobalización. Ideas para una nueva economía mundial, Walden Bello señala el interés de Estados Unidos por incluir el comercio agrícola entre las competencias de la Organización Mundial de Comercio (OMC), y recuerda que el, entonces, ministro de Agricultura de ese país, John Block, dijo al comienzo de las negociaciones de la Ronda de Uruguay:
"Es un anacronismo de épocas pasadas pensar que los países en desarrollo deben alimentarse a sí mismos. Les convendría más confiar su seguridad alimentaria en los productos agrícolas de EE. UU., que están disponibles casi siempre a un coste inferior".
(Citado en "Cakes and Caviar: The Dunkel Draft and Third World Agriculture", The Ecologist, Vol. 23, nº. 6, noviembre-diciembre, 1993, p. 220)
viernes, 19 de agosto de 2011
Para pensar y actuar
Para hoy, pensando siempre en Somalia, tenía programado hablar de la pesca, pero acabo de recibir de la Oficina de Cooperación Internacional para el Desarrollo de la Universidad de Valladolid, su Boletín Informativo número 68 y, precisamente, en recuerdo a los somalíes, he alterado la programación.
Copio, a continuación, la parte de ese Boletín que se refiere a la situación que están atravesando las personas que viven en el Cuerno de África.
Copio, a continuación, la parte de ese Boletín que se refiere a la situación que están atravesando las personas que viven en el Cuerno de África.
PARA PENSAR Y ACTUAR
Noticias destacadas sobre la situación en el Cuerno de África. Según la FAO "la hambruna en Somalia ha provocado la muerte de decenas de miles de personas en los últimos meses y la situación podría agravarse". Pero las causas de la hambruna en el Cuerno de África y en Somalia, en particular, no se limitan a la situación de grave sequía. Os dejamos algunos enlaces con información sobre esta cuestión:
Videos
Jean Ziegler, relator especial de la ONU para el Derecho a la Alimentación.
Vandana Shiva, científica y activista por el derecho a la soberanía alimentaria.
http://www.aquivivegente.org/ Campaña "Paren, Aquí vive Gente", de Veterinarios Sin Fronteras.
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"En agosto la vida sigue, y la solidaridad también"
CONOCER, PENSAR Y ACTUAR
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miércoles, 17 de agosto de 2011
Actividad agrícola y actividad ganadera, ¿competencia de la OMC?
En Somalia, como en todos los países subdesarrollados, se practica -o, mejor dicho, se practicaba- un modelo agrario basado en explotaciones familiares -pequeña y mediana producción- y caracterizado por la diversidad de cultivos. Mediante este modelo de actividad agraria -agrícola y ganadera-, Somalia y todos los países subdesarrollados fueron autosuficientes desde el punto de vista alimentario, aún cuando, como es natural, se dieran situaciones temporales de escasez, debidas a graves fenómenos naturales. El comercio de los productos agrícolas era comercio interior, aprovechando excedentes en ciertos lugares y escasez en otros. El actual presidente de la FAO ha dicho que, después de analizar muchos trabajos científicos, ha llegado a la conclusión de que con este modelo agrario podría alimentarse a toda la Humanidad.
El GATT no contemplaba la inclusión entre sus competencias el comercio de productos agrarios. Esto cambió con la creación de la OMC, uno de cuyos acuerdos es el Acuerdo sobre Agricultura. El Acuerdo sobre la Agricultura y las exigencias del FMI y el Banco Mundial (mandato de exportar) ha generado, sobre todo en los países del Sur, entre otras cosas, la concentración de la tierra en manos de empresas privadas, con la consiguiente expulsión del campo a miles de familias que deben buscar su subsistencia en las grandes ciudades o como trabajadores jornaleros.
Surge, entonces, la agricultura, denominada intensiva o industrial, en la que grandes extensiones de terreno son dedicadas a un sólo cultivo (monocultivos). Dado que las grandes empresas agroindustriales, encargadas de la producción y distribución comercial, están interesadas, única y exclusivamente, en obtener el máximo rendimiento, este tipo de agricultura consume grandes cantidades de productos químicos (fertilizantes y fitosanitarios), que terminan contaminando las aguas y los suelos de forma irreversible. La más elemental ciencia agrícola pone de manifiesto que este modelo de producción agrícola termina convirtiendo en estériles terrenos que fueron fértiles.
Mientras que, en el modelo agrario, basado en pequeñas y medianas explotaciones, la actividad ganadera y la actividad agrícola son complementarias y se refuerzan la una con la otra, en este último modelo, la actividad ganadera, intensiva o industrial, es completamente independiente de la actividad agrícola, lo que conduce a que los desechos ganaderos sean origen de graves problemas de contaminación.
No sólo desde el punto de vista medioambiental, sino también desde el punto de humano -dos puntos de vista de la misma realidad- la consideración de los alimentos como cualquier otra mercancía, añadida a la habitual hipocresía, practicada por los países ricos, ha llevado -está llevando- a situaciones verdaderamente sangrantes; sólo por ellas, nuestro actual sistema económico merece el calificativo de asesino.
Para destinarlos a monocultivos, las multinacionales agroindustriales se han apropiado de cientos de miles de hectáreas en los países pobres. Porque, al considerar los alimentos como mercancías, en un sistema liberalizado y carente de cualquier tipo de regulación, su precio depende de los mercados financieros, donde los especuladores ganarán -en algunos casos, ya han ganado- montones de dinero a costa del hambre de muchas personas. ¿Qué especulador, en estos momentos, se detiene al observar que la "crisis" está estropeando la vida a miles de personas? Cuando llegue el momento, es seguro que a ninguno le preocupará los miles de seres humanos que, tanto en el Norte como en el Sur, morirá de hambre.
El GATT no contemplaba la inclusión entre sus competencias el comercio de productos agrarios. Esto cambió con la creación de la OMC, uno de cuyos acuerdos es el Acuerdo sobre Agricultura. El Acuerdo sobre la Agricultura y las exigencias del FMI y el Banco Mundial (mandato de exportar) ha generado, sobre todo en los países del Sur, entre otras cosas, la concentración de la tierra en manos de empresas privadas, con la consiguiente expulsión del campo a miles de familias que deben buscar su subsistencia en las grandes ciudades o como trabajadores jornaleros.
Surge, entonces, la agricultura, denominada intensiva o industrial, en la que grandes extensiones de terreno son dedicadas a un sólo cultivo (monocultivos). Dado que las grandes empresas agroindustriales, encargadas de la producción y distribución comercial, están interesadas, única y exclusivamente, en obtener el máximo rendimiento, este tipo de agricultura consume grandes cantidades de productos químicos (fertilizantes y fitosanitarios), que terminan contaminando las aguas y los suelos de forma irreversible. La más elemental ciencia agrícola pone de manifiesto que este modelo de producción agrícola termina convirtiendo en estériles terrenos que fueron fértiles.
Mientras que, en el modelo agrario, basado en pequeñas y medianas explotaciones, la actividad ganadera y la actividad agrícola son complementarias y se refuerzan la una con la otra, en este último modelo, la actividad ganadera, intensiva o industrial, es completamente independiente de la actividad agrícola, lo que conduce a que los desechos ganaderos sean origen de graves problemas de contaminación.
No sólo desde el punto de vista medioambiental, sino también desde el punto de humano -dos puntos de vista de la misma realidad- la consideración de los alimentos como cualquier otra mercancía, añadida a la habitual hipocresía, practicada por los países ricos, ha llevado -está llevando- a situaciones verdaderamente sangrantes; sólo por ellas, nuestro actual sistema económico merece el calificativo de asesino.
Para destinarlos a monocultivos, las multinacionales agroindustriales se han apropiado de cientos de miles de hectáreas en los países pobres. Porque, al considerar los alimentos como mercancías, en un sistema liberalizado y carente de cualquier tipo de regulación, su precio depende de los mercados financieros, donde los especuladores ganarán -en algunos casos, ya han ganado- montones de dinero a costa del hambre de muchas personas. ¿Qué especulador, en estos momentos, se detiene al observar que la "crisis" está estropeando la vida a miles de personas? Cuando llegue el momento, es seguro que a ninguno le preocupará los miles de seres humanos que, tanto en el Norte como en el Sur, morirá de hambre.
lunes, 15 de agosto de 2011
Inteligencia, sabiduría y ... Somalia
¿Qué diferencia existe entre inteligencia y sabiduría? La inteligencia es una característica que, en distinto grado, poseen todos los seres vivos, sobre todo, los que poseen configuración humana, mientras que la sabiduría es una cualidad de grado superior y que solo adorna a los seres que pertenecen a la especie humana. Para la inteligencia son posibles muchas cosas, algunas de las cuales la sabiduría puede aconsejar no hacer realidad. En el campo de la ciencia y la técnica, la ciencia distingue entre lo posible y lo imposible, mientras que la sabiduría debe distinguir entre lo sensato y lo insensato.
Hay máquinas capaces de hacer operaciones propias de los seres inteligentes (inteligencia artificial), pero ninguna máquina posee sabiduría. Según el diccionario de la Real Academia Española, sabiduría es "la conducta prudente en la vida y en los negocios". Un profesor de Filosofía, autor de varios libros, José Antonio Marina, empleo el término "inteligencia fracasada" para referirse a la inteligencia sin sabiduría.
Ernst F. Schumacher, un intelectual y economista de gran influencia a nivel internacional, muy conocido por sus críticas a los sistemas económicos de Occidente y por su propuesta de otro tipo de tecnología, es autor de Lo pequeño es hermoso, un libro que está entre los cien más influyentes desde la Segunda Guerra Mundial. En ese libro Schumacher dice que "el hombre de hoy es demasiado inteligente para ser capaz de vivir sin sabiduría. Según este economista, "en el momento presente hay muy pocas dudas de que la humanidad está en peligro mortal, no porque carezcamos de conocimientos científicos y tecnológicos, sino porque tendemos a usarlos destructivamente, sin sabiduría". Conviene precisar que Schumacher nació en Alemania en 1911 y que, por lo tanto no tuvo ocasión de comprobar la falta de sabiduría que caracteriza a nuestro actual sistema económico y social; la nula sabiduría de nuestras instituciones internacionales, que pretenden convertir todas nuestras actividades en mercancías.
¿Ha sido sabio nuestro comportamiento en Somalia? Sin duda, NO. Por mucho que sea la inteligencia de las personas que dirigen el Banco Mundial, el FMI, la OMC y similares -cosa que tenemos razones para dudar- no podrán descontaminar el mar y restituir la vida marina. Dentro de pocos años, no habrá peces que pescar, ni forma de recuperar los recursos, aún inexplorados, existentes en los mares; no nos será fácil devolver la fertilidad a suelos que hemos convertido en desiertos; etcétera. Imposible pensar en la posibilidad de que podremos ir a otros planetas para extraer los recursos que, aquí, hemos inutilizado.
Si la especie humana quiere sobrevivir, necesita hacer uso de su sabiduría. ¿Qué ha sido de los seres humanos sabios? Quizás hayan sido pocos y haya sido fácil acallar sus voces. Pero ahora ha cambiado todo, por una parte, el caso de Somalia ha sido un golpe tan grave a su empatía, solidaridad y sabiduría, que será difícil acallarlos; y, por otra, será difícil detener la desesperanza de las personas a las que se ha privado de la posibilidad de vivir en paz: la paciencia tiene un límite. Se avecinan momentos difíciles.
Hay máquinas capaces de hacer operaciones propias de los seres inteligentes (inteligencia artificial), pero ninguna máquina posee sabiduría. Según el diccionario de la Real Academia Española, sabiduría es "la conducta prudente en la vida y en los negocios". Un profesor de Filosofía, autor de varios libros, José Antonio Marina, empleo el término "inteligencia fracasada" para referirse a la inteligencia sin sabiduría.
Ernst F. Schumacher, un intelectual y economista de gran influencia a nivel internacional, muy conocido por sus críticas a los sistemas económicos de Occidente y por su propuesta de otro tipo de tecnología, es autor de Lo pequeño es hermoso, un libro que está entre los cien más influyentes desde la Segunda Guerra Mundial. En ese libro Schumacher dice que "el hombre de hoy es demasiado inteligente para ser capaz de vivir sin sabiduría. Según este economista, "en el momento presente hay muy pocas dudas de que la humanidad está en peligro mortal, no porque carezcamos de conocimientos científicos y tecnológicos, sino porque tendemos a usarlos destructivamente, sin sabiduría". Conviene precisar que Schumacher nació en Alemania en 1911 y que, por lo tanto no tuvo ocasión de comprobar la falta de sabiduría que caracteriza a nuestro actual sistema económico y social; la nula sabiduría de nuestras instituciones internacionales, que pretenden convertir todas nuestras actividades en mercancías.
¿Ha sido sabio nuestro comportamiento en Somalia? Sin duda, NO. Por mucho que sea la inteligencia de las personas que dirigen el Banco Mundial, el FMI, la OMC y similares -cosa que tenemos razones para dudar- no podrán descontaminar el mar y restituir la vida marina. Dentro de pocos años, no habrá peces que pescar, ni forma de recuperar los recursos, aún inexplorados, existentes en los mares; no nos será fácil devolver la fertilidad a suelos que hemos convertido en desiertos; etcétera. Imposible pensar en la posibilidad de que podremos ir a otros planetas para extraer los recursos que, aquí, hemos inutilizado.
Si la especie humana quiere sobrevivir, necesita hacer uso de su sabiduría. ¿Qué ha sido de los seres humanos sabios? Quizás hayan sido pocos y haya sido fácil acallar sus voces. Pero ahora ha cambiado todo, por una parte, el caso de Somalia ha sido un golpe tan grave a su empatía, solidaridad y sabiduría, que será difícil acallarlos; y, por otra, será difícil detener la desesperanza de las personas a las que se ha privado de la posibilidad de vivir en paz: la paciencia tiene un límite. Se avecinan momentos difíciles.
domingo, 14 de agosto de 2011
"Nada de lo humano me es ajeno"
"Nada de lo humano me es ajeno dijo el escritor Terencio hace nada menos que 2.200 años. Su celebérrima frase sigue hoy de exacta, igual de viva, porque es cierto que las personas poseemos un corazón en donde se alojan todas las posibilidades del ser. Más allá de las diferencias culturales o individuales, si escarbamos lo suficiente, todos somos iguales. Sentimos el mismo dolor, las mismas esperanzas, una quemadura parecida ante la humillación. Ni siquiera pertenecer a épocas distintas nos convierte en auténticos extraños". (Rosa Montero, Nosotros, suplemento semanal, EL PAIS, 21-XII-2003)
Dedicado a los cafetaleros de Etiopía, que "que sienten su orgullo herido al verse viviendo de la caridad".
Dedicado a los cafetaleros de Etiopía, que "que sienten su orgullo herido al verse viviendo de la caridad".
sábado, 13 de agosto de 2011
Ayuda alimentaria
Un día mencioné la conveniencia de hablar del cultivo de café. Quizás ahora, cuando Somalia y el resto de los países del Cuerno de África necesitan ayuda alimentaria, sea el momento oportuno.
Hace unos años, la periodista y escritora Elvira Lindo escribió un artículo, que giraba en torno al cultivo de café en Etiopía y que fue publicado en un Suplemento Semanal (EL PAIS, 21-XII-2003). Etiopía es uno de los países que conforman el Cuerno de África -junto con Somalia, Eritrea y Yibuti-; de ahí que haya considerado que hoy era el momento oportuno para resumir lo que, entonces, decía Elvira Lindo.
Elvira Lindo señalaba que en Etiopía -lo mismo que en Australia- existen dos zonas fácilmente diferenciadas: una desértica, que es la que con más frecuencia sale en los medios de comunicación, y otra frondosa, donde se cultivan los mejores cafés. La compra de estos cafés, en forma de "granos verdes", corre a cargo, prácticamente, de sólo cuatro empresas multinacionales: Kraft, Nestlé, Procter&Gamble y Sara Lee, que, aprovechando su privilegiada posición, lo compran a precios inferiores a sus costes de producción.
Para hacer frente a los bajos precios de compra, los etíopes, en un intento desesperado por salvar su medio de vida, lo han intentado todo, empezando por reducir al máximo la cantidad de intermediarios que hay entre el campesino pobre y la empresa exportadora. "El país está lleno de burros, que, a menudo, mueren exhaustos".
Después de describir cómo transcurrió la reunión de una cooperativa cafetalera, a la que fue invitada, esta periodista y escritora, dice:
"La gente de esta región no está acostumbrada a la ayuda humanitaria. Saben que es necesaria, pero también sienten su orgullo herido al verse así, viviendo de la caridad".
Y es que, como decía el filósofo alemán Emmanuel Kant, la dignidad es una característica del ser humano, algo que experimentan todos los seres inteligentes.
Muy interesante me parece lo que dice Elvira Lindo n uno de los últimos párrafos del artículo que titula El hambre verde:
"Por otra parte, los niños no mueren exactamente de hambre, sino de inanición. Los países están mandando grano, pero faltan los alimentos suplementarios, las proteínas. No se trata de llenar la panza. En el hospital podemos contemplar el proceso de innación infantil: primero, los niños se hinchan, parecen gorditos, y luego de deshinchan y la piel se les empieza a romper por falta de proteínas y a generar infecciones. Con la innanición bajan las defensas, y ahí los vemos con neumonías, con tuberculosis, con fiebres altísimas que les dejan la mirada perdida y sin ánimo de llorar, tumbados en las colchonetas o en el regazo de sus madres, mirándonos con los ojos muy abiertos. La mirada de estos niños te persigue todo el viaje".
Los países ricos no pueden alegar que desconocen las consecuencias de una dieta a base, solo, de hidratos de carbono. ¿Por qué esos envíos de, únicamente, maíz? Porque sobraba en algunos países ricos y lo mandaban contabilizándolo como ayuda al desarrollo.
Federico Mayor Zaragoza repite, una y otra vez, que lo que necesitamos es mayor democracia. No queremos ser cómplices de esos crímenes. Esperemos que, en estos momentos, no se esté repitiendo la historia. Hay que estar vigilantes.
Un grupo de economistas afines al Banco Mundial afirma que el problema se debe a que los etíopes se dedican casi exclusivamente al cultivo de café. "Un problema económico clave del club de la miseria es que los productores no se han diversificado y continúan limitándose a una reducida gama de materias primas". (El club de la miseria. Qué falla en los países más pobres del mundo, Paul Collier, pág. 267). Me atrevo a discrepar de esa opinión. Primero, en esa zona se producen los mejores cafés y es lo que mejor saben hacer sus habitantes; segundo, ¿por qué no se diversifican los productores de, por ejemplo, Estados Unidos para no tener que necesitar subvenciones"?; y, tercero, la bajada de los precios de compra de los "granos verdes de café" no se debe a una producción excesiva, sino al sistema de comercio internacional existente.
Hace unos años, la periodista y escritora Elvira Lindo escribió un artículo, que giraba en torno al cultivo de café en Etiopía y que fue publicado en un Suplemento Semanal (EL PAIS, 21-XII-2003). Etiopía es uno de los países que conforman el Cuerno de África -junto con Somalia, Eritrea y Yibuti-; de ahí que haya considerado que hoy era el momento oportuno para resumir lo que, entonces, decía Elvira Lindo.
Elvira Lindo señalaba que en Etiopía -lo mismo que en Australia- existen dos zonas fácilmente diferenciadas: una desértica, que es la que con más frecuencia sale en los medios de comunicación, y otra frondosa, donde se cultivan los mejores cafés. La compra de estos cafés, en forma de "granos verdes", corre a cargo, prácticamente, de sólo cuatro empresas multinacionales: Kraft, Nestlé, Procter&Gamble y Sara Lee, que, aprovechando su privilegiada posición, lo compran a precios inferiores a sus costes de producción.
Para hacer frente a los bajos precios de compra, los etíopes, en un intento desesperado por salvar su medio de vida, lo han intentado todo, empezando por reducir al máximo la cantidad de intermediarios que hay entre el campesino pobre y la empresa exportadora. "El país está lleno de burros, que, a menudo, mueren exhaustos".
Después de describir cómo transcurrió la reunión de una cooperativa cafetalera, a la que fue invitada, esta periodista y escritora, dice:
"La gente de esta región no está acostumbrada a la ayuda humanitaria. Saben que es necesaria, pero también sienten su orgullo herido al verse así, viviendo de la caridad".
Y es que, como decía el filósofo alemán Emmanuel Kant, la dignidad es una característica del ser humano, algo que experimentan todos los seres inteligentes.
Muy interesante me parece lo que dice Elvira Lindo n uno de los últimos párrafos del artículo que titula El hambre verde:
"Por otra parte, los niños no mueren exactamente de hambre, sino de inanición. Los países están mandando grano, pero faltan los alimentos suplementarios, las proteínas. No se trata de llenar la panza. En el hospital podemos contemplar el proceso de innación infantil: primero, los niños se hinchan, parecen gorditos, y luego de deshinchan y la piel se les empieza a romper por falta de proteínas y a generar infecciones. Con la innanición bajan las defensas, y ahí los vemos con neumonías, con tuberculosis, con fiebres altísimas que les dejan la mirada perdida y sin ánimo de llorar, tumbados en las colchonetas o en el regazo de sus madres, mirándonos con los ojos muy abiertos. La mirada de estos niños te persigue todo el viaje".
Los países ricos no pueden alegar que desconocen las consecuencias de una dieta a base, solo, de hidratos de carbono. ¿Por qué esos envíos de, únicamente, maíz? Porque sobraba en algunos países ricos y lo mandaban contabilizándolo como ayuda al desarrollo.
Federico Mayor Zaragoza repite, una y otra vez, que lo que necesitamos es mayor democracia. No queremos ser cómplices de esos crímenes. Esperemos que, en estos momentos, no se esté repitiendo la historia. Hay que estar vigilantes.
Un grupo de economistas afines al Banco Mundial afirma que el problema se debe a que los etíopes se dedican casi exclusivamente al cultivo de café. "Un problema económico clave del club de la miseria es que los productores no se han diversificado y continúan limitándose a una reducida gama de materias primas". (El club de la miseria. Qué falla en los países más pobres del mundo, Paul Collier, pág. 267). Me atrevo a discrepar de esa opinión. Primero, en esa zona se producen los mejores cafés y es lo que mejor saben hacer sus habitantes; segundo, ¿por qué no se diversifican los productores de, por ejemplo, Estados Unidos para no tener que necesitar subvenciones"?; y, tercero, la bajada de los precios de compra de los "granos verdes de café" no se debe a una producción excesiva, sino al sistema de comercio internacional existente.
viernes, 12 de agosto de 2011
Distorsión del mercado, miserables auxiliados y miseria suprimida
Ya sea porque es de más calidad o simplemente porque el comprador prefiere algo que sabe que se obtenido en las mejores condiciones sociales y medioambientales, algunas cosas que se venden en las tiendas de Comercio Justo son más caras de las que podrían encontrarse en un supermercado.
Hay personas, algunas pertenecientes al entorno de las empresas internacionales, que señalan que eso de vender lo mismo a un precio más elevado es distorsionar el mercado. Pero no existe tal distorsión. Si una persona quiere pagar más por una etiqueta Gucci, nadie piensa que está haciendo algo incorrecto, desde el punto de vista del mercado. ¿Por qué, entonces, no se puede pagar más por una etiqueta de Comercio Justo?
Además, quienes distorsionan el mercado son los países ricos cuando sus grandes empresas agroindustriales venden por debajo del precio de producción, gracias a las subvenciones que reciben de sus gobiernos. Además de, o sobre todo gracias a, esta distorsión, hunden la actividad agraria del país al que venden sus productos, porque los ciudadanos de ese país, teniendo en cuenta su bajo poder adquisitivo, consume los productos más baratos que vienen de fuera en lugar de consumir los que cultivan sus agricultores. En consecuencia, estos agricultores se ven obligados, para subsistir, a abandonar sus tierras y emigrar a las grandes ciudades en busca de trabajo.
El país perjudicado por esta manera de obrar -teóricamente prohibida por el Acuerdo sobre Agricultura de la OMC- podría impedir la entrada del producto subvencionado, procedente de los países ricos, decretando aranceles elevado para estos productos; pero lo impide el Acuerdo sobre Agricultura citado -lo que no es obstáculo para que los países ricos pongan elevadas barreras a las importaciones procedentes de los países subdesarrollados-. Ello es posible porque quienes dominan la OMC son los países ricos, obedeciendo indicaciones de los lobbies de las grandes empresas transnacionales.
Hemos hablado de Haití y Somalia, pero en todos los países subdesarrollados ha sucedido lo mismo. Hace unos años, los periódicos informaron de lo que estaba pasando -protestas, revueltas- en México: Estados Unidos interrumpió su venta de maíz, a precio por debajo del coste de producción, porque había decidido utilizar este cultivo para producir etanol. Sin maíz estadounidense y sin agricultores dedicados al cultivo de maíz, México se encontró con que no tenía maíz para alimentar no solo a sus ciudadanos, sino también a sus animales de granja. (Conviene saber que el maíz es para los mexicanos un alimento básico: el más consumido por las familias pobres, que casi se alimentan únicamente de tortitas de maíz).
Otra crítica a la iniciativa de Comercio Justo, procede de personas que se autodenominan economistas. Estas personas, dicen que si uno quiere ayudar a la gente a alimentar y educar sus hijos, puede pagar, por ejemplo, 10 euros por una cantidad determinada de café que no sea de Comercio Justo y dar los 2 euros que ahorra (esa misma cantidad de café de la misma, o mejor calidad, le costaría en una tienda de Comercio Justo, 12 euros) a una entidad de beneficencia que proporcione alimento y educación a los que lo necesitan. A éstos habría que recomendarles que leyeran a Víctor Hugo. Víctor Hugo dijo: "Vosotros queréis los miserables auxiliados, pero yo quiero la miseria suprimida".
Hay personas, algunas pertenecientes al entorno de las empresas internacionales, que señalan que eso de vender lo mismo a un precio más elevado es distorsionar el mercado. Pero no existe tal distorsión. Si una persona quiere pagar más por una etiqueta Gucci, nadie piensa que está haciendo algo incorrecto, desde el punto de vista del mercado. ¿Por qué, entonces, no se puede pagar más por una etiqueta de Comercio Justo?
Además, quienes distorsionan el mercado son los países ricos cuando sus grandes empresas agroindustriales venden por debajo del precio de producción, gracias a las subvenciones que reciben de sus gobiernos. Además de, o sobre todo gracias a, esta distorsión, hunden la actividad agraria del país al que venden sus productos, porque los ciudadanos de ese país, teniendo en cuenta su bajo poder adquisitivo, consume los productos más baratos que vienen de fuera en lugar de consumir los que cultivan sus agricultores. En consecuencia, estos agricultores se ven obligados, para subsistir, a abandonar sus tierras y emigrar a las grandes ciudades en busca de trabajo.
El país perjudicado por esta manera de obrar -teóricamente prohibida por el Acuerdo sobre Agricultura de la OMC- podría impedir la entrada del producto subvencionado, procedente de los países ricos, decretando aranceles elevado para estos productos; pero lo impide el Acuerdo sobre Agricultura citado -lo que no es obstáculo para que los países ricos pongan elevadas barreras a las importaciones procedentes de los países subdesarrollados-. Ello es posible porque quienes dominan la OMC son los países ricos, obedeciendo indicaciones de los lobbies de las grandes empresas transnacionales.
Hemos hablado de Haití y Somalia, pero en todos los países subdesarrollados ha sucedido lo mismo. Hace unos años, los periódicos informaron de lo que estaba pasando -protestas, revueltas- en México: Estados Unidos interrumpió su venta de maíz, a precio por debajo del coste de producción, porque había decidido utilizar este cultivo para producir etanol. Sin maíz estadounidense y sin agricultores dedicados al cultivo de maíz, México se encontró con que no tenía maíz para alimentar no solo a sus ciudadanos, sino también a sus animales de granja. (Conviene saber que el maíz es para los mexicanos un alimento básico: el más consumido por las familias pobres, que casi se alimentan únicamente de tortitas de maíz).
Otra crítica a la iniciativa de Comercio Justo, procede de personas que se autodenominan economistas. Estas personas, dicen que si uno quiere ayudar a la gente a alimentar y educar sus hijos, puede pagar, por ejemplo, 10 euros por una cantidad determinada de café que no sea de Comercio Justo y dar los 2 euros que ahorra (esa misma cantidad de café de la misma, o mejor calidad, le costaría en una tienda de Comercio Justo, 12 euros) a una entidad de beneficencia que proporcione alimento y educación a los que lo necesitan. A éstos habría que recomendarles que leyeran a Víctor Hugo. Víctor Hugo dijo: "Vosotros queréis los miserables auxiliados, pero yo quiero la miseria suprimida".
jueves, 11 de agosto de 2011
Comercio Justo
El Comercio Justo es un tipo de comercio que intenta contrarrestar, en la medida de lo posible, las prácticas de un injusto y desequilibrado comercio internacional. Fue una iniciativa de diversas ONG, al entender que las actuales desiguales relaciones comerciales Norte-Sur son una de las principales causas del subdesarrollo y de la pobreza.
Son rasgos característicos de la iniciativa Comercio Justo su orientación a favor de los derechos humanos, el desarrollo sostenible de las comunidades del Sur, la participación democrática y la igualdad de género. Los trabajadores reciben salarios adecuados y regulares, y trabajan en condiciones dignas; no se usa mano de obra infantil o forzada; las mujeres reciben el mismo salario que los hombres; y se privilegia el trabajo en cooperativas u otros grupos que permitan la participación democrática.
Para que los campesinos, en el caso de tener que hacer frente a gastos imprevistos, no tengan que recurrir a prestamistas que, aprovechando su difícil situación, les cobran intereses desmesurados, las ONG que participan en la iniciativa, pagan a las cooperativas, por anticipado, 40-50% de sus cosechas; a cambio, una parte de los beneficios deben revertir en servicios sociales para sus comunidades: programas de desarrollo rural, educación, salud,... Estas ONG no se limitan a comprar y vender, realizan una labor muy importante de apoyo, enseñanza y orientación. Todos sus productos agrícolas son obtenidos según los dictados de la agricultura ecológica.
En el caso de productos, como el café o el cacao, cuyo precio está dictado por el mercado internacional, estas ONG tienen establecido un precio mínimo independiente de dicho mercado, con la condición de que, si el precio internacional subiera por encima de este precio mínimo, pagarían un 5% más que la cotización que ofreciera el mercado.
En estos momentos, las cosas que se pueden comprar en una tienda de Comercio Justo van desde café, cacao, bebidas, especies y alimentos como distintos tipos de arroz, pasta, azúcar o chocolates, a toda clase bisutería y obras de artesanía, pasando por jabones, y cremas de belleza.
El volumen de facturación del Comercio Justo, aunque relativamente modesto, lleva años aumentado. A finales de la década de los 90, los miembros de la Asociación Europea de Comercio Justo importaban productos de unas 800 organizaciones de 45 países del Sur, que agrupaban a unas 800.000 familias.
Las organizaciones de Comercio Justo han formulado a la Unión Europea diferentes propuestas en favor de este tipo de comercio, como, por ejemplo, la supresión de los obstáculos a las importaciones.
Son rasgos característicos de la iniciativa Comercio Justo su orientación a favor de los derechos humanos, el desarrollo sostenible de las comunidades del Sur, la participación democrática y la igualdad de género. Los trabajadores reciben salarios adecuados y regulares, y trabajan en condiciones dignas; no se usa mano de obra infantil o forzada; las mujeres reciben el mismo salario que los hombres; y se privilegia el trabajo en cooperativas u otros grupos que permitan la participación democrática.
Para que los campesinos, en el caso de tener que hacer frente a gastos imprevistos, no tengan que recurrir a prestamistas que, aprovechando su difícil situación, les cobran intereses desmesurados, las ONG que participan en la iniciativa, pagan a las cooperativas, por anticipado, 40-50% de sus cosechas; a cambio, una parte de los beneficios deben revertir en servicios sociales para sus comunidades: programas de desarrollo rural, educación, salud,... Estas ONG no se limitan a comprar y vender, realizan una labor muy importante de apoyo, enseñanza y orientación. Todos sus productos agrícolas son obtenidos según los dictados de la agricultura ecológica.
En el caso de productos, como el café o el cacao, cuyo precio está dictado por el mercado internacional, estas ONG tienen establecido un precio mínimo independiente de dicho mercado, con la condición de que, si el precio internacional subiera por encima de este precio mínimo, pagarían un 5% más que la cotización que ofreciera el mercado.
En estos momentos, las cosas que se pueden comprar en una tienda de Comercio Justo van desde café, cacao, bebidas, especies y alimentos como distintos tipos de arroz, pasta, azúcar o chocolates, a toda clase bisutería y obras de artesanía, pasando por jabones, y cremas de belleza.
El volumen de facturación del Comercio Justo, aunque relativamente modesto, lleva años aumentado. A finales de la década de los 90, los miembros de la Asociación Europea de Comercio Justo importaban productos de unas 800 organizaciones de 45 países del Sur, que agrupaban a unas 800.000 familias.
Las organizaciones de Comercio Justo han formulado a la Unión Europea diferentes propuestas en favor de este tipo de comercio, como, por ejemplo, la supresión de los obstáculos a las importaciones.
miércoles, 10 de agosto de 2011
El escándalo y la vergüenza de la pobreza y el subdesarrollo
Cuando comenté el proyecto, preparado por Jeffrey Sachs para hacer frente al hambre que asuela a los habitantes de Somalia, en particular, y a todos los del Cuerno de África, en general, una de las cosas que indiqué fue mi miedo a que se repitiera la historia, es decir, a los estruendosos fracasos que jalonan la historia del Banco Mundial, algunos de ellos mencionados por Bertrand Schneider, durante algunos años secretario general del Club de Roma.
El Club de Roma, al que se ha llamado "la conciencia de la humanidad", fue una organización no gubernamental creada en 1968 con cien miembros designados por cooptación entre personalidades de todo el mundo, de diversas profesiones e ideologías, ocupados en analizar los problemas de alcance global e interdependientes que afectaban a la Humanidad a medio y largo plazo. Gracias a informes técnicos y por medio de reuniones frecuentes, el Club de Roma trataba de orientar y alentar a la opinión pública y movilizar voluntades para impedir y superar los males de particular gravedad.
El escándalo y la vergüenza de la pobreza y el subdesarrollo es el título de un Informe al Club de Roma, preparado por Bertrand Schneider. En el prólogo de este libro, Schneider dice: "Las reflexiones que siguen se basan en un hecho irrefutable: las políticas e iniciativas de desarrollo aplicadas en el Sur durante los últimos treinta años (el libro fue publicado en 1995), sobre todos las más notables y espectaculares, han surgido de los países del Norte, los cuales han sido también, con mucha frecuencia, los encargados de llevarlas a cabo".
Más tarde, Schneider confiesa estar "completamente persuadido de que, para trazar el camino hacia el futuro, es esencial tener en cuenta el punto de vista del Sur". No tener en cuenta este punto de vista es ignorar que se trata de personas con una cultura distinta, pero capaces de sentir y pensar.
Aunque el análisis de las políticas de desarrollo pone, claramente, de manifiesto la gran hipocresía del Banco Mundial al decir que su sueño es un mundo sin pobreza, cuando, en realidad, su objetivo fue siempre otro muy diferente, Schneider sin referirse a este último objetivo, atribuye los fracasos de los proyectos diseñados por esta institución a la ausencia "del más simple sentido común y una real voluntad política". La "real voluntad política" se explica por la necesidad de atender al "oculto" objetivo del Banco Mundial; y la falta del "más simple sentido común" a no tener en cuenta la idiosincrasia, la mentalidad, de las personas a las que iban dirigidos los proyectos.
Puedo aceptar que Jeffrey Sachs ha confeccionado su proyecto para el Cuerno de África con buena voluntad, pero ... ¿ha tenido en cuenta -entre otras muchos aspectos ya indicados- el punto de vista de las personas a las que va dirigido? ¿tecnologías de vanguardia? ¿escuelas con internado? ¿inversiones específicas en manejo del ganado? ¿Cómo puede ignorar que Somalia y todo el Cuerno de África necesita urgentemente ayuda, no grandes proyectos? Una ayuda sincera, altruista, pero no, una ayuda infectada de hipocresía y diseñada sin tener en cuenta a las personas a las que va dirigida.
El Club de Roma, al que se ha llamado "la conciencia de la humanidad", fue una organización no gubernamental creada en 1968 con cien miembros designados por cooptación entre personalidades de todo el mundo, de diversas profesiones e ideologías, ocupados en analizar los problemas de alcance global e interdependientes que afectaban a la Humanidad a medio y largo plazo. Gracias a informes técnicos y por medio de reuniones frecuentes, el Club de Roma trataba de orientar y alentar a la opinión pública y movilizar voluntades para impedir y superar los males de particular gravedad.
El escándalo y la vergüenza de la pobreza y el subdesarrollo es el título de un Informe al Club de Roma, preparado por Bertrand Schneider. En el prólogo de este libro, Schneider dice: "Las reflexiones que siguen se basan en un hecho irrefutable: las políticas e iniciativas de desarrollo aplicadas en el Sur durante los últimos treinta años (el libro fue publicado en 1995), sobre todos las más notables y espectaculares, han surgido de los países del Norte, los cuales han sido también, con mucha frecuencia, los encargados de llevarlas a cabo".
Más tarde, Schneider confiesa estar "completamente persuadido de que, para trazar el camino hacia el futuro, es esencial tener en cuenta el punto de vista del Sur". No tener en cuenta este punto de vista es ignorar que se trata de personas con una cultura distinta, pero capaces de sentir y pensar.
Aunque el análisis de las políticas de desarrollo pone, claramente, de manifiesto la gran hipocresía del Banco Mundial al decir que su sueño es un mundo sin pobreza, cuando, en realidad, su objetivo fue siempre otro muy diferente, Schneider sin referirse a este último objetivo, atribuye los fracasos de los proyectos diseñados por esta institución a la ausencia "del más simple sentido común y una real voluntad política". La "real voluntad política" se explica por la necesidad de atender al "oculto" objetivo del Banco Mundial; y la falta del "más simple sentido común" a no tener en cuenta la idiosincrasia, la mentalidad, de las personas a las que iban dirigidos los proyectos.
Puedo aceptar que Jeffrey Sachs ha confeccionado su proyecto para el Cuerno de África con buena voluntad, pero ... ¿ha tenido en cuenta -entre otras muchos aspectos ya indicados- el punto de vista de las personas a las que va dirigido? ¿tecnologías de vanguardia? ¿escuelas con internado? ¿inversiones específicas en manejo del ganado? ¿Cómo puede ignorar que Somalia y todo el Cuerno de África necesita urgentemente ayuda, no grandes proyectos? Una ayuda sincera, altruista, pero no, una ayuda infectada de hipocresía y diseñada sin tener en cuenta a las personas a las que va dirigida.
martes, 9 de agosto de 2011
Somalia. Silencio del Banco Mundial
"Nuestro sueño es un mundo libre de pobreza"
"Estas son las palabras de bienvenida con las que se encuentra cualquier visitante que acuda a la sede central del Banco Mundial en Washington. ¿Se trata de un mero ejercicio de retórica o es, realmente, el espíritu que guía la actuación de la institución? A lo largo de sus páginas, el libro hace un recorrido por la trayectoria del Banco desde su creación en Bretton Woods hasta el momento actual, poniendo en evidencia las recurrentes contradicciones entre los objetivos declarados y una prácticas que no han logrado nunca marcar una diferencia real en las vidas de los cientos de millones de personas que siguen viviendo bajo el umbral de la pobreza. Todo ello a pesar de la diversidad de trayectorias marcadas por sus sucesivos presidentes: los cambios de discurso, y la revisión de las políticas, lo cual contribuye a reforzarla tesis del autor según la cual, la raíz del problema se encuentra en la misma esencia de una organización que se debate entre sus condicionantes institucionales y su misión de lucha contra la pobreza". (Contraportada del libro Altruismo, mercado y poder. El Banco Mundial y la lucha contra la pobreza de José Antonio Sanahuja, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Complutense de Madrid e investigador asociado del Departamento de Estudios de Intermón Oxfam, 2001, Intermón Oxfam, Barcelona).
"Aunque desde el punto de vista formal se trate de una organización intergubernamental simular a otras muchas que se han creado mediante un tratado o convenio internacional, la estructura orgánica, el sistema de toma de decisiones y los mecanismos de movilización de recursos lo asemejan más a un banco comercial que a una organización internacional clásica". (Pág. 23)
"En el Banco Mundial no se aplica el principio de igualdad de voto -un Estado, un voto- que rige en la mayor parte de las organizaciones internacionales y que se observa, por ejemplo, en la Asamblea General de Naciones Unidas. Tampoco se aplica el voto ponderado según el tamaño de la población, que existe, aun con muchos ajustes, en el Consejo de Ministros de la Comunidad Europea. Se trata de un gobierno plutocrático. (...). En el Banco Mundial, los países industrializados tienen la mayoría de los votos y, por lo tanto, una influencia determinante en sus decisiones y en sus políticas", (Pág. 39)
¿Por qué el Banco Mundial no dice nada o aventura una solución al problema del hambre en el Cuerno de África?
"Estas son las palabras de bienvenida con las que se encuentra cualquier visitante que acuda a la sede central del Banco Mundial en Washington. ¿Se trata de un mero ejercicio de retórica o es, realmente, el espíritu que guía la actuación de la institución? A lo largo de sus páginas, el libro hace un recorrido por la trayectoria del Banco desde su creación en Bretton Woods hasta el momento actual, poniendo en evidencia las recurrentes contradicciones entre los objetivos declarados y una prácticas que no han logrado nunca marcar una diferencia real en las vidas de los cientos de millones de personas que siguen viviendo bajo el umbral de la pobreza. Todo ello a pesar de la diversidad de trayectorias marcadas por sus sucesivos presidentes: los cambios de discurso, y la revisión de las políticas, lo cual contribuye a reforzarla tesis del autor según la cual, la raíz del problema se encuentra en la misma esencia de una organización que se debate entre sus condicionantes institucionales y su misión de lucha contra la pobreza". (Contraportada del libro Altruismo, mercado y poder. El Banco Mundial y la lucha contra la pobreza de José Antonio Sanahuja, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Complutense de Madrid e investigador asociado del Departamento de Estudios de Intermón Oxfam, 2001, Intermón Oxfam, Barcelona).
"Aunque desde el punto de vista formal se trate de una organización intergubernamental simular a otras muchas que se han creado mediante un tratado o convenio internacional, la estructura orgánica, el sistema de toma de decisiones y los mecanismos de movilización de recursos lo asemejan más a un banco comercial que a una organización internacional clásica". (Pág. 23)
"En el Banco Mundial no se aplica el principio de igualdad de voto -un Estado, un voto- que rige en la mayor parte de las organizaciones internacionales y que se observa, por ejemplo, en la Asamblea General de Naciones Unidas. Tampoco se aplica el voto ponderado según el tamaño de la población, que existe, aun con muchos ajustes, en el Consejo de Ministros de la Comunidad Europea. Se trata de un gobierno plutocrático. (...). En el Banco Mundial, los países industrializados tienen la mayoría de los votos y, por lo tanto, una influencia determinante en sus decisiones y en sus políticas", (Pág. 39)
¿Por qué el Banco Mundial no dice nada o aventura una solución al problema del hambre en el Cuerno de África?
lunes, 8 de agosto de 2011
Hambre y esperanza en el Cuerno de África
Ayer, en el suplemento Negocios de EL PAÍS, leí un artículo, Hambre y esperanza en el Cuerno de África, firmado por Jeffery Sachs, profesor de Economía y director del Instituto de la Tierra de la Universidad de Columbia. Para satisfacer mi urgente necesidad de explicar a alguien lo que pienso del proyecto presentado por este profesor de Economía, dedicaré unas líneas a comentar lo que se dice -o no se dice- en ese artículo. Les agradeceré que me indiquen qué piensan ustedes.
Jeffrey Sachs no dice nada de las comunidades pesqueras. ¿Qué hará, ahora, el Atlanta? ¿Vigilar que a ningún somalí se le ocurra pescar para llevar a casa algo para comer? ¿Limpiar la zona de residuos tóxicos y peligrosos, y cuidar que no se viertan más?
No dice nada acerca de lo que lo que harán ahora el FMI y el Banco Mundial. Somalia no ha pagado aún la deuda, contraída en gran parte a través de los programas de la Ayuda Oficial al Desarrollo. ¿Cuál será la actitud de estas instituciones cuando pase la época de sequía? ¿Seguirán "aconsejando" a Somalia que se dedique a la exportación o pedirán perdón por haberse confundido?
Tampoco dice nada de la Organización Mundial de Comercio y su Acuerdo sobre Agricultura. ¿Se dejará que los somalíes cultiven los alimentos que siempre han cultivado, quiero decir, los que cultivaban en la etapa colonial? (Me he referido a esa etapa se la historia de Somalia, porque no creo -siento ser tan desconfiada- que los colonizadores -italianos, franceses y británicos- les enviarán alimentos en época de sequía).
"Sin embargo -dice Jeffrey Sachs- todavía hay esperanzas realistas: el proyecto Aldeas del Milenio, que tengo el honor de hacer realidad". Jeffrey pretende "empoderar a las comunidades de pastores a través de inversiones específicas en el manejo del ganado, atención veterinaria, el desarrollo de negocios, clínicas móviles de salud, escuelas con internado e infraestructura local, como puntos de agua potable, electricidad fuera de la matriz y telefonía móvil". Según él, "las tecnologías de vanguardia, junto con un sólido liderazgo comunitario, pueden generar un desarrollo sostenible en el largo plazo".
¿Se repetirá la historia? ¿Cómo y quién llevará a cabo esa "atención sanitaria"? ¿Quién se encargará de esas "clínicas móviles de sanidad"? ¿Quiénes atenderán "las escuelas con internado"? ¿De dónde vendrá ese "sólido liderazgo comunitario" Etcétera. Por otra parte, parece que, en el futuro, todos los somalíes serán pastores, empoderados, pero pastores.
La situación es difícil, muy difícil; estudiémosla con seriedad, reconozcamos nuestros errores y no los volvamos a repetir. Deberíamos haber evitado que se llegara a la situación a la que se ha llegado. Hasta ahora no hemos hecho nada o casi nada: ya sea por inercia, por ignorancia o por incompetencia, nos hemos quedado mirando, cómo caían derrotados, sin hacer nada. Tenemos que ayudarles; ni por egoísmo (seguridad) ni por humanidad (empatía y solidaridad) podemos vivir en un mundo con millones de marginados. (Según la prensa, la FAO calcula que 3,2 millones de somalíes necesitan "asistencia inmediata", por lo que hizo a la comunidad internacional un llamamiento...)
Lamento haber sido tan caústica, pero considero que los somalíes son personas capaces de sentir y pensar, y que han llegado a donde estar porque nuestro sistema económico y social es asesino, inhumano.
Jeffrey Sachs no dice nada de las comunidades pesqueras. ¿Qué hará, ahora, el Atlanta? ¿Vigilar que a ningún somalí se le ocurra pescar para llevar a casa algo para comer? ¿Limpiar la zona de residuos tóxicos y peligrosos, y cuidar que no se viertan más?
No dice nada acerca de lo que lo que harán ahora el FMI y el Banco Mundial. Somalia no ha pagado aún la deuda, contraída en gran parte a través de los programas de la Ayuda Oficial al Desarrollo. ¿Cuál será la actitud de estas instituciones cuando pase la época de sequía? ¿Seguirán "aconsejando" a Somalia que se dedique a la exportación o pedirán perdón por haberse confundido?
Tampoco dice nada de la Organización Mundial de Comercio y su Acuerdo sobre Agricultura. ¿Se dejará que los somalíes cultiven los alimentos que siempre han cultivado, quiero decir, los que cultivaban en la etapa colonial? (Me he referido a esa etapa se la historia de Somalia, porque no creo -siento ser tan desconfiada- que los colonizadores -italianos, franceses y británicos- les enviarán alimentos en época de sequía).
"Sin embargo -dice Jeffrey Sachs- todavía hay esperanzas realistas: el proyecto Aldeas del Milenio, que tengo el honor de hacer realidad". Jeffrey pretende "empoderar a las comunidades de pastores a través de inversiones específicas en el manejo del ganado, atención veterinaria, el desarrollo de negocios, clínicas móviles de salud, escuelas con internado e infraestructura local, como puntos de agua potable, electricidad fuera de la matriz y telefonía móvil". Según él, "las tecnologías de vanguardia, junto con un sólido liderazgo comunitario, pueden generar un desarrollo sostenible en el largo plazo".
¿Se repetirá la historia? ¿Cómo y quién llevará a cabo esa "atención sanitaria"? ¿Quién se encargará de esas "clínicas móviles de sanidad"? ¿Quiénes atenderán "las escuelas con internado"? ¿De dónde vendrá ese "sólido liderazgo comunitario" Etcétera. Por otra parte, parece que, en el futuro, todos los somalíes serán pastores, empoderados, pero pastores.
La situación es difícil, muy difícil; estudiémosla con seriedad, reconozcamos nuestros errores y no los volvamos a repetir. Deberíamos haber evitado que se llegara a la situación a la que se ha llegado. Hasta ahora no hemos hecho nada o casi nada: ya sea por inercia, por ignorancia o por incompetencia, nos hemos quedado mirando, cómo caían derrotados, sin hacer nada. Tenemos que ayudarles; ni por egoísmo (seguridad) ni por humanidad (empatía y solidaridad) podemos vivir en un mundo con millones de marginados. (Según la prensa, la FAO calcula que 3,2 millones de somalíes necesitan "asistencia inmediata", por lo que hizo a la comunidad internacional un llamamiento...)
Lamento haber sido tan caústica, pero considero que los somalíes son personas capaces de sentir y pensar, y que han llegado a donde estar porque nuestro sistema económico y social es asesino, inhumano.
domingo, 7 de agosto de 2011
Alta gastronomía
Como es domingo, me voy a dedicar al "copieteo". Lo que a continuación escribo es copia de parte de un artículo, El consuelo de las medusas y otrs pataletas, de Manual Rodríguez Rivero, publicado en el último número de Babelia (suplemento de EL PAÍS que aparece todos los sábados).
"Miren: es probable que yo tenga para la alta-altísima gastronomía (llamémosla así) la misma sensibilidad que un cohombro de mar, pero a mí todo esto me ha parecido obsceno. Y, sobre todo, decadente. No cuestiono (al menos fanáticamente) aquello de que la cocina (es decir, esa manera de entenderla) sea cultura. Pero, como muchos, estoy un poco hasta el hígado de que nos vendan las excelencias culinarias del nitrógeno líquido, de la gastronomía molecular y de la cocina de laboratorio servida en cantidades virtuales, comentada como si se tratara de sonetos inmarcesibles de Quevedo o delicadas abstracciones de Blinky Palermo, y cobrada a precios ante los que no pestañean los consejeros de BBVA o de Iberdrola (8,92 y 14,84 millones de euros anuales, respectivamente). No voy a recurrir a la demagogia somalí o cuernoafricana (por mencionar ámbitos de -ay- depauperada cultura gastronómica), pero tengo la sospecha de que el desmesurado culto contemporáneo a la llamada alta gastronomía y la idolatría del Cocinero (permítanme que utilice la mayúscula) podrían ser síntomas de carencias culturales más profundas".
(El subrayado es mío)
"Miren: es probable que yo tenga para la alta-altísima gastronomía (llamémosla así) la misma sensibilidad que un cohombro de mar, pero a mí todo esto me ha parecido obsceno. Y, sobre todo, decadente. No cuestiono (al menos fanáticamente) aquello de que la cocina (es decir, esa manera de entenderla) sea cultura. Pero, como muchos, estoy un poco hasta el hígado de que nos vendan las excelencias culinarias del nitrógeno líquido, de la gastronomía molecular y de la cocina de laboratorio servida en cantidades virtuales, comentada como si se tratara de sonetos inmarcesibles de Quevedo o delicadas abstracciones de Blinky Palermo, y cobrada a precios ante los que no pestañean los consejeros de BBVA o de Iberdrola (8,92 y 14,84 millones de euros anuales, respectivamente). No voy a recurrir a la demagogia somalí o cuernoafricana (por mencionar ámbitos de -ay- depauperada cultura gastronómica), pero tengo la sospecha de que el desmesurado culto contemporáneo a la llamada alta gastronomía y la idolatría del Cocinero (permítanme que utilice la mayúscula) podrían ser síntomas de carencias culturales más profundas".
(El subrayado es mío)
sábado, 6 de agosto de 2011
Apropiación de tierras
Otra señal de lo inhumano que puede llegar a ser nuestro actual sistema económico y social lo constituye la compra masiva -más bien robo- de suelo fértil de los países pobres por parte de inversores extranjeros (agroindustria, Gobiernos, fondos especulativos...).
Distintas ONG y asociaciones de campesinos han denunciado ante la FAO (Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) esta práctica y han pedido que se prohíba esta apropiación" de tierras por parte de capitales extranjeros. Son millones las hectáreas que, en menos de un año, han sido arrebatadas a sus legítimos dueños en África, Asia, América Latina y Europa del Este. La presidenta de una gran ONG, Intermón Oxfam, decía en una entrevista que no era difícil encontrar -no es importante decir dónde- centenares de campesinos acampados en dos metros de arcén de una desangelada carretera, porque una multinacional les había desposeído de sus tierras.
El fenómeno no es nuevo: se inició cuando el FMI y el Banco Mundial "aconsejaron" a los países pobres a cultivar alimentos para exportar a los países ricos en lugar de cultivar alimentos para alimentar a su población. Para cumplir con ese "mandato", muchos Gobiernos arrendaban tierras a "grandes multinacionales agroindustriales". Sin embargo, ahora el proceso ha cambiado de objetivo y de medios, y sobre todo, a raíz de la actual crisis financiera global, se ha acelerado a un ritmo alarmante: se ha convertido en algo muy peligroso, según algunos expertos, en una bomba que puede explotar en cualquier momento y en cualquier lugar, incluso, en nuestra propia cocina.
Un portavoz del Instituto Internacional de Investigación Agraria explicaba que en muchos lugares de África la propiedad de la tierra se rige por la costumbre, sin que existan papeles de propiedad, lo que significa que el Gobierno puede ejercer de "propietario" de unas tierras que han sido cultivadas durante siglos por clanes de campesinos locales. Los acuerdos se hacen de espaldas a la población local que, con frecuencia, carecen de voz para denunciar los abusos. Y si el Gobierno se opone a esa apropiación, los "compradores" tienen multitud de formas de "adoctrinarle" o convertirle en un "Estado fallido". De todas formas, el proceso tiene también lugar, también, en países donde las tierras tienen dueño; pero ese es sólo un pequeño obstáculo para los inversores extranjeros.
Según el director de la FAO, Jacques Diouf, la pobreza no es una fatalidad: refleja los criminales efectos de un sistema económico inhumano y suicida. Es una cosa que debe tener en cuenta el movimiento del 15-M.
Somalia fue autosuficiente desde el punto de vista alimentario, pero, entre otras cosas, llegó la Ayuda Oficial al Desarrollo, se endeudó, primero, la pareja FMI/Banco Mundial sentenció que en lugar de cultivar alimentos para la población lo que tenía que hacer era cultivar aquello que podía interesar a los países ricos, y, después la OMC (Organización Mundial de Comercio) estableció que debía eliminar los aranceles a la importación de alimentos procedentes de los países ricos, con lo cual los agricultores somalíes tuvieron que abandonar sus tierras y la población se quedó sin comida ¿Qué extensión de tierras fértiles disponen ahora Somalia? Ahora, Somalia no tiene ni alimentos ni suelo fértil, ni fuerzas para cultivar.
Según el director de la FAO, Jacques Diouf, la pobreza no es una fatalidad: refleja los criminales efectos de un sistema económico inhumano y suicida. Es una cosa que debe tener en cuenta el movimiento del 15-M.
Distintas ONG y asociaciones de campesinos han denunciado ante la FAO (Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) esta práctica y han pedido que se prohíba esta apropiación" de tierras por parte de capitales extranjeros. Son millones las hectáreas que, en menos de un año, han sido arrebatadas a sus legítimos dueños en África, Asia, América Latina y Europa del Este. La presidenta de una gran ONG, Intermón Oxfam, decía en una entrevista que no era difícil encontrar -no es importante decir dónde- centenares de campesinos acampados en dos metros de arcén de una desangelada carretera, porque una multinacional les había desposeído de sus tierras.
El fenómeno no es nuevo: se inició cuando el FMI y el Banco Mundial "aconsejaron" a los países pobres a cultivar alimentos para exportar a los países ricos en lugar de cultivar alimentos para alimentar a su población. Para cumplir con ese "mandato", muchos Gobiernos arrendaban tierras a "grandes multinacionales agroindustriales". Sin embargo, ahora el proceso ha cambiado de objetivo y de medios, y sobre todo, a raíz de la actual crisis financiera global, se ha acelerado a un ritmo alarmante: se ha convertido en algo muy peligroso, según algunos expertos, en una bomba que puede explotar en cualquier momento y en cualquier lugar, incluso, en nuestra propia cocina.
Un portavoz del Instituto Internacional de Investigación Agraria explicaba que en muchos lugares de África la propiedad de la tierra se rige por la costumbre, sin que existan papeles de propiedad, lo que significa que el Gobierno puede ejercer de "propietario" de unas tierras que han sido cultivadas durante siglos por clanes de campesinos locales. Los acuerdos se hacen de espaldas a la población local que, con frecuencia, carecen de voz para denunciar los abusos. Y si el Gobierno se opone a esa apropiación, los "compradores" tienen multitud de formas de "adoctrinarle" o convertirle en un "Estado fallido". De todas formas, el proceso tiene también lugar, también, en países donde las tierras tienen dueño; pero ese es sólo un pequeño obstáculo para los inversores extranjeros.
Según el director de la FAO, Jacques Diouf, la pobreza no es una fatalidad: refleja los criminales efectos de un sistema económico inhumano y suicida. Es una cosa que debe tener en cuenta el movimiento del 15-M.
Somalia fue autosuficiente desde el punto de vista alimentario, pero, entre otras cosas, llegó la Ayuda Oficial al Desarrollo, se endeudó, primero, la pareja FMI/Banco Mundial sentenció que en lugar de cultivar alimentos para la población lo que tenía que hacer era cultivar aquello que podía interesar a los países ricos, y, después la OMC (Organización Mundial de Comercio) estableció que debía eliminar los aranceles a la importación de alimentos procedentes de los países ricos, con lo cual los agricultores somalíes tuvieron que abandonar sus tierras y la población se quedó sin comida ¿Qué extensión de tierras fértiles disponen ahora Somalia? Ahora, Somalia no tiene ni alimentos ni suelo fértil, ni fuerzas para cultivar.
Según el director de la FAO, Jacques Diouf, la pobreza no es una fatalidad: refleja los criminales efectos de un sistema económico inhumano y suicida. Es una cosa que debe tener en cuenta el movimiento del 15-M.
martes, 2 de agosto de 2011
Primero se llevaron...
Buscando estos versos de Bertold Brech, me he encontrado innumerables versiones ligeramente distintas. No he sido capaz de adivinar cuál de ellas es la que pertenece realmente a este dramaturgo y poeta alemán.. Parece que cada uno modifica los versos a su conveniencia. He aquí una de las versiones:
Primero se llevaron a los judíos,
pero como yo no era judío, no me importó.
Después se llevaron a los comunistas,
pero como yo no era comunista,
tampoco me importó.
Luego se llevaron a los obreros,
pero como yo no era obrero, tampoco me importó
Mas tarde se llevaron a los intelectuales,
pero como yo no era intelectual, tampoco me importó.
Después siguieron con los curas,
pero como yo no era cura, tampoco me importó.
Ahora vienen por mí,
pero ya es demasiado tarde.
Primero se llevaron a los judíos,
pero como yo no era judío, no me importó.
Después se llevaron a los comunistas,
pero como yo no era comunista,
tampoco me importó.
Luego se llevaron a los obreros,
pero como yo no era obrero, tampoco me importó
Mas tarde se llevaron a los intelectuales,
pero como yo no era intelectual, tampoco me importó.
Después siguieron con los curas,
pero como yo no era cura, tampoco me importó.
Ahora vienen por mí,
pero ya es demasiado tarde.
lunes, 1 de agosto de 2011
Otro porqué del hambre somalí
Hace dos días expuse lo que había encontrado en Internet, acerca de los acontecimientos que habían dejado sin sustento a la comunidades de pescadores que ocupaban las costas somalíes; sin embargo, aunque imperdonables, esos acontecimientos solos no explican la actual hambruna: según la FAO (Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) aproximadamente el 69% de la superficie total de Somalia está ocupada por tierras agrícolas. Se podría argumentar que la sequía supone la pérdida de cosecha y de ganado, pero hay zonas en el mundo que sufren periódicamente sequías severas y están lejos de padecer hambrunas tan extremas.
"Somalia, a pesar de las sequías recurrentes, fue un país autosuficiente en la producción de alimentos hasta finales de los años setenta. Su soberanía alimentaria fue arrebatada en décadas posteriores". A partir de los años ochenta, las políticas impuestas por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial para que pagara una deuda -a la que he dedicado varias entradas por su similitud, en muchos aspectos, con la deuda que ahora atenaza a los países ricos- forzaron la aplicación de unas medidas de ajuste. "En lo que se refiere a la agricultura, éstas implicaron una política de liberalización comercial y apertura de mercados, permitiendo la entrada masiva de productos subvencionados, como el arroz y el trigo, de multinacionales agroindustriales norteamericanas y europeas, quienes empezaron a vender sus productos por debajo de su precio de coste y haciendo la competencia desleal a los productores autóctonos". (Recuérdese lo sucedido en Haití).
"Por otra parte, las devaluaciones periódicas de las moneda somalí generaron también el alza de los precios de los insumos y el fomento de una política de monocultivos para la exportación forzó, paulatinamente, el abandono del campo".(Esa política de exportación fue siempre aconsejada por el Banco Mundial).
"La subida del precio de los cereales básicos es otro de los elementos señalados como detonante de las hambrunas en el Cuerno de África. En Somalia, el precio del maíz y del sorgo rojo aumentó un 106% y un 180%, respectivamente, en tan solo un año". "Un alza que ha convertido a estos alimentos en inaccesibles. Pero ¿cuáles son las razones de la escala de los precios? Varios indicios apuntan a la especulación financiera con las materias primas alimentarias como una de las causas principales".
El precio de los alimentos se determina en las Bolsas de valores. "En estos momentos, "la mayor parte de la compra y venta de estas mercancías no corresponde a intercambios comerciales reales. Se calcula que, en palabras de Mike Masters, del hedeg fund Master Capital Management, un 75% de la inversión financiera en el sector agrícola es de carácter especulativo", "Los mismos bancos, fondos de alto riesgo, compañías de seguro, que causaron la crisis de las hipotecas subprime son quienes hoy especulan con la comida, aprovechándose de unos mercados globales profundamente desregularizados y altamente rentables".
"La crisis alimentaria a escala global y la hambruna en el Cuerno de África en particular se debe a que la cadena de producción, distribución y consumo de alimentos está en manos de unas pocas multinacionales que anteponen sus intereses particulares a las necesidades colectivas". ¿Estamos seguros de que el tsunami no va a llegar a Europa?
"Se queremos acabar con el hambre en el mundo es urgente apostar por lo que el movimiento internacional Vía Campesina llama soberanía alimentaria".
NOTA. Todas las frases entrecomilladas ha sido extraídas del artículo Los porqués del hambre (EL PAÍS, 30-VII-2011) de Esther Vivas del Centro de Estudios sobre Movimientos Sociales de la Universidad Pompeu Fabra, autora Del campo al plato y Los circuitos de producción y distribución de los alimentos.
"Somalia, a pesar de las sequías recurrentes, fue un país autosuficiente en la producción de alimentos hasta finales de los años setenta. Su soberanía alimentaria fue arrebatada en décadas posteriores". A partir de los años ochenta, las políticas impuestas por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial para que pagara una deuda -a la que he dedicado varias entradas por su similitud, en muchos aspectos, con la deuda que ahora atenaza a los países ricos- forzaron la aplicación de unas medidas de ajuste. "En lo que se refiere a la agricultura, éstas implicaron una política de liberalización comercial y apertura de mercados, permitiendo la entrada masiva de productos subvencionados, como el arroz y el trigo, de multinacionales agroindustriales norteamericanas y europeas, quienes empezaron a vender sus productos por debajo de su precio de coste y haciendo la competencia desleal a los productores autóctonos". (Recuérdese lo sucedido en Haití).
"Por otra parte, las devaluaciones periódicas de las moneda somalí generaron también el alza de los precios de los insumos y el fomento de una política de monocultivos para la exportación forzó, paulatinamente, el abandono del campo".(Esa política de exportación fue siempre aconsejada por el Banco Mundial).
"La subida del precio de los cereales básicos es otro de los elementos señalados como detonante de las hambrunas en el Cuerno de África. En Somalia, el precio del maíz y del sorgo rojo aumentó un 106% y un 180%, respectivamente, en tan solo un año". "Un alza que ha convertido a estos alimentos en inaccesibles. Pero ¿cuáles son las razones de la escala de los precios? Varios indicios apuntan a la especulación financiera con las materias primas alimentarias como una de las causas principales".
El precio de los alimentos se determina en las Bolsas de valores. "En estos momentos, "la mayor parte de la compra y venta de estas mercancías no corresponde a intercambios comerciales reales. Se calcula que, en palabras de Mike Masters, del hedeg fund Master Capital Management, un 75% de la inversión financiera en el sector agrícola es de carácter especulativo", "Los mismos bancos, fondos de alto riesgo, compañías de seguro, que causaron la crisis de las hipotecas subprime son quienes hoy especulan con la comida, aprovechándose de unos mercados globales profundamente desregularizados y altamente rentables".
"La crisis alimentaria a escala global y la hambruna en el Cuerno de África en particular se debe a que la cadena de producción, distribución y consumo de alimentos está en manos de unas pocas multinacionales que anteponen sus intereses particulares a las necesidades colectivas". ¿Estamos seguros de que el tsunami no va a llegar a Europa?
"Se queremos acabar con el hambre en el mundo es urgente apostar por lo que el movimiento internacional Vía Campesina llama soberanía alimentaria".
NOTA. Todas las frases entrecomilladas ha sido extraídas del artículo Los porqués del hambre (EL PAÍS, 30-VII-2011) de Esther Vivas del Centro de Estudios sobre Movimientos Sociales de la Universidad Pompeu Fabra, autora Del campo al plato y Los circuitos de producción y distribución de los alimentos.
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