Objetivo de Desarrollo Sostenible número 14: "conservar y utilizar de forma sostenible los océanos, los mares y los recursos marinos para el desarrollo sostenible".
Los
océanos proporcionan recursos naturales fundamentales como alimentos,
medicinas,
biocombustibles y otros productos. Contribuyen a la descomposición molecular y
a la eliminación de los desechos y la
contaminación, y sus ecosistemas costeros actúan como amortiguadores para
reducir los daños causados por las tormentas. Mantener la salud de los océanos
ayuda en los esfuerzos de adaptación al cambio climático y mitigación de sus
efectos.
¿Y has estado en la costa?
Las costas son
también un gran lugar para el turismo y las actividades recreativas. Además,
las zonas marinas protegidas contribuyen a la reducción de la pobreza
aumentando las capturas de pesca y los ingresos y mejorando la salud de las
personas.
También ayudan a mejorar la
igualdad de género, ya que las mujeres realizan gran parte de las labores en la
pesca a pequeña escala.
El medio marino
alberga además una asombrosa variedad de criaturas hermosas, que van desde los
organismos unicelulares hasta el animal más grande que habita en la Tierra, la
ballena azul. También es el hábitat de los arrecifes de coral, uno de los
ecosistemas con más
diversidad biológica del planeta.
Parece algo digno de proteger. Entonces, ¿cuál es el problema?
Los niveles de residuos en los océanos, cada vez mayores, están teniendo un gran impacto ambiental y económico. La basura marina afecta a la diversidad biológica, porque los organismos pueden enredarse en los detritos o ingerirlos, lo que puede matarlos o hacer imposible su reproducción,
En lo que
respecta a los arrecifes de coral, un 20% de los mismos ha sido destruido y no
se observan perspectivas de recuperación. Aproximadamente el 24% de los
arrecifes restantes está en peligro inminente de desaparición por presiones humanas, y un 26% está
en riesgo de desaparición a más largo plazo.
Además, la
mala gestión del medio marino provoca la sobrepesca. La pérdida de beneficios
económicos del sector pesquero se estima en unos 50.000 millones de dólares
anuales. El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente estima que
el impacto económico acumulado de las malas prácticas de gestión de los océanos asciende
por lo menos a 200.000 millones de dólares al año.
Si no se adoptan medidas de mitigación, el cambio climático aumentará el costo de los daños a los océanos en otros 322.000 millones de dólares anuales en 2050.
¿Cuánto costaría corregir el problema?
Los costos
de la adopción de medidas se compensan ampliamente con los beneficios
a largo plazo. En términos económicos, el Convenio sobre la Diversidad
Biológica señala
que ampliar las medidas para mantener los océanos del mundo precisa un gasto
público único de 32.000 millones de dólares y 21.000 millones de dólares al año
para gastos recurrentes.
Así pues, ¿qué podemos hacer?
En cuanto a las zonas de mar abierto y alta mar, la sostenibilidad solo puede lograrse con una mayor cooperación internacional para proteger los hábitats vulnerables. Para conservar la diversidad biológica y garantizar un futuro sostenible para la industria pesquera, es preciso establecer sistemas de zonas protegidas por los gobiernos que sean integrales, eficaces y de gestión equitativa.
A nivel
local, al comprar productos o consumir alimentos procedentes de los océanos
deberíamos tomar decisiones respetuosas con los mismos y consumir solamente lo
que
necesitamos. Elegir productos certificados es una buena forma de empezar.
Hacer
pequeños cambios en nuestra vida cotidiana, como utilizar el transporte público
y desconectar los aparatos electrónicos, ahorra energía. Estas medidas reducen
nuestra
huella de carbono, un factor que contribuye al aumento del nivel del mar.
Debemos eliminar en lo posible el uso del plástico y organizar actividades de limpieza de las playas.
Y lo que
es más importante, podemos difundir el mensaje sobre la importancia de la vida
marina y por qué debemos protegerla.
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