Objetivo de Desarrollo Sostenible número 12: "garantizar modalidades de consumo y producción sostenible"
Producción y consumo sostenibles, ¿por qué es importante'
En los próximos dos decenios, se espera que más personas se sumen a la
clase media en
todo el mundo. Esto es bueno para la prosperidad individual, pero aumentará la
demanda de recursos naturales, ya limitados.
Si no actuamos para cambiar nuestras modalidades de consumo y producción, vamos a causar daños irreversibles al medio ambiente.
¿Cuáles son las modalidades actuales de consumo y producción que deben cambiar?
Hay muchos aspectos del
consumo que, con sencillos cambios, pueden tener un gran
impacto en el conjunto de la sociedad. Por ejemplo, cada año, alrededor de un
tercio de todos
los alimentos producidos —el equivalente a 1.300 millones de toneladas, por un
valor aproximado de 1 billón de dólares—termina pudriéndose en los cubos de
basura de los consumidores y los minoristas, o deteriorándose a causa de las
deficientes prácticas de recolección y transporte, algo que las empresas deben
solucionar, en lo que respecta a los consumidores, los hogares consumen el 29% de la energía mundial y contribuyen
al 21% de las emisiones de CO2 resultantes. Sin embargo, si toda la
población mundial pasara a utilizar bombillas de alto rendimiento energético,
ahorraríamos 120.000 millones de dólares al año. La contaminación de las aguas
es también una cuestión apremiante que exige una solución sostenible. Estamos
contaminando el agua más rápidamente de lo que la naturaleza puede reciclar y
purificar en los ríos y los lagos.
¿Cómo puedo ayudar como empresa?
Encontrar nuevas soluciones
que ofrezcan modalidades de consumo y producción sostenibles redunda en interés
de las empresas. Es preciso comprender mejor los efectos ambientales y sociales
de los productos y servicios, tanto de los ciclos de vida de los productos
como de la forma en que estos se ven afectados por su utilización en los
estilos de vida. La identificación en la cadena de valor de los “puntos
críticos” donde las intervenciones tienen mayor potencial para mejorar los
efectos ambientales y sociales del sistema en su conjunto es
un primer paso fundamental.
Las empresas pueden también utilizar su poder innovador para diseñar soluciones que puedan inspirar y motivar a las personas a llevar estilos de vida más sostenibles, reduciendo los efectos y aumentando el bienestar
¿Cómo puedo ayudar como consumidor
Existen dos formas principales de ayudar: 1. Reducir los desechos; y 2. Actuar de forma reflexiva a la hora de comprar y optar por una opción sostenible siempre que sea posible.
Reducir los desechos que
generamos puede hacerse de muchas maneras, desde
asegurarnos de no tirar alimentos hasta reducir el consumo de plástico, que es
uno de los
principales contaminantes del océano. Llevar una bolsa reutilizable, negarse a
utilizar pajas de plástico y reciclar las botellas de plástico son algunas de
las formas de contribuir cada día.
Tomar decisiones informadas a la hora de
comprar también ayuda. Por ejemplo, la industria
textil es hoy el segundo mayor contaminador de agua potable después de la
agricultura, y
muchas empresas de moda explotan a los trabajadores textiles en los países en
desarrollo. Si hacemos nuestras compras a proveedores locales y sostenibles,
podemos marcar la diferencia y ejercer presión sobre las empresas para que
adopten prácticas sostenibles.
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